Historia de los Indoeuropeos y la Evolución de la Península Ibérica

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Indoeuropeos: La expansión de los indoeuropeos abarcó casi toda Europa y desde Irán hasta India. Trajeron consigo la cultura de los celtas y los tartessos, influyendo en el Guadalquivir y en el gobierno de los reyes fenicios y griegos. Impronta cultural en la península: Los lazos comerciales fenicios se establecieron en el sur y sudeste, especialmente en Cádiz, mientras que los griegos se asentaron en el noroeste, desde Rosas hasta Ampurias. La decadencia fenicia dio paso a los cartagineses en el sur, así como a los iberos y celtas en el centro y norte. La economía se basaba en el pastoreo, y las tribus políticas evolucionaron bajo el liderazgo de jefes militares.

La Hispania Romana (218 a.C. - 476 d.C.)

La conquista romana se extendió durante 200 años, comenzando con la Segunda Guerra Púnica (218-200 a.C.), donde Roma se enfrentó a Cartago. Roma controló el este y sur de la península ibérica, incluyendo a los celtíberos y lusitanos (155-133 a.C.). La resistencia celtíbera fue liderada por Viriato, y la resistencia en Numancia y Cantabria se prolongó hasta el 29-19 a.C. Augusto sometió el área del norte, y la romanización trajo consigo ciudades, ejército y ciudadanía romana, lo que resultó en una permanencia cultural en la costa mediterránea.

Crisis del siglo III

  • Crisis del desarrollo y esclavitud: mano de obra barata y estancamiento tecnológico.
  • Crisis económica: disminución de la producción.
  • Crisis social: polarización y crisis política.
  • Crisis ideológica: transición de la religión pagana a la misterica.
  • Crisis exterior: ruralización y división del imperio.

El cristianismo se convirtió en la religión principal en el 385 d.C., y algunos pueblos sufrieron la caída del Imperio Romano en el 476 d.C.

España Visigoda

Los problemas de unificación territorial llevaron a que los territorios del norte quedaran fuera de su poder. Leovigildo conquistó a los suevos y expulsó a los bizantinos, sometiendo a los pueblos del norte. La unificación religiosa se dio a través del arrianismo, donde Recaredo III convocó el Concilio de Toledo para unificar jurídicamente el reino visigodo. Sin embargo, la inestabilidad política y las revueltas contra el rey llevaron a frecuentes guerras civiles por el control del poder, lo que culminó en la conquista musulmana en 711.

Emirato y Califato de Córdoba (711-1030)

El emirato dependía de Damasco (711-756) y era gobernado por un emir que representaba la autoridad del califa. La derrota en Covadonga por los astures y cantabros marcó el fin de la expansión islámica. En 756, Abderramán I estableció un emirato independiente, convirtiendo Al-Andalus en un estado político, aunque reconociendo la autoridad religiosa de los califas de Bagdad. En 929, Abderramán III se proclamó califa, rompiendo la relación con Bagdad.

Crisis de los siglos XI y XII (1030-1212)

En 1030, se depuso al último califa de Córdoba, dando inicio a un periodo de inestabilidad en Al-Andalus. La crisis del siglo XI llevó a la división en reinos de taifas y a la decadencia de Al-Andalus. Los reyes taifas pagaron parias a los cristianos, y la llegada de los imperios norteafricanos (1090-1212) complicó la situación. En 1212, los reyes cristianos derrotaron a los almohades en la batalla de Navas de Tolosa, marcando el fin del imperio almohade.

Reino Nazarita de Granada (1238-1492)

Un dirigente de la familia nazarí se fortaleció en Granada, convirtiéndose en el último reducto musulmán. Finalmente, en 1492, los Reyes Católicos los expulsaron. La economía andalusí se revitalizó, y la sociedad se dividió entre musulmanes y no musulmanes.

Resistencia y Formación de Reinos Cristianos

El primer núcleo de resistencia fue Pelayo, quien unió a astures y cantabros en Covadonga, estableciendo el reino asturiano con capital en Oviedo. Los pueblos del norte evolucionaron y se expandieron por Galicia, formando el Reino de León en el siglo IX. El condado de Castilla se independizó en la parte oriental, mientras que la marca hispánica en el pirineo oriental resistió a los francos en Roncesvalles (778) y a Al-Andalus, dando origen al condado de Aragón.

Reinos de Taifas y Conquista Cristiana

Entre 1030 y 1150, los reinos de taifas facilitaron la conquista cristiana, con la toma de Toledo y la frontera en el Tajo. La conquista de Zaragoza y Tortosa se produjo en un contexto de repoblación y administración de grandes ciudades. Entre 1150 y 1212, los almohades frenaron el avance cristiano en zonas pobladas de La Mancha y Bajo Aragón, creando órdenes militares que recibieron enormes tierras llamadas encomiendas.

Sociedad Estamental y Régimen Señorial

La sociedad se organizó en estamentos, donde la nobleza y el clero gozaban de privilegios fiscales y derechos políticos. La base fundamental de la sociedad era el régimen señorial, donde el rey otorgaba tierras a la nobleza o la iglesia como recompensa. Los señores ejercían la jurisdicción y cobraban impuestos, mientras que los campesinos pagaban rentas anuales y prestaban trabajo.

Cultura Plural y Crisis Demográfica

Durante el siglo XII, los monasterios se encargaron de la copia y conservación de libros, y se fundaron universidades. Sin embargo, en el siglo XIV, una serie de malas cosechas y epidemias, como la peste negra de 1348, llevaron a una crisis demográfica y económica. Las reacciones señoriales disminuyeron sus rentas, lo que provocó revueltas campesinas y un aumento del antisemitismo.

Origen de la Corona de Castilla y Aragón

El reino de León se expandió hacia el sur en el siglo XI, y la zona más oriental se independizó como el condado de Castilla. En el siglo XII, se unieron León y Castilla, aumentando su peso demográfico y económico. La organización política de Castilla se basó en el autoritarismo del rey, apoyado en el derecho romano, con un consejo real que asesoraba al rey y las Cortes que aprobaban impuestos.

Organización de la Corona de Aragón

El matrimonio entre Petronila de Aragón y Ramón IV de Barcelona dio origen a la Corona de Aragón, que nunca tuvo unidad política. Su organización era de carácter federal, y cada territorio conservaba su organización política. El virrey actuaba como delegado del rey, y las Cortes limitaban el poder del rey, convocándose con frecuencia.

Expansión de Castilla y Aragón

La búsqueda de nuevas rutas comerciales y el deseo de la nobleza de explorar nuevas tierras llevaron a la conquista de Canarias y a la rivalidad con Portugal en 1415. La expansión de Aragón por el Mediterráneo se extendió desde Baleares hasta Grecia, con intereses comerciales de la burguesía y políticos de los reyes de Aragón, enfrentándose a rivales como Francia y el Papa.

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