Historia de la Guerra Civil Española: Fases y Batallas Clave

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 4,3 KB

Fases de la Guerra Civil Española

1. Avance hacia Madrid (julio 1936 - marzo 1937)

El objetivo de tomar Madrid fracasa ante la resistencia republicana. El grito de “No pasarán” de Dolores Ibarruri, “La Pasionaria”, se convierte en símbolo de la lucha contra el fascismo. El triunfo republicano en la batalla del Jarama y la batalla de Guadalajara evita que Madrid quede rodeada. En noviembre, la capital de la República se traslada a Valencia.

2. Avance hacia el Norte (marzo 1937 - octubre 1937)

El cinturón de hierro vasco será el siguiente objetivo. La acción de la Legión Cóndor alemana con el bombardeo de Guernica será decisiva para derrotar la resistencia vizcaína. El 19 de junio cae Bilbao. A continuación, el avance se dirigirá hacia Aragón (Belchite). En noviembre de 1937, la capital de la República se traslada a Barcelona.

3. Avance hacia Aragón y Levante (noviembre 1937 - febrero 1938)

Con el triunfo de los rebeldes en la batalla de Teruel, éstos llegaron a Vinaroz (Castellón), dividiendo en dos el territorio republicano. Intentando revertir esta situación, tuvo lugar la batalla del Ebro, la cual, a pesar de la inferioridad militar del ejército republicano, fue la más larga y sangrienta de la contienda.

4. La Caída de Cataluña y el Fin de la Guerra (febrero 1938 - abril 1939)

Después de la batalla del Ebro, se avanza sobre Cataluña. En febrero cae Girona, desapareciendo así el frente de Cataluña. Empieza un exilio masivo de republicanos desde el territorio valenciano. Perdida toda esperanza, el coronel Segismundo Casado da un golpe de estado interno, poniendo fin a la política de resistencia y ordena la rendición total de Madrid. El Levante español le seguirá a continuación. El 1 de abril de 1939 termina la guerra.

La Batalla del Ebro (julio - noviembre 1938)

Es la fase crítica de la guerra. En julio de 1938, la República lanza su última gran ofensiva en el frente del Ebro, dando inicio a la batalla más sangrienta de toda la guerra civil (murieron 20.000 soldados y las bajas totales se acercaron a los 60.000 hombres por cada bando). Tras unos importantes éxitos iniciales, la ofensiva queda detenida y los nacionales pasan a la contraofensiva. A mediados de noviembre, comienza la ofensiva de las tropas nacionales contra Cataluña, con una abrumadora superioridad numérica y material. Aunque la República aún conservaba Madrid, Cataluña, gran parte de La Mancha, Valencia y el sudeste de la península, la suerte de la guerra estaba echada. La batalla del Ebro había destrozado la moral y la capacidad operativa del Ejército Popular. El objetivo estratégico que buscaba la República al lanzar la gran ofensiva del Ebro no era otro que ganar tiempo a la espera de que estallase un conflicto internacional que invirtiese la situación militar. Sin embargo, la conferencia de Múnich, en septiembre de 1938, dio al traste con la esperanza republicana de un inmediato conflicto en Europa.

De la Batalla del Norte a la Batalla de Teruel (primavera 1937 - primavera 1938)

Esta fase viene marcada por el desplazamiento hacia la cornisa cantábrica de las operaciones. Abarca la conquista de la cornisa cantábrica por las tropas de Franco. El elemento simbólico de esta fase es el bombardeo realizado por aviones italianos y alemanes de la Legión Cóndor de la capital del vasquismo, Guernica, el 26 de abril de 1937. En junio del mismo año, los nacionales logran la caída de Bilbao, con sus industrias intactas. En agosto, toman Santander, y entre septiembre y octubre liquidan el frente norte con la conquista de Asturias. Los esfuerzos republicanos se dirigen a intentar disminuir la presión militar en el norte a través de ofensivas limitadas y toman Teruel en el mes de diciembre; sin embargo, volvió a caer en manos de las tropas franquistas en febrero de 1938.

Un balance parcial de esta segunda fase pone de manifiesto dos aspectos:

  • El gobierno de Burgos logra organizar un Estado militarizado, cuyos recursos son totalmente puestos al servicio del esfuerzo bélico.
  • Los esfuerzos de la República por organizar un ejército regular capaz de hacer frente a las disciplinadas tropas franquistas, se estrellan con las tensiones políticas de la zona republicana.

Entradas relacionadas: