Historia de España del siglo XIX: Guerra de la Independencia, reinados y transformaciones
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1. La Guerra de la Independencia (1808-1814)
La Guerra de la Independencia, también conocida como Guerra del Francés, fue un conflicto bélico desarrollado entre 1808 y 1814. Enmarcada dentro de las Guerras Napoleónicas, este conflicto representó tanto una guerra internacional como una guerra civil entre afrancesados y patriotas. Además, significó el primer intento de revolución liberal y un levantamiento popular, impulsado por la Iglesia para defender los valores tradicionales. La guerra se inicia con la invasión napoleónica, facilitada por Carlos IV. En 1808, el Motín de Aranjuez, una revuelta popular contra la invasión, fuerza la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. Posteriormente, en las Abdicaciones de Bayona, Fernando VII cede la corona a Napoleón, quien corona a su hermano José I como rey de España. La resistencia española se articuló en torno a un sistema de guerrillas y la Junta Central Suprema.
La guerra se divide en tres fases:
- Primera fase: Sublevación de Madrid y victorias españolas como la Batalla de Bailén.
- Segunda fase: Dominio francés y convocatoria de las Cortes de Cádiz, donde se crea la Constitución de 1812 y se implementan reformas liberales.
- Tercera fase: Napoleón invade Rusia, debilitando sus fuerzas en España. Las tropas españolas e inglesas obtienen victorias como la Batalla de Arapiles. Napoleón firma el Tratado de Valençay, devolviendo la corona a Fernando VII. Este último, mediante el Manifiesto de los Persas, abole la Constitución y las reformas de Cádiz, iniciando el Sexenio Absolutista (1814-1820).
Baleares no fue invadida, pero sufrió consecuencias económicas, como la subida de precios, que provocó levantamientos populares. Llegaron miles de refugiados catalanes y Cabrera se convirtió en prisión para soldados franceses. En las islas también se produjo un enfrentamiento ideológico entre liberales y absolutistas, con importantes manifestaciones antiliberales organizadas por el clero.
2. La Independencia de las Colonias Americanas
Entre las principales causas de la independencia de las colonias americanas se encuentran el monopolio comercial español, la influencia de la Revolución Americana (1776) y la Revolución Francesa (1789), la difusión de las ideas liberales ilustradas, los intereses comerciales ingleses y el deseo de poder de los criollos.
La ausencia de un dominio real de España en América desde 1800 permitió un autogobierno criollo, que finalizó con el regreso de Fernando VII al poder. A partir de entonces, se iniciaron los movimientos de independencia en dos fases:
- Primera fase (1808-1815): Coincidiendo con la Guerra de la Independencia, se creó un vacío legal en América. Se establecieron juntas, se expulsó a virreyes y capitanes generales, y se pidió ayuda a ingleses y estadounidenses. Los primeros intentos independentistas se produjeron en Venezuela, Paraguay, La Plata y Chile.
- Segunda fase (1816-1824): Lucha más organizada, destacando la Batalla de Ayacucho. San Martín lideró la independencia de Chile y Perú. Bolívar, la de la Gran Colombia (Colombia, Venezuela y Ecuador) y Bolivia. México se independizó con el general Iturbide. Tras estos procesos, España solo conservó Cuba y Puerto Rico hasta 1898.
Las consecuencias de la pérdida de las colonias fueron la caída del comercio, el aumento de la deuda estatal, la pérdida de valor de la moneda y la relegación de España a una potencia de segundo orden.
3. Absolutismo vs. Liberalismo
El absolutismo es el sistema político donde el rey concentra los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) por herencia y designio divino. El liberalismo, surgido de la Ilustración, defiende los derechos y libertades, la división de poderes y la soberanía nacional.
En España, el primer intento de revolución liberal se produjo durante la Guerra de la Independencia. Las Cortes de Cádiz promulgaron la Constitución de 1812 y una serie de reformas liberales para desmantelar el Antiguo Régimen. Tras el regreso de Fernando VII, el Manifiesto de los Persas anuló la Constitución y las reformas, dando inicio al Sexenio Absolutista (1814-1820). El Trienio Liberal (1820-1823) restauró la Constitución, pero la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis la abolió de nuevo, comenzando la Década Ominosa (1823-1833). La muerte de Fernando VII y la Pragmática Sanción, que permitía reinar a su hija Isabel II, dividió a liberales (isabelinos) y absolutistas (carlistas).
4. El Reinado de Isabel II (1833-1868)
El reinado de Isabel II (1833-1868) presenció la construcción del Estado liberal y el fin del absolutismo. Fue una etapa de inestabilidad y enfrentamiento entre tradicionalistas (absolutistas) y liberales (moderados y progresistas).
Ambos partidos compartían la aceptación de la Constitución, las Cortes, el sufragio censitario y las libertades individuales. Sin embargo, diferían en otros aspectos:
- Moderados: Defendían un Estado centralizado y un sufragio censitario restringido.
- Progresistas: Abogaban por la soberanía nacional, el reformismo, el librecambismo, la supresión de las quintas y un sufragio censitario más amplio.
5. La Revolución Industrial en España
La Revolución Industrial llegó a España hacia 1830, pero su desarrollo fue lento y desigual. Las causas fueron el escaso espíritu emprendedor de la burguesía, la baja demanda interna, la falta de materias primas, el retraso tecnológico y la inestabilidad política. Destacaron la minería, la siderurgia y el textil.
- Minería: Creció a partir de 1860, convirtiendo a España en exportadora de plomo, hierro, mercurio y cobre.
- Siderurgia: Se trasladó de Andalucía al País Vasco y Asturias por la abundancia de carbón y hierro.
- Textil: Destacó en Cataluña, especialmente el algodón. En Baleares, se fabricaron tejidos de lana, calzado, transformados alimenticios, maquinaria ligera y jabón.
6. El Ferrocarril en España
Los primeros proyectos ferroviarios se desarrollaron durante la Década Moderada de Isabel II. Las primeras líneas fueron Barcelona-Mataró (1848), Madrid-Aranjuez y la que unía las minas de carbón con Gijón. La Ley de Ferrocarriles de 1855 estableció una red radial con centro en Madrid, atrayendo capital francés. La red alcanzó los 18.000 km en 1868. El ferrocarril y las carreteras mejoraron las comunicaciones, crearon un mercado nacional, facilitaron la distribución de alimentos y redujeron los costes del servicio postal.
7. Las Desamortizaciones
Las desamortizaciones fueron reformas legales que convirtieron bienes vinculados (manos muertas) en bienes libres, susceptibles de compraventa. Destacan la de Mendizábal (1836) y la de Madoz (1855).
Desamortización de Mendizábal: Afectó a las tierras de la Iglesia. Sus objetivos eran combatir el hambre, el latifundismo y la deuda estatal, financiar al ejército liberal y debilitar a la Iglesia. Sin embargo, la masiva venta de tierras provocó la bajada de precios, beneficiando a los grandes propietarios.
Desamortización de Madoz: Afectó a tierras eclesiásticas y comunales. Buscó reducir la deuda estatal y financiar el ferrocarril, pero no solucionó el problema agrario.
8. El Carlismo
El carlismo fue un movimiento antiliberal defendido por la Iglesia, la nobleza y parte del campesinado. Sus principales focos fueron el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrat.
- Primera Guerra Carlista (1833-1840): Iniciada tras la muerte de Fernando VII y la proclamación de Carlos María Isidro como rey. El Convenio de Bergara (1839) respetó los fueros vascos y navarros.
- Segunda Guerra Carlista (Década Moderada): Conocida como la "guerra dels matiners", estalló en Cataluña por la oposición al matrimonio entre Isabel II y "Carlos VI".
- Tercera Guerra Carlista (1872-1876): Se desarrolló durante el reinado de Amadeo I y la I República. El pretendiente fue Carlos VII.
9. La Gloriosa (1868) y el Sexenio Democrático
La Gloriosa (1868) puso fin al reinado de Isabel II. Se formó un gobierno provisional presidido por el general Serrano. Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron la victoria a los progresistas. La Constitución de 1869, la más liberal del siglo XIX, estableció la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, amplias libertades y la monarquía constitucional. Serrano fue nombrado regente y Prim, jefe de gobierno.
10. La Clase Trabajadora
La clase trabajadora se dividía en clases populares urbanas (artesanos, trabajadores de servicios) y campesinos. El proletariado industrial sufría precarias condiciones laborales y de vida. Los campesinos, que constituían el 70% de la población, eran mayoritariamente jornaleros con bajos salarios. Las desamortizaciones empeoraron su situación, provocando revueltas.
11. La AIT en España
La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), fundada en 1864, llegó a España durante el Sexenio Democrático. En 1870 se creó la Federación Española de la AIT, difundiendo el marxismo y el anarquismo, especialmente en Madrid y Barcelona. En la década de 1870, se produjo la división entre anarquistas (predominantes en Cataluña y Andalucía) y marxistas.
12. La Mujer en el Siglo XIX
La mujer en el siglo XIX carecía de derechos políticos y estaba sometida al hombre. Trabajaba en fábricas textiles, servicio doméstico y agricultura. La prostitución aumentó en las grandes ciudades. El Código Civil de 1889 negaba la autonomía a la mujer casada. Los movimientos feministas lucharon por el sufragio femenino, conseguido en 1931. La alfabetización femenina era muy baja.
13. La Restauración Borbónica (1874-1902)
La Restauración Borbónica (1874-1902) restauró la monarquía con Alfonso XII. Se implantó un sistema político liberal moderado, basado en el bipartidismo (Partido Conservador de Cánovas y Partido Liberal de Sagasta), el caciquismo y la manipulación electoral. Este sistema, conocido como turnismo canovista, buscaba la estabilidad política mediante prácticas antidemocráticas.
14. La Emigración en el Siglo XIX
Hasta 1880, la emigración española se dirigía al norte de África y las Antillas. A partir del siglo XX, aumentó considerablemente hacia Sudamérica. Las principales zonas de emigración fueron Galicia, el Cantábrico, Canarias, Baleares y la costa mediterránea. También existió una importante migración interior hacia centros industriales como Barcelona, Bilbao y Madrid. En Baleares, la emigración se dirigió principalmente a Argelia, Cuba, Francia y Argentina, impulsada por las crisis agrarias.
15. La Primera Guerra Mundial y España
España se mantuvo neutral en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). La guerra impulsó el crecimiento económico español, gracias a la demanda internacional de hierro y carbón. Sin embargo, el aumento de precios y la desigualdad salarial generaron conflictos sociales y el fortalecimiento de los sindicatos UGT y CNT.
16. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) sustituyó el sistema de la Restauración por una dictadura militar. La inestabilidad política, el problema de Marruecos y el conflicto social propiciaron el golpe de Estado. La dictadura se divide en dos fases: el Directorio militar (1923-1925) y el Directorio civil (1925-1930). La dictadura finalizó en 1930, dando paso a los gobiernos de Berenguer y Aznar, que precedieron a la II República.