Historia de España: Momentos Clave de los Siglos XX y XXI

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La España de Felipe González y el PSOE (1982-1996)

Felipe González se alzó con la Secretaría General del PSOE en el Congreso de Suresnes, desplazando a los antiguos dirigentes republicanos y socialistas del exilio.

  • El PSOE logró mayoría absoluta en 1982, a las que concurrió con el eslogan “Por el cambio”. En la primera legislatura se aborda la crisis económica (aumento de impuestos y reconversión industrial), reformas en las Fuerzas Armadas, educación y sanidad. Se ponen en marcha negociaciones para entrar en la UE y se convoca el referéndum de la OTAN. Se despenaliza el aborto. España ingresa en la UE.
  • Durante la segunda legislatura se configura el Estado autonómico y la Seguridad Social. Los sindicatos convocan la primera Huelga General.
  • Con la tercera legislatura se celebra la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona. La crisis económica de 1993 disparó la inflación y el paro. Hace acto de presencia la corrupción (FILESA) y el terrorismo de estado (GAL).
  • En la cuarta legislatura, con mayoría simple, la corrupción y GAL marcan la legislatura.

A pesar de estos problemas, los gobiernos del PSOE significaron la definitiva consolidación de la democracia. 1982 se considera el fin de la transición, iniciada bajo el gobierno de UCD de Adolfo Suárez.

El Protectorado Español en Marruecos y el Desastre de Annual (1921)

O'Donnell logró incorporar territorios del norte de África desde Ceuta y Melilla. Ya en el s. XX las Conferencias de Algeciras (1906 y 1911) reconocen el derecho español a establecer un Protectorado. Tras un acuerdo de reparto con Francia (1912), se incluyen el Rif y Yebala.

España tuvo dificultades para garantizar el dominio efectivo sobre los rifeños: se rebelaron contra la presencia hispana, provocando la intervención del ejército, que sufrió la derrota del Barranco del Lobo, con la muerte de más de 1200 soldados. Estos sucesos contribuyeron a agravar la crisis de la llamada Semana Trágica de Barcelona.

Las tribus rifeñas se organizan en torno al líder Abd-el-Krim y, al acabar la I Guerra Mundial, España intenta fortalecer su dominio. En 1921 los generales Berenguer y Silvestre lanzan una ofensiva que acaba en fracaso ante Abd-el-Krim: derrota en Annual (julio de 1921) y 12 000 soldados muertos y 4000 heridos.

Este desastre provocó una crisis política, protestas y el descubrimiento de una trama de corrupción en los abastecimientos al ejército, que señalaba al propio Rey (Informe Picasso). La crisis terminó desencadenando el golpe de estado de Primo de Rivera. Primo, aliado con Francia en 1925, logró derrotar a los rifeños y estableció el dominio efectivo hasta 1956.

La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías

Tras las elecciones a Cortes Constituyentes de 1977 se procedió a la elaboración de la Constitución, aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978.

El texto fue consensuado por los principales partidos que concurrieron a las elecciones: se estableció una monarquía parlamentaria y un estado descentralizado (La España de las Autonomías) que respeta los derechos históricos de Cataluña y el País Vasco. Reconoce la soberanía popular, la división de poderes, el sufragio universal, un parlamento bicameral y un conjunto amplio de libertades, derechos y deberes de los ciudadanos. Destaca una jefatura del estado hereditaria (Monarquía), pero sin poderes políticos (el rey reina, pero no gobierna), la existencia de un Tribunal Constitucional y elecciones legislativas cada 4 años.

Se han creado 17 Autonomías, que retoman la experiencia republicana de 1931. La constitución establece el principio de autonomía regional (coloquialmente: "café para todos") e incluso antes del referéndum constitucional se crearon los entes preautonómicos de Cataluña y el País Vasco.

Los art. 151 y el 143 establecen dos velocidades para acceder a la autonomía, pero cada autonomía acabará teniendo competencias e instituciones similares: Estatuto de Autonomía, Asamblea Legislativa, Consejo de Gobierno y Presidente. El gobierno Central se reserva las competencias de política exterior, Defensa, Economía y Hacienda.

La Integración de España en la Comunidad Económica Europea

Durante la Dictadura franquista, España nunca tuvo acceso a las nuevas instituciones comunes de la Europa democrática, destacando el Mercado Común (Tratado de Roma).

Con la transición, España se planteó la necesidad de abrirse al exterior, incrementando su participación en organismos como el FMI, la OMS o la UNESCO, entre otras. La definitiva integración en la UE vendrá precedida del polémico ingreso en la OTAN, después de un referéndum muy ajustado convocado por Felipe González.

La España democrática firmó el Tratado de adhesión a la C.E.E. (Comunidad Económica Europea) - actual Unión Europea (UE) - en 1985. La adhesión significó grandes sacrificios a corto plazo, como la reconversión industrial y la privatización de empresas públicas, el recorte de la producción agrícola (leche, por ejemplo) y la renuncia a una parte de la independencia económica o políticas económicas proteccionistas.

España se convertirá en uno de los miembros más proeuropeistas, apoyando en 1987 el Acta Única Europea y el Tratado de Maastricht en 1991 (ciudadanía europea, derecho a votar en elecciones municipales y coordinación en políticas de justicia, emigración y terrorismo). Desde el siglo XXI se establece el euro.

El PIB per cápita ha pasado de un 75% de la media europea en 1970 a un 87% actualmente, la mejora de las infraestructuras y una mayor importancia de la balanza comercial.

La Semana Trágica, el Anticlericalismo y el Fin del Gobierno de Maura (1909)

Antonio Maura, líder del Partido Conservador propone la “revolución desde arriba” para impedir la revolución desde abajo: atajar el caciquismo (sin éxito) estableciendo la obligatoriedad del voto y la designación directa del candidato en ausencia de otros competidores; poder crear mancomunidades para satisfacer las reivindicaciones catalanas; regular la jornada laboral, el trabajo infantil y el de las mujeres; establecer el descanso dominical y esbozar una seguridad social.

La oposición se vio impulsada por los sucesos de 1909 (La Semana Trágica) en los que confluyen la oposición antimilitarista a la Guerra de Marruecos, las reivindicaciones obreras y autonomistas, junto al anticlericalismo de los republicanos de Lerroux.

Los ataques de los rifeños a las tropas españolas en Marruecos obligó al gobierno a reclutar reservistas, desencadenando una oleada de protestas populares, que se agravaron cuando 1200 soldados españoles fueron masacrados en el Barranco del Lobo. La revuelta derivó en incendios de iglesias y conventos, edificios públicos y la convocatoria de una huelga general. Maura recurrió al ejército para reprimir la revuelta, que se saldó con más de 100 muertos, mil detenidos y varias condenas a muerte.

El antiguo anarquista Ferrer i Guardia (fundador de la Escuela Moderna de Barcelona) fue acusado de promover la revuelta, juzgado y ejecutado sin respetar las garantías judiciales y a pesar de las protestas nacionales e internacionales. El gobierno de Maura quedó desprestigiado. Tras su dimisión y la convocatoria de elecciones en 1910, donde triunfó el lema “¡Maura no!”, formó gobierno Canalejas.

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