Historia de España: Desamortizaciones, Reinado de Isabel II y Carlismo

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Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz

Desamortización de Mendizábal (1836-1837)

Contexto: Esta desamortización tuvo lugar durante el reinado de Isabel II, tras la Primera Guerra Carlista y la regencia de María Cristina de Borbón. Se llevó a cabo bajo la dirección del ministro Juan Álvarez Mendizábal.

Objetivos principales:

  • Obtener recursos económicos para el Estado: La principal motivación de la desamortización de Mendizábal era obtener fondos para financiar el ejército y otras necesidades del Estado, especialmente tras los gastos provocados por la guerra civil y la consolidación del régimen liberal.
  • Redistribuir la propiedad de la tierra: Se buscaba acabar con el sistema de propiedades comunales y eclesiásticas, y favorecer la concentración de la propiedad en manos de particulares, especialmente burgueses y terratenientes liberales, como medida para modernizar el país y fortalecer la burguesía.

Desamortización de Madoz (1855-1856)

Contexto: Esta desamortización se llevó a cabo durante el reinado de Isabel II, bajo la dirección del ministro Pascual Madoz, en un contexto de crisis económica y tras el pronunciamiento militar conocido como la Vicalvarada.

Objetivos principales:

  • Obtener recursos económicos para el Estado: Al igual que en la desamortización de Mendizábal, uno de los principales objetivos de esta medida era obtener fondos para las arcas del Estado, que se encontraban en una situación precaria debido a la crisis económica y a los gastos militares.
  • Promover la desaparición del régimen señorial: La desamortización de Madoz buscaba poner fin al régimen señorial y la concentración de la propiedad de la tierra en manos de la nobleza y la iglesia, favoreciendo su venta y división entre pequeños propietarios y agricultores.

El Reinado de Isabel II: Etapas Políticas y el Papel de los Militares

Regencia de María Cristina (1833-1840)

Isabel II asumió el trono a la edad de tres años tras la muerte de su padre, Fernando VII. Su madre, María Cristina, ejerció la regencia en su nombre.

Durante esta etapa, se produjo una lucha de poder entre los liberales y los absolutistas, conocida como la Primera Guerra Carlista. Los militares jugaron un papel crucial en esta guerra, apoyando a uno u otro bando según sus afiliaciones políticas.

María Cristina implementó reformas liberales moderadas y promulgó la Ley Espartero en 1834, que estableció la libertad de imprenta y la libertad de asociación.

Gobierno de Espartero (1840-1843)

Tras la regencia de María Cristina, Baldomero Espartero asumió el poder como regente durante la minoría de Isabel II. Espartero, un militar liberal, gobernó con mano firme pero también enfrentó oposición.

Los militares desempeñaron un papel destacado durante este período, con divisiones internas entre los partidarios de Espartero y sus oponentes. La crisis política culminó en la revolución de 1843, conocida como la Vicalvarada, que llevó al exilio de Espartero y al fin de su regencia.

Década Moderada (1843-1854)

Tras la salida de Espartero, se estableció un período conocido como la "década moderada", durante el cual predominó el Partido Moderado en el poder. Se caracterizó por un gobierno conservador y autoritario, con una cierta estabilidad política.

Los militares mantuvieron una presencia significativa en la política durante esta década, aunque en general se mantuvieron leales al gobierno establecido.

Bienio Progresista (1854-1856)

En 1854, se produjo una revolución conocida como la "Revolución de 1854" o la "Vicalvarada", que derrocó al gobierno moderado y llevó al poder a los progresistas.

Durante este período, los progresistas llevaron a cabo una serie de reformas liberales, incluida la desamortización de Madoz. Sin embargo, su gobierno enfrentó oposición y división, lo que llevó a su caída en 1856.

El Sexenio Democrático (1868-1874): Conflictos y Consecuencias

Revolución de 1868 (La Gloriosa)

La Revolución de 1868, también conocida como La Gloriosa Revolución, fue un levantamiento popular que derrocó a la reina Isabel II y puso fin a la monarquía absoluta.

Consecuencias políticas:

  • Abolición de la monarquía absoluta y establecimiento de una monarquía constitucional.
  • Convocatoria de elecciones para una Asamblea Constituyente que redactaría una nueva constitución para España.

Guerra Civil Carlista (1868-1876)

La Guerra Civil Carlista fue un conflicto armado entre los partidarios del pretendiente carlista Carlos VII y las fuerzas gubernamentales lideradas por el gobierno provisional y luego por Amadeo I de Saboya.

Consecuencias políticas:

  • Debilitamiento de la monarquía y del gobierno provisional.
  • Aumento de la polarización política y social en España.
  • Contribuyó a la inestabilidad política y la incapacidad para establecer un gobierno duradero.

República y Amadeo I de Saboya (1873-1874)

Durante el Sexenio Democrático, se proclamó la Primera República Española en 1873, que fue un intento de establecer un régimen republicano en España. Sin embargo, esta república fue efímera y estuvo plagada de conflictos internos y divisiones.

Ante la inestabilidad republicana, se buscó la instalación de un monarca constitucional, y se eligió a Amadeo I de Saboya como rey de España en 1871.

Consecuencias políticas:

  • La proclamación de la Primera República Española y la elección de Amadeo I reflejaron la profunda división política y social en España.
  • La incapacidad de la República para resolver los problemas internos y mantener la estabilidad llevó a la abdicación de Amadeo I en 1873, lo que sumió al país en un nuevo periodo de inestabilidad política.

Partidos Políticos durante el Reinado de Isabel II

Liberales

Los liberales eran partidarios de reformas políticas que limitaran el poder absoluto de la monarquía y promovieran la participación popular en el gobierno.

Dentro del espectro liberal, existían diferentes corrientes ideológicas, como los moderados y los progresistas, que diferían en cuanto al alcance y ritmo de las reformas.

  • Los liberales moderados, liderados por figuras como Narváez y González Bravo, abogaban por reformas graduales y mantenían una postura conservadora en muchos aspectos.
  • Los liberales progresistas, representados por políticos como Espartero y O'Donnell, eran partidarios de reformas más radicales, como la abolición de los privilegios de la nobleza y la descentralización del poder.

Conservadores

Los conservadores defendían la monarquía absoluta y se oponían a las reformas liberales que amenazaban el orden social tradicional.

  • Entre los conservadores, destacaban los partidarios del carlismo, que abogaban por el restablecimiento de un monarca de la rama legitimista de los Borbones.
  • Los conservadores moderados, liderados por figuras como Bravo Murillo, buscaban conciliar el conservadurismo con ciertas reformas económicas y administrativas.

Republicanos

Los republicanos eran partidarios de abolir la monarquía y establecer una república en España.

  • Dentro de los republicanos, existían diferentes corrientes ideológicas, como los republicanos federales, que abogaban por una estructura federal para España, y los republicanos unitarios, que preferían un sistema centralizado.

Regionalistas

Surgieron movimientos políticos regionales, especialmente en Cataluña y el País Vasco, que buscaban una mayor autonomía política y cultural para estas regiones.

Estos movimientos, como el catalanismo y el nacionalismo vasco, tenían como objetivo la defensa de la identidad y los intereses regionales frente al centralismo del gobierno central.

El Carlismo: Ideario y Apoyos Sociales

El carlismo fue un movimiento político y militar que surgió en España a principios del siglo XIX en torno al apoyo a la causa de Carlos María Isidro de Borbón, conocido como Carlos V, como legítimo heredero al trono español tras la muerte de su padre, Fernando VII. El ámbito geográfico del carlismo abarcó principalmente regiones del norte de España, como Navarra, País Vasco, Cataluña, Aragón y partes de Castilla y León.

Ideario Carlista

  • Legitimismo monárquico: El carlismo defendía la legitimidad de Carlos María Isidro como rey de España, argumentando que él era el legítimo heredero según la Ley Sálica, que impedía la sucesión al trono por línea femenina.
  • Tradicionalismo y religiosidad: El carlismo abogaba por la defensa de los valores tradicionales, incluyendo el catolicismo como elemento fundamental de la identidad española, y se oponía a las ideas liberales y progresistas que consideraban contrarias a la tradición.
  • Fueros y regionalismo: Los carlistas defendían los fueros locales y regionales como una forma de autogobierno y resistencia al centralismo del gobierno en Madrid. Esta defensa de los fueros fue especialmente relevante en regiones como Navarra y el País Vasco.
  • Anticentralismo: El carlismo se oponía al centralismo del Estado y abogaba por una estructura política descentralizada que respetara la autonomía de las regiones y provincias.

Apoyos Sociales

  • Nobleza: La nobleza española, especialmente en regiones como Navarra y País Vasco, era un importante sostén del carlismo debido a su defensa de los valores tradicionales y los fueros locales.
  • Campesinado: En muchas zonas rurales del norte de España, el campesinado se identificaba con el carlismo debido a su oposición a las reformas liberales que afectaban a sus derechos y modos de vida tradicionales.
  • Clero: Parte del clero católico español apoyaba al carlismo debido a su defensa de la religión católica y su oposición a las políticas laicas y anticlericales de los gobiernos liberales.

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