Historia Económica y Social del País Vasco: Industrialización, Concierto Económico y Movimientos Sociales

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Historia Económica y Social del País Vasco

1. Conciertos Económicos en el País Vasco

El Concierto Económico regula las relaciones tributarias y financieras entre el Estado español y el País Vasco, siendo clave para su autonomía fiscal. Se fundamenta en la Constitución, que respeta los derechos históricos forales, y en el Estatuto de Autonomía, que permite a las instituciones vascas regular su sistema tributario.

Establecido en 1878 tras la abolición de los Fueros, fue renovado en varias ocasiones hasta su anulación parcial en 1937 durante la dictadura. En 1981, se firmó un nuevo Concierto gracias al Estatuto de Autonomía de 1979. Este acuerdo, reformado en 2002 con carácter indefinido, consolidó el marco actual.

El sistema incluye características clave: acuerdo entre ambas partes, potestad normativa propia, autonomía en la gestión tributaria y riesgo unilateral, donde el País Vasco asume los resultados de su recaudación. Además, contribuye al Estado según criterios como gastos en competencias no asumidas por la comunidad.

2. La Revolución Industrial Vizcaína: Causas y Consecuencias

Industria

La industrialización transformó el País Vasco con avances en siderurgia, minería, transporte y electricidad, diversificando su economía. La siderurgia creció gracias al horno Bessemer y al hierro de alta calidad de Bizkaia, mientras el proteccionismo estatal desde 1891 fomentó el mercado interno. La minería, destacando en zonas como Triano, abasteció a Europa, liderada por empresas como Orconera. La burguesía local fundó industrias clave, como Altos Hornos de Bizkaia (1902). Astilleros modernizaron la construcción naval, apoyados por bancos como Bilbao y Vizcaya que financiaron el desarrollo. Ferrocarriles, puertos y sectores químicos completaron este auge, transformando el transporte y la economía.

Sociedad

La industrialización acentuó desigualdades sociales entre la burguesía, que controlaba la economía, y el proletariado, que vivía en condiciones precarias. Ciudades como Bilbao sufrieron problemas de salud pública y contaminación. Culturalmente, el teatro, el cine y el fútbol se popularizaron, mientras el castellano predominó en áreas industriales debido a la inmigración laboral.

3. La Industrialización en Gipuzkoa

La industrialización en Gipuzkoa comenzó más tarde que en otras regiones, pero de forma equilibrada, extendiéndose por todo el territorio. Se caracterizó por el desarrollo de pequeñas fábricas que aprovechaban recursos locales, como los ríos caudalosos que proporcionaban energía hidráulica. Destacaron proyectos como la primera central hidroeléctrica de Le Morte, el puerto de Pasajes y el ferrocarril de San Sebastián, que impulsaron la economía regional.

El capital provenía de burgueses de San Sebastián, empresarios franceses, propietarios rurales y comerciantes enriquecidos. Entre los sectores destacados se encuentran la industria textil en Andoain, Asarte y Bergara; la siderurgia con Unión Cerrajera en Arrasate; y la industria papelera en el río Oria, con fábricas como La Esperanza. Empresas como CAF y Patricio Echeverría S.A. también tuvieron gran impacto. Durante la Primera Guerra Mundial, la industria prosperó, aunque las desigualdades sociales y las raíces rurales siguieron presentes.

El Pluralismo Vasco en la Restauración

Crecimiento Demográfico e Inmigración

Entre 1877 y 1900, la población vasca creció un 34%, especialmente en Bizkaia, impulsada por la industrialización en la ría de Bilbao, que atrajo a inmigrantes. Estos representaron el 76% de la población activa al inicio del siglo XX. La inmigración generó cambios culturales, transformando tradiciones locales, y provocó la desaparición del caserío en áreas urbanas. Socialmente, surgieron nuevos movimientos políticos que reflejaban los intereses de la clase obrera.

Esquema Político

El socialismo y el nacionalismo se consolidaron como fuerzas principales. Los partidos dinásticos se aliaron contra el nacionalismo, mientras los republicanos, liderados por Indalecio Prieto, avanzaron con el apoyo socialista. El PNV, fundado en 1895 por Sabino Arana, promovió la independencia vasca, el euskera y el catolicismo.

En el ámbito obrero, surgieron movimientos como el comunismo y el sindicato ELA, que vinculó ideales abertzales y enseñanzas sociales de la Iglesia.

Librecambismo y Proteccionismo (1893)

«No, aquí no ocurre otra cosa sino que por medio de tratados tan funestos como el hispano-alemán el proyecto se va a echar abajo y deshacer toda una gran labor del régimen arancelario vigente; y semejante proceder causará una gran desventura al país, a no dudarlo; no sólo porque quedaría sentado un precedente fatal que acabaría con toda iniciativa industrial en lo futuro, sino también porque recibirían herida de muerte tanto las fábricas implantadas en su mayoría, casi en su totalidad, al amparo actual del régimen arancelario, como las grandes reformas y ampliaciones hechas en las anteriormente instaladas. Y la muerte de esa actividad industrial, entendedlo bien, alcanzaría a Altos Hornos en sus nuevas instalaciones de calderería y fabricación de maquinaria; a la producción de acero; a Talleres de Deusto en sus aceros moldeados y construcción de máquinas y material de tracción; a Aurrerá en sus importantísimas fundiciones de tubos, sus manufacturas de acero; a Talleres de Zorroza y a los de Miravalles en sus construcciones de puentes, vagones, edificios y calderería (…) y a otras muchas, en fin, que sería prolijo enumerar en este momento. Y no os hablo, señores, de fábricas de proyecto de importancia extraordinaria que no me es lícito especificar ahora y cuya instalación depende de la continuación del arancel de 1892. Para evitar tan desastrosos efectos, tan tremenda ruina que alcanzaría en iguales proporciones que a Vizcaya a otras importantísimas regiones de España, dejándose sentir su influencia en la nación toda, hemos de pedir enérgicamente al Gobierno que no se salga de lo prescrito, que no derrumbe tan atropellada y despiadadamente el actual régimen protector, y que deseche, por lo tanto, ese absurdo tratado hispano-alemán». Fuente: Federico Echevarria, Meeting protesta contra los Tratados de Comercio celebrado en Bilbao el día 9 de Diciembre de 1893.

Contexto Histórico

El proceso de industrialización en el País Vasco varió según la zona y el periodo. Vizcaya experimentó un fuerte crecimiento siderúrgico a finales del siglo XIX, mientras que Guipúzcoa avanzó de manera más lenta y diversificada, consolidándose en el siglo XX. Álava y Navarra, por su parte, siguieron siendo regiones principalmente rurales hasta mediados del siglo XX.

La siderurgia vizcaína se desarrolló gracias a su tradición minera, ubicación estratégica, calidad del mineral y la existencia de una burguesía y mano de obra cualificada. Entre 1839 y 1872, con el traslado de aduanas a la costa en 1841 y los avances técnicos, surgieron las primeras industrias siderúrgicas. El crecimiento se aceleró tras la abolición de los fueros y la instauración del Concierto Económico en 1878, que facilitó la inversión industrial.

La competencia extranjera, sin embargo, dificultó su expansión, lo que llevó a España a adoptar políticas proteccionistas durante la Restauración.

La ley arancelaria de 1891, impulsada por Cánovas, protegió a los sectores industriales vascos y catalanes mediante impuestos a los productos extranjeros.

Ante la amenaza de un tratado comercial con Alemania que proponía reducir aranceles, los empresarios vascos reaccionaron.

En 1893, se organizó un mitin en Bilbao, donde la burguesía vasca y catalana rechazaron el librecambio. Federico Echevarría pronunció un discurso clave en el evento, y en 1894 se fundó la "Liga de Productores de Vizcaya", lo que logró que se abandonara el tratado y se mantuviera vigente la ley arancelaria de 1891.

Fragmento de la novela «El Intruso» (1904)

Era la «casa de peones» (obreros, clase baja, jornaleros...) el miserable albergue de las montañas mineras (minería y siderurgia), donde se amontonan los jornaleros. (…) Aresti pensó con tristeza en las noches transcurridas en este tugurio (viviendas o lugares, en mal estado). Llegaban los peones fatigados de romper los bloques arrancados por los barrenos, de cargar los pedruscos en las vagonetas, arrastrarlas hasta el depósito de mena (se refiere a la parte de un yacimiento que contiene la concentración suficiente de un mineral para que sea rentable su extracción) y devolverlas al sitio de partida (cómo era el trabajo, duro). Después de una mala cena de alubias y patatas con un poco de bacalao o tocino, dormían en aquel tabuco, sin quitarse más que las botas y algunas veces el chaquetón, conservando las ropas, impregnadas de sudor o mojadas por la lluvia (situación precaria, dietas de comida precarias, riesgo de enfermedades por la falta de salubridad). El aire estancado bajo un techo que podía tocarse con las manos hacíase irrespirable a las pocas horas, espesándose con el vaho de tantos cuerpos, impregnándose del olor de suciedad (suciedad, falta de salubridad, casas pequeñas sin ventilación (falta de alcantarillado). Los parásitos anidados en los pliegues del camastro, en las junturas de madera, en los agujeros del techo, salían de caza con la excitación del calor, ensañándose al amparo de la obscuridad en los cuerpos inánimes que dormían con el sueño embrutecedor de la fatiga (exposición a enfermedades, lo que puede indicar un alto grado de mortalidad). En las noches tormentosas, cuando el viento pasaba de parte a parte de la casucha por sus resquicios y grietas, amenazando derribarla, los cuerpos vestidos y malolientes se buscaban ansiando calor. Los sudores se juntaban, las respiraciones se confundían, la suciedad era fraternal. (…) EL PRIMER PÁRRAFO TRATA SOBRE LAS CONDICIONES INSALUBRES EN LAS QUE VIVIAN LAS CLASES MÁS BAJAS, OBREROS, JORNALEROS, ETC.

La cantera era el peor enemigo del obrero rebelde. En las minas de galerías subterráneas, con sus peligros que exigen cierta maestría, el personal no era fácil de sustituir; necesitaba cierto aprendizaje. (Falta de personal, de experiencia y gran riesgo de accidente). Pero en las prodigas Encartaciones (la zona rica en minerales por excelencia) el hierro forma montañas enteras; la explotación es a cielo abierto (sin el riesgo de los accidentes de la época en el interior de las minas); sólo se necesita hacer saltar la piedra, recogerla y trasladarla, cavar y romper como en la tierra del campo, y el bracero, empujado por el hambre, llegaba continuamente en grandes bandas a sustituir sin esfuerzo alguno a todo el que abandonaba su puesto protestando contra el abuso (el trabajo muy físico sin tener una alimentación acorde a la situación). Mientras no se cortase esta corriente continua de hombres, mientras no se estancara la población obrera de las Encartaciones, era difícil que el trabajo conquistase sus derechos. CONDICIONES DE TRABAJO EN LAS CANTERAS Y EN LAS MINAS TEMA 6. Vicente Blasco Ibáñez, El intruso, Valencia, 1904.

Ubicación

Es un fragmento de la novela política "El intruso" de Vicente Blasco Ibáñez, publicado en 1904. Es de tipo narrativo socio-cultural, siendo una fuente primaria que hace referencia a la sociedad, proletarios y a las malas condiciones. Es un texto público, pero quienes tenían acceso a la información y podían leer, principalmente, eran los burgueses.

Análisis

El texto está dividido en 2 párrafos describiendo las condiciones de vida de los trabajadores de las minas de Bizkaia (y también los lugares de trabajo).

En el primer párrafo, se presenta al testigo Aresti, quien en la novela representa al doctor Areilza. A través de su relato, describe las difíciles condiciones de los trabajadores, quienes, después de jornadas extremadamente duras, apenas recibían comida y esta era de baja calidad. También se detallan las viviendas o barracones donde residían: espacios reducidos, sucios, sin ventilación y fríos, reflejando de forma cruda el ambiente del lugar, con los mineros sucios, apiñados y durmiendo en condiciones insalubres, rodeados de un hedor insoportable.

En el siguiente párrafo, se aborda el tipo de trabajo en las minas, diferenciando entre el trabajo en la superficie y el de las minas subterráneas. En las canteras, donde no se requería formación, llegaban continuamente forasteros en busca de empleo, principalmente personas sin preparación que huían del hambre en sus lugares de origen. Se destaca que la cantera representaba un obstáculo para los trabajadores que luchaban por sus derechos, ya que la inmigración masiva dificultaba la consecución de mejoras laborales.

trabajadora.

Contexto Histórico

La industrialización en Euskal Herria, especialmente en Bizkaia, comenzó a mediados del siglo XIX. Tras el traslado de las aduanas a la costa en 1841, la burguesía de Bilbao comenzó a invertir en la industria, pero fue la exportación de hierro no fosfórico de Somorrostro, facilitada por la invención del convertidor Bessemer en 1855, la que proporcionó el capital necesario.

En 1863 se permitió la exportación de mineral y, con la ley de 1868, la minería creció rápidamente, atrayendo inversión extranjera. Aunque la Tercera Guerra Carlista interrumpió el proceso, el fin de la guerra en 1876 y la abolición de los fueros, junto con el Concierto Económico de 1878, favorecieron el desarrollo. Entre 1880 y 1890, las ganancias de la exportación de hierro se reinvirtieron en la industria siderúrgica local.

La minería impulsó una gran inmigración y transformaciones socioeconómicas, como la urbanización y el surgimiento de la conciencia de clase. En 1890, una huelga logró avances como la jornada de 10 horas, aunque la de 1892 fracasó. El socialismo, liderado por Perezagua, fue ganando fuerza y alcanzó madurez en 1911, con huelgas que consiguieron derechos laborales como la jornada reducida y contratos colectivos.

Simultáneamente, el nacionalismo vasco fundó en 1911 la Solidaridad de Trabajadores Vascos (ELA), un sindicato cristiano vinculado al PNV, que se oponía al socialismo por considerarlo una ideología ajena.

Importancia

El intruso es una obra de fuerte contenido político en la que Vicente Blasco Ibáñez utiliza la figura de Luis Aresti para reflejar las tensiones sociales y económicas de la Vizcaya industrial a finales del siglo XIX. La novela muestra el conflicto entre los carlistas, el proletariado minero y la burguesía liberal, y denuncia las pésimas condiciones de vida y trabajo de los obreros, destacando las desigualdades provocadas por la industrialización.

Con un estilo descriptivo y crítico, Blasco Ibáñez da voz a los más oprimidos y expone las contradicciones de un sistema que, aunque genera riqueza, lo hace a costa de la explotación de la clase trabajadora.

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