Historia Completa de las Guerras Carlistas: Un Legado Duradero

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,57 KB

La Primera Guerra Carlista (1833-1840)

La Primera Guerra Carlista fue un conflicto civil que asoló España durante siete años, enfrentando a los partidarios de Carlos María Isidro de Borbón (carlistas) contra los defensores de Isabel II (liberales).

Primera Etapa (1833-1835)

Esta fase abarca desde la proclamación de Carlos V (hermano de Fernando VII) en 1833 hasta la muerte del general carlista Tomás de Zumalacárregui, durante el sitio de Bilbao en 1835. Zumalacárregui, quien se hallaba al mando de las tropas carlistas del norte, logró organizar un ejército con el que conquistó importantes plazas como Tolosa, Durango, Vergara y Éibar. Sin embargo, fracasó en Bilbao, donde encontró la muerte, dejando a los carlistas privados de su mejor estratega.

Segunda Etapa (1836-1840)

Esta etapa se extiende desde 1836 hasta 1840. La guerra se decantó hacia el bando liberal a partir de la victoria del general Baldomero Espartero en Luchana (1836), que puso fin al sitio de Bilbao. En 1837, fracasó la toma de Madrid por Don Carlos y el intento de extender el carlismo por toda España. La debilidad de los carlistas propició su división entre los partidarios de un pacto con los liberales moderados y aquellos decididos a continuar la guerra.

En 1839, se firmó el Convenio de Vergara entre el general Rafael Maroto y Espartero, que puso fin a la guerra en el norte. Finalmente, en 1840, Espartero acabó con el último reducto carlista del general Ramón Cabrera en el Maestrazgo.

La Segunda Guerra Carlista (1846-1849)

Más que una guerra civil, la Segunda Guerra Carlista fue una insurrección o levantamiento popular que tuvo lugar principalmente en distintos puntos de Cataluña, donde el carlismo seguía siendo la mayor fuerza opositora al liberalismo. El pretendiente al trono, Carlos VI (también conocido como el Conde de Montemolín), trató de hacerse con la corona con el único respaldo de los guerrilleros catalanes.

Los carlistas intentaron acceder al poder casando al nuevo pretendiente, Carlos VI, con Isabel II. Sin embargo, el matrimonio de esta con su primo Francisco de Asís de Borbón frustró los intentos de Don Carlos, quien instigó a los campesinos a alzarse contra el gobierno. La situación de las zonas rurales en torno a 1845 era precaria, lo que provocó un profundo malestar entre la población del campo.

En febrero de 1846, el carlista Benet Tristany saqueó Cervera (municipio de Lérida), y con este acto dio comienzo la Segunda Guerra Carlista. En la ciudad de Solsona (Lérida) se formaron diversas partidas de pocos integrantes, comandadas por un líder local. El gobierno liberal envió al general Manuel Pavía con 40.000 soldados para combatir a los guerrilleros. No obstante, estos, que a finales de año no eran más de 4.000, crecieron rápidamente en número, hasta alcanzar los 10.000 efectivos en 1848.

Ese mismo año, Carlos VI llamó a Ramón Cabrera, el gran general carlista, para que comandase las partidas y crease un verdadero ejército. Cabrera acudió, a pesar de ser consciente de que la guerra no tenía una salida favorable para los carlistas. En 1848, Cabrera trató de organizar el llamado Ejército Real de Cataluña, pero fracasó. Finalmente, en 1849, varios líderes fieles a Don Carlos depusieron las armas, marcando el fin de este conflicto.

Entradas relacionadas: