Historia de Bizancio: Desde la Fundación de Constantinopla hasta su Caída

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Fundación y Evolución del Imperio Bizantino

Es comúnmente aceptado comenzar el estudio del Imperio Bizantino por su fundación. El reinado de Constantino y la fundación de Constantinopla marcan un hito crucial. Cada año, hasta la caída del imperio, se celebraba el aniversario de este evento. Constantino buscaba establecer una ciudad que sirviera como capital del Imperio, no simplemente como una residencia temporal.

Consideraciones sobre la Periodicidad Histórica

Al analizar la historia bizantina, es importante considerar la periodicidad y las divisiones temporales:

  • Márgenes más amplios que las dinastías: Los cambios históricos pueden ocurrir en periodos mucho más extensos que el reinado de una dinastía. Si bien las dinastías son útiles como referencia, no siempre son adecuadas para dividir procesos históricos complejos. Es fundamental estudiar los procesos de transformación a largo plazo.
  • Periodizaciones de manuales: Estas divisiones son útiles desde un punto de vista didáctico, pero no siempre reflejan la realidad histórica. Son reglas mnemotécnicas y normas pedagógicas que facilitan el estudio, pero no deben tomarse como absolutas.
  • Delimitaciones generales de la Edad Media: Estas delimitaciones son imprecisas y no se corresponden exactamente con la historia bizantina. Bizancio tiene sus propios tiempos históricos, que no coinciden con los de Occidente.

Etapas de la Historia Bizantina

Se pueden distinguir tres grandes periodos en la historia bizantina:

Época Protobizantina o Periodo Temprano

Desde la fundación de Constantinopla hasta la muerte de Heraclio. Este periodo se caracteriza por la estructuración de la Iglesia y el surgimiento de herejías. En el ámbito externo, destacan las luchas contra árabes y germanos.

Época Bizantina Media o Periodo Medio (641-1204)

Desde la muerte de Heraclio hasta la Cuarta Cruzada. Se subdivide en dos fases:

  • Primer periodo (641-843): Hasta Teófilo inclusive, incluyendo la primera fase iconoclasta.
  • Segundo periodo (843-1204): Desde Miguel III hasta la Cuarta Cruzada.

Estos siglos son a menudo denominados "siglos oscuros", aunque sería más preciso llamarlos "siglos menos conocidos". Se considera que este es el periodo verdaderamente medieval y bizantino. Se produce una reestructuración significativa debido al auge del Islam. Bizancio pierde sus provincias más ricas, lo que representa un duro golpe territorial y, sobre todo, económico, al perder su principal fuente de sustento: el trigo. A pesar de esto, el imperio no sucumbe, sino que se reestructura. A nivel externo, Bizancio se enfrenta al Islam, independientemente del califato dominante. También se enfrenta a los latinos durante las Cruzadas, que no son meras controversias religiosas, sino conflictos políticos.

Época Tardobizantina o Periodo Tardío (1204-1453/1461)

Desde la Cuarta Cruzada hasta la caída de Constantinopla.

La Elección de Constantinopla como Nueva Capital Imperial

Constantino el Grande concibió la idea de crear una nueva capital tras derrotar a Licinio. Se percató de la necesidad de una ciudad fuerte en esa parte del Imperio para poder defenderse de las amenazas provenientes de ese frente. Esta nueva capital no fue inicialmente concebida como una residencia, sino como una nueva Roma y como capital del Imperio. Roma se encontraba ya demasiado alejada de los frentes de batalla. El eje mediterráneo estaba en declive, mientras que el frente oriental se había convertido en el más peligroso para el Imperio en el siglo IV.

Inicialmente, se consideró fundar la ciudad en lo que hoy es Sofía, Bulgaria. Sin embargo, tras evaluar la situación geográfica, se optó por una pequeña ciudad con una ubicación mucho más estratégica: la antigua ciudad helenística de Bizas, que más tarde se convertiría en Constantinopla. Esta nueva capital del Imperio se fundó en el año 330.

En esta época, la capital del Imperio era móvil: la capital se establecía dondequiera que el emperador se encontrara. Constantinopla, en cambio, sería una capital fija. Se la dotó de los elementos necesarios para consolidarse como tal, incluyendo un Senado.

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