Historia de Al-Ándalus: Emirato, Califato y Reinos de Taifas

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,81 KB

Al-Ándalus: la conquista musulmana de la península Ibérica. Emirato y califato de Córdoba.

La conquista fue rápida debido a la inestabilidad política que reinaba en Hispania, donde el rey visigodo Rodrigo no era reconocido por una parte importante de la nobleza. En el año 711 llegaron los conquistadores con un pacto de capitulación con los miembros de la aristocracia visigoda contraria al monarca. En este año tuvo lugar la batalla de Guadalete en la que murió el rey Rodrigo. Desde entonces y en tan solo diez años, los musulmanes conquistaron toda la Península Ibérica. Las incursiones de los ejércitos musulmanes al norte de los Pirineos les costaron su derrota frente al rey de los francos en la batalla de Poitiers (732). La Península recibió el nombre de Al-Ándalus y pasó a ser un emirato musulmán dependiente del califato de Damasco, bajo la dirección de un emir desde Sevilla. Los únicos territorios fuera de dominio musulmán fueron las zonas del norte donde se formaron reinos cristianos.

Durante los primeros años, la principal amenaza contra el dominio árabe fueron las amenazas internas. Para sofocar estas disidencias, desde Damasco enviaron guerreros sirios, que se asentaron en Al-Ándalus. Tras el asesinato de los Omeyas se inició la dinastía abasí, el último Omeya, Abderramán I, que llegó a la Península y consiguió el apoyo de los sirios que residían en esta, llegó a Córdoba y se proclamó emir políticamente independiente del poder musulmán.

El poder musulmán en esta época se consolidó y reorganizó. Más tarde, en el 929 Abderramán III se proclamó califa y se inició el califato de Córdoba. El califa estrechó las relaciones políticas y comerciales con el norte de África y con numerosos reinos cristianos peninsulares. El siglo X en al-Ándalus fue una época de crecimiento económico y cultural debido al mecenazgo de la ciencia, la cultura y las artes.

Al-Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí.

Tras la muerte de Almanzor, comenzaron una serie de luchas por el poder en el califato de Córdoba que llevaron a su disolución y división en numerosos reinos de taifa (1031). Al frente de cada uno había una dinastía distinta perteneciente a uno de los grupos étnicos de la aristocracia andalusí. Su escasa efectividad militar se complicaba con los constantes enfrentamientos entre ellos. Por otro lado los reinos cristianos eran militarmente superiores y cobraban tributos (parias) a los musulmanes en concepto de protección y vasallaje. La conquista de Toledo por parte de los cristianos (1085) obligó a varias taifas a pedir ayuda a los almorávides, un pueblo bereber de guerreros que estaban formando un imperio en el norte de África. Estos derrotaron al ejército castellano y ocuparon las ciudades andalusíes más importantes, imponiendo temporalmente la unidad. Sin embargo pronto tuvieron que replegarse de nuevo hacia el norte de África para sofocar numerosos levantamientos en su contra. Entre los sublevados logró imponerse el movimiento religioso unitarista de los almohades. Pero tampoco fueron capaces de mantener las largas campañas militares requeridas para contrarrestar el progreso de los ejércitos cristianos. Tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) comenzó el declive almohade, dando lugar a la creación de nuevos y débiles reinos de taifa que pronto cayeron bajo el poder cristiano.

Sólo sobrevivió el reino nazarí de Granada, fundado por Muhammad I, que se mantuvo durante doscientos años como último enclave andalusí, gracias a unas complicadas relaciones con Castilla, de la que era teóricamente vasallo. En el siglo XV las luchas civiles se multiplicaron y el último monarca negoció con los Reyes Católicos las condiciones de capitulación definitiva del reino en 1492.

Entradas relacionadas: