Hispania Romana: Conquista, Romanización y Legado del Imperio
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Hispania Romana: Conquista y Establecimiento del Imperio
Roma, bajo el mando del general Escipión, inició la conquista de la península ibérica. El ejército romano se dirigió a Tarragona, cruzó el Ebro y dominó toda la costa hasta Cartago. En el 206 a.C., el último general cartaginés fue expulsado de la península, aunque los cartagineses mantuvieron durante algún tiempo su dominio en las Baleares.
La conquista fue dura; se tuvieron que sofocar numerosas rebeliones y los pueblos indígenas fueron obligados a pagar tributos. El siglo I a.C. estuvo marcado por conflictos internos en Italia, donde Julio César y Pompeyo se disputaban el poder. Esto se reflejó en Hispania, donde se enfrentaron los partidarios de uno y otro. Pompeyo fue vencido en Lérida y asesinado en Egipto. Esta victoria puso fin a la guerra civil, abriendo un periodo de paz de casi tres siglos que hizo posible la difusión de la cultura romana por todos los territorios sometidos.
El Proceso de Romanización en Hispania
Los romanos impusieron su modelo de organización política, administrativa, social y económica, un proceso conocido como Romanización. Sus pilares fundamentales fueron:
- El latín vulgar, que sustituyó progresivamente a las lenguas ibéricas.
- El derecho romano, que tendría una gran influencia en el futuro sistema legal.
- La creación de latifundios de propiedad privada que utilizaban mano de obra esclava.
- La organización del trabajo en el campo en torno a villas o casas de campo.
Su máxima expresión tuvo lugar en la época de Augusto. La costa y el sur destacaron por la producción y comercialización de vino y aceite, que constituían la principal riqueza de Hispania.
Organización Territorial de la Península Romana
Los romanos dividieron el territorio de Hispania en provincias, adaptando su estructura administrativa a lo largo del tiempo:
Año 197 a.C.:
La República Romana dividió Hispania en dos provincias: la Citerior y la Ulterior.Año 27 a.C.:
Augusto dividió la Ulterior en Lusitania y Bética, y dio a la Citerior el nombre de Tarraconense.Año 212 d.C.:
Se separó de la Tarraconense la parte noroeste, nombrándola Gallaeica.Año 293 d.C.:
Diocleciano llevó a cabo una nueva división provincial, estableciendo Bética, Lusitania, Gallaeica, Tarraconense, Cartaginense y Baleárica.
Decadencia del Imperio Romano y Fin de la Hispania Romana
En el siglo III d.C., el Imperio Romano inició un proceso de decadencia. Las ciudades romanas sufrieron las invasiones de los pueblos bárbaros. Germanos y francos cruzaron el Rin, ocuparon la Galia y llegaron a Hispania. Las ciudades entraron en crisis y decayó el comercio con Roma, lo que provocó una profunda crisis económica y social.
Tras la muerte de Teodosio, el Imperio se dividió definitivamente en dos: el de Oriente y el de Occidente. En Occidente, el vacío de poder fue ocupado por los pueblos germánicos. De este modo, a principios del siglo V, los visigodos se establecieron en Hispania, marcando el fin de la era romana en la península.