Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP): Comprensión y Manejo Integral de la Salud Masculina

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Patología Prostática Benigna: Un Abordaje Completo

Recuerdo Anatómico de la Próstata

La próstata es una glándula que pertenece al aparato genitourinario masculino. No es homogénea desde ningún aspecto y se divide en dos lóbulos o zonas, según la división de Gil-Vermet:

  • Glándula craneal: Es el origen de la hipertrofia benigna de próstata (HBP).
  • Glándula caudal: Es el origen del cáncer de próstata.

Es crucial recordar que el cáncer de próstata nunca se origina en la glándula craneal.

Zonas de la Próstata

La próstata se compone de cinco zonas, visibles en cortes sagitales:

  • Zona de estroma fibromuscular anterior: Es la única de las cinco zonas que no contiene glándulas.
  • Zona periférica: Aquí se originan el 90-95% de los cánceres de próstata. Es muy raro, pero posible, que el cáncer de próstata se origine en la zona de transición.
  • Zona de transición: Es la zona de la que se origina el adenoma (hiperplasia benigna).
  • Zona central: Muy excepcionalmente se da cáncer a este nivel.
  • Zona preprostática.

Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) o Adenomiofibroma

Introducción a la HBP

La Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) afecta a varones a partir de la quinta década de vida. Mientras que el carcinoma se origina en la glándula caudal, la HBP se origina en la glándula craneal.

La HBP se produce como consecuencia del proceso hiperplásico que tiene lugar en los acinos y el estroma. Si la hiperplasia tuviera lugar solo en el acino, se produciría un adenoma de próstata. Sin embargo, dado que se produce en el estroma, donde encontramos fibras de colágeno, se denomina adenofibromioma.

La hiperplasia se podría dar fundamentalmente en la zona de transición, que es el segundo lugar más común para el cáncer de próstata.

Diagnóstico de la HBP

La HBP condiciona un aumento de tamaño de la próstata que puede darse en tres direcciones: hacia la uretra, la vejiga o el recto. La próstata puede crecer en las tres direcciones o en una más que en otra, lo que justifica que con la exploración física sola no se pueda establecer el diagnóstico definitivo.

Cuando el crecimiento de la próstata es hacia arriba y hacia la uretra, incluso un crecimiento pequeño, puede producir obstrucción de la uretra y, como consecuencia, afectar la salida de la orina, dando lugar a la siguiente sintomatología:

  • Disminución de la potencia del chorro miccional.
  • Goteo al final de la micción.
  • Retención de orina.
  • Irritabilidad de la vejiga.
  • Polaquiuria (aumento de la frecuencia miccional).
  • Alteración a nivel de la pared vesical.

En la vejiga desembocan los uréteres. La desembocadura no es directa, sino oblicua, para que cuando la vejiga se contraiga no se produzca reflujo vesicoureteral. Los uréteres están situados en medio de la pared vesical, así, cuando la vejiga se contrae, se cierran y evitan el reflujo; este es otro mecanismo antirreflujo.

Una próstata aumentada de tamaño provoca que la vejiga se contraiga con más frecuencia, hipertrofiándose la pared vesical, lo que comprime los uréteres de forma permanente. La orina no fluye, produciéndose dilatación de las vías excretoras, lo que lleva a la hidronefrosis. Si la hidronefrosis es bilateral, se produce una uropatía y, en consecuencia, insuficiencia renal postrrenal.

Otra consecuencia es el divertículo vesical por agotamiento de la vejiga, separándose las fibras musculares unas de otras y produciéndose una evaginación de la mucosa vesical. La orina de dentro del divertículo no puede salir, siendo un buen caldo de cultivo para las bacterias y la producción de cálculos, ya que precipitan los componentes de la orina.

En resumen, cuando el proceso obstruye la luz ureteral, se ocluye la salida de la orina, lo que lleva a la obstrucción de la vejiga. Los pacientes presentan síntomas funcionales y urinarios.

Pruebas Complementarias para la HBP

Para un diagnóstico preciso de la HBP, se utilizan diversas pruebas:

  • Analítica de sangre y orina: Se evalúan los niveles de urea y creatinina, y se cuantifican los sedimentos (normales o anormales).
  • Tacto rectal: Permite valorar:
    1. Tamaño: Plano (cuando no se palpa nada), grado I (cuando empieza a crecer un poco), grado II (crece más), grado IV (lobulación mayor).
    2. Consistencia: En HBP es fibroelástica, mientras que el cáncer es duro o pétreo.
    3. Movilidad: En cáncer es fija y dura, y en HBP es móvil.
    4. Morfología: Simétrica o asimétrica.
  • Ecografía abdominal: Permite valorar:
    1. Repercusión sobre la vía excretora superior: Evaluar la existencia de hidronefrosis y afectación del riñón, así como cálculos.
    2. Repercusión de la vía excretora inferior: Espesor del músculo detrusor (que está aumentado por las contracciones repetitivas), divertículos, litiasis dentro de divertículos, y residuo postmiccional.
    3. Próstata: Tamaño y morfología.
  • Ecografía transrectal: Se utiliza para hacer biopsia dirigida. No está indicada en HBP.
  • Urografía intravenosa: En caso de dudas. Ofrece la misma información que la ecografía, excepto el residuo postmiccional y el volumen prostático. No se debe abusar de esta prueba.
  • Pielografía ascendente: Si existen dudas, aunque no es necesaria en la HBP.

En el 99% de los casos, con ecografía y urografía es suficiente para el diagnóstico.

Tratamiento de la Hiperplasia Benigna de Próstata

Tratamiento Conservador o Farmacológico

Este tratamiento incluye:

  1. Tratamiento empírico: Basado en productos naturales.
  2. Tratamiento con base científica:
    • Inhibidores de la 5-alfa reductasa: Bloquean el paso de testosterona a DHT y el crecimiento de la glándula.
    • Inhibidores alfa-bloqueantes: Inhiben la contracción, disminuyen el proceso obstructivo y facilitan la salida de orina, pero su efecto secundario es la hipotensión.

Si el tratamiento farmacológico falla, se recurre al tratamiento quirúrgico.

Tratamiento Quirúrgico

Existen dos enfoques principales:

  1. Tratamiento endoscópico:
    • El procedimiento más común es la Resección Transuretral (RTU).
    • Se emplea un resectoscopio que tiene un endoscopio y un resector transuretral.
    • A través de la uretra se introduce un bisturí que coagula y extirpa el tejido.
    • También se puede realizar con láser.
  2. Cirugía abierta:
    • Se extirpa la glándula craneal, dejando la caudal.
    • Al extirpar la glándula craneal, queda un hueco.
    • Se introduce una sonda con balón y al final de la semana se retira la sonda. Su función es drenar la orina de la vejiga y comprimir la pared de la glándula caudal para que no sangre.
    • Esto es una adenomectomía, no confundirlo con la prostatectomía, que es la extirpación de toda la próstata.

Algoritmo de Tratamiento

  • El tratamiento conservador se aplica siempre que el paciente no esté en insuficiencia renal.
  • Si el tratamiento conservador no funciona, se pasa al quirúrgico.
  • Según el volumen prostático:
    • Adenoma grande: Cirugía abierta.
    • Adenoma pequeño: Resección Transuretral (RTU).

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