Hechos Históricos y Mitos Clásicos: César, Pompeyo y las Fábulas

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Hechos Históricos y Mitos Clásicos

Las Campañas de Julio César

[17] En el año 693 de la fundación de la ciudad, Julio César, quien después gobernó, fue elegido cónsul con L. Bíbulo. Se le asignaron la Galia y el Ilírico con diez legiones. Primero venció a los helvecios, ahora llamados sécuanos. Luego, tras durísimas guerras, avanzó hacia el océano Británico. En casi nueve años sometió toda la Galia, que se extiende entre los Alpes, el río Ródano y el océano, abarcando 2.300.000 pasos. Después declaró la guerra a los británicos, quienes no conocían el nombre de los romanos, y los hizo tributarios tras recibir rehenes. Impuso a la Galia un tributo anual de 400, y atacó a los germanos al otro lado del Rin, venciéndolos en prolongadas batallas. A pesar de tantos éxitos, sufrió tres derrotas: una junto a los avernos y dos en Germania. Dos embajadores, Titurio y Auronculeyo, murieron en emboscadas.

[18] Cerca del año 697 de la fundación de la ciudad, M. Livinio Craso, compañero de Pompeyo el Grande en su segundo consulado, fue enviado contra los partos. Luchó cerca de Carras contra los augurios y presagios, siendo vencido por Surena, general del rey Orodes. Finalmente, fue asesinado junto a su hijo. Los restos del ejército fueron salvados por el cuestor C. Casio, quien restableció las fuerzas perdidas con gran valor, venciendo a los persas al otro lado del Éufrates en numerosas batallas.

La Guerra Civil Romana

[19] Desde este momento comenzó la execrable guerra civil, que cambió la fortuna del pueblo romano. César, volviendo victorioso de la Galia, reclamó otro consulado. Fue rechazado por el cónsul Marcelo, Bíbulo, Pompeyo y Catón. Se le ordenó regresar a la ciudad tras licenciar sus ejércitos. Por esta afrenta, desde Arímino, donde tenía sus soldados, marchó contra la patria. Los cónsules, Pompeyo, el senado y la nobleza huyeron a Grecia. Junto al Épiro, Macedonia y Acaya, el senado, con Pompeyo como general, preparó la guerra contra César.

[20] César, entrando en la ciudad vacía, se hizo dictador. Luego se dirigió a Hispania, donde venció a los ejércitos de Pompeyo con tres generales: L. Afranio, M. Petreyo y M. Varrón. Regresando de allí, luchó contra Pompeyo en Grecia. En la primera batalla fue vencido y huyó, pero escapó porque Pompeyo no quiso seguir interviniendo. César dijo que Pompeyo no sabía vencer y que solo ese día él podría haber sido vencido. Después, en Tesalia, lucharon tras reunir numerosas tropas. El ejército de Pompeyo tenía 40.000 soldados de infantería, 600 jinetes en el ala izquierda, 500 en la derecha, además de tropas auxiliares de todo oriente, la nobleza, senadores, pretores y cónsules. César tenía no más de 30.000 soldados y 1.000 jinetes.

[21] Nunca antes se habían reunido tantas tropas romanas en un solo lugar, ni los mayores con los mejores generales. Sin embargo, tras una gran contienda, Pompeyo fue vencido y su campamento saqueado. Huyó a Alejandría para pedir ayuda al rey de Egipto, de quien había sido nombrado tutor por el senado. Este, siguiendo la fortuna más que la amistad, mató a Pompeyo y envió su cabeza y anillo a César. Se dice que César derramó lágrimas al ver la cabeza de tan gran hombre.

[22] Luego César fue a Alejandría. Ptolomeo quiso tenderle emboscadas, por lo que se declaró la guerra al rey. Vencido en el Nilo, murió y su cuerpo fue encontrado con una coraza dorada. César, apoderándose de Alejandría, entregó el reino a Cleopatra. Venció a Pompeyo, quien se había rebelado en el fondo y había ocupado muchas provincias romanas, obligándolo a morir.

[23] Al regresar a Roma, César se hizo cónsul por tercera vez con M. Emilio Lépido. Se dirigió a África, donde la nobleza, junto con Iuba, rey de Mauritania, había reanudado la guerra. Los generales romanos P. Cornelio Escipión, M. Petreyo, Q. Varo, M. Porcio Catón y Cornelio Fausto lucharon contra él. Tras muchas batallas, César resultó vencedor. Catón, Escipión, Petreyo y Iuba se suicidaron. Fausto fue asesinado por César.

[24] Un año después, César regresó a Roma y se hizo cónsul por cuarta vez. Se marchó a Hispania, donde los hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, habían preparado una gran guerra. Tras muchas batallas, en la última cerca de Munda, César casi fue vencido. Finalmente, venció. El mayor de los hijos de Pompeyo fue asesinado y el menor huyó.

[25] César, tras la guerra civil, regresó a Roma. Empezó a comportarse con insolencia y contra las costumbres de la libertad romana. Se le concedieron honores según su voluntad, lo que antes hacía el pueblo. Un grupo de 60 senadores y caballeros romanos conspiró contra él. Entre los conjurados estaban dos Brutos, C. Casio y Servilio Casca. César fue asesinado con 23 puñaladas en la Curia.

Fábulas Mitológicas

Deucalión y Pirra

Fábula 153. El cataclismo, que llamamos diluvio, mató a todo el linaje humano, excepto a Deucalión y Pirra, quienes huyeron al monte Etna. Pidieron a Júpiter que les diese hombres o los aceptase con igual calamidad. Júpiter ordenó que lanzasen piedras tras de sí. Las que lanzó Deucalión se convirtieron en hombres y las que lanzó Pirra en mujeres.

Dafne

Fábula 203. Apolo, persiguiendo a la doncella Dafne, hija del río Peneo, esta pidió ayuda a la Tierra, que la convirtió en un árbol de laurel. Apolo rompió una rama y se la colocó en la cabeza.

Faetón

Fábula 152 A. Faetón, hijo del sol y de Clímene, se subió al carro de su padre y cayó al río Erídano por miedo. Júpiter lo mató con un rayo. Todas las cosas empezaron a arder. Júpiter desbordó los ríos y mató a todo el linaje de los mortales, excepto a Pirra y Deucalión. Las hermanas de Faetón fueron transformadas en árboles.

Europa

Fábula 178. La fenicia Europa era hija de Argiopes y Agénor. Júpiter, convertido en toro, la llevó desde Sidón a Creta y tuvo a Minos, Sarpedón y Radamanto. Agénor envió a sus hijos a buscar a su hermana. Fénix avanzó hacia África y allí se detuvo. Desde entonces, los africanos se llaman cartagineses. Cílix dio su nombre a Cilicia. Cadmo llegó a Delfos y allí reabrió un oráculo que le ordenó comprar un buey con una luna en el costado y fundar una ciudad donde se recostara. Cadmo, buscando agua, llegó a la fuente Castalia, custodiada por un dragón, hijo de Marte. Tras matar al dragón, sembró sus dientes y nacieron los espartos.

Dánae

Fábula 63. Dánae, hija de Acrisio y Agislo, tuvo un oráculo que decía que su hijo mataría a Acrisio. Este la encerró en un muro de piedra. Júpiter, convertido en lluvia de oro, yació con Dánae, de cuya unión nació Perseo. El padre la arrojó al mar en un arca con Perseo. Por voluntad de Júpiter, el arca llegó a la isla de Sérifos, donde el pescador Dictis la encontró y la llevó ante el rey Polidectes, quien la tomó en matrimonio y educó a Perseo. Acrisio supo que residían junto a Polidectes y juró no matarlo.

Proserpina

Fábula 146. Plutón pidió a Júpiter la mano de Proserpina, hija de Júpiter y Ceres. Júpiter dijo que Ceres no toleraría que su hija estuviese en el Tártaro, pero la mandó raptar mientras recogía flores en el monte Etna. Plutón la raptó con cuatro caballos. Ceres acordó con Júpiter que Proserpina estuviera la mitad del año con él y la otra con Plutón.

Rey Midas

Fábula 191. Midas, rey de Migdonia, fue escogido como árbitro en la disputa entre Apolo y Marsias. Tras dar la victoria a Apolo, Midas decidió que debía otorgársela a Marsias. Apolo, indignado, le dio orejas de asno. El padre de Midas, conduciendo su ejército a la India, perdió a Sileno, a quien Midas recibió generosamente. Baco le concedió a Midas el poder de convertir en oro todo lo que tocara. Atormentado por el hambre, pidió a Baco que le quitase el don y este le ordenó bañarse en el río Pactolo, cuyas aguas se volvieron doradas.

El Juicio de Paris

Fábula 92. En la boda de Tetis y Peleo, Júpiter convocó a todos los dioses, excepto a Eris, la discordia. Esta, al no ser admitida, lanzó una manzana con la inscripción 'para la más bella'. Juno, Venus y Minerva empezaron a disputar por la belleza. Júpiter ordenó a Mercurio que las llevara al monte Ida junto a Alejandro Paris, para que él decidiera.

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