Guía Completa para el Análisis Textual: Claves y Estrategias

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Análisis Textual: Elementos Clave para una Interpretación Profunda

Tema, resumen, esquema organizativo (introducción, desarrollo, conclusión: tesis), caracterización (tipo de texto, sintetizante si la tesis sale al final), adecuación (periodístico, género, carácter (humor)), finalidad comunicativa, tipo de texto, función del lenguaje, modalización: modalidad oracional: enunciativa, interrogativa, imperativa. Modalidades del enunciado: enunciativa (indicativo), desiderativa (subjuntivo), dubitativa (subjuntivo), exclamativa. Léxico valorativo (adjetivos, sustantivos, adverbios), verbos modales (de sentimiento, volitivos como querer, desear, y perífrasis modales), derivaciones (sufijos, prefijos), figuras retóricas (ironía, metáfora), signos de puntuación (comillas, paréntesis), cambio de registro (incluir rasgos coloquiales).

Modalización: La Subjetividad en el Texto

La modalización de un texto es el hecho de que la información contenida en el mismo se ofrezca no sólo como un “dictum” o conjunto de hechos, ideas, información neutra y objetiva comunicada por el emisor, sino también como un “modus” que implica la toma de posición subjetiva por parte de aquel respecto de lo enunciado. Se trata, pues, del grado de subjetividad o presencia del autor. Un texto está muy modalizado si predominan en él las huellas o marcas de subjetividad del emisor. Cuando, por el contrario, predomina la impersonalización por ocultamiento o ausencia del yo, estamos ante un texto poco o nada modalizado. Ejemplo: léxico valorativo (posiblemente, por suerte, lástima), modales comunicativas.

Funciones del Lenguaje: Intención y Propósito Comunicativo

La lengua es un instrumento de comunicación que utilizamos con diversas finalidades o funciones comunicativas, que están a su vez relacionadas con la intención del emisor y con la finalidad del texto. Dependiendo de la intención comunicativa, habrá una o varias funciones del lenguaje. Así, la representativa o referencial, centrada en el referente situacional, transmite contenidos de forma objetiva; la expresiva o emotiva, centrada en el emisor, refleja la subjetividad del hablante (sentimientos, opiniones, actitud); la conativa o apelativa, centrada en el receptor, influye en éste provocando en él una reacción de cualquier tipo; la fática, que pone el acento en el canal, sirve para establecer un simulacro de comunicación; la función metalingüística aparece cuando se reflexiona sobre el propio código lingüístico, que se toma como referente; y por último, la función poética o estética, centrada en una forma especial del mensaje, pretende atraer la atención sobre la forma de expresión.

El Ámbito de Uso: Contexto y Género Discursivo

El ámbito de uso: espacio en el que el texto se leerá o escuchará. Cada uno de estos ámbitos, que pueden ser múltiples (administrativo, jurídico, medios de comunicación, académico, publicitario, literario, etc…) abarca una serie de géneros discursivos que les son propios y que tienen sus características específicas, que el escritor debe tener en cuenta a la hora de redactar. Por ejemplo, en el jurídico: leyes; en el periodístico: la noticia. Siendo así que cada género es una especie de molde en que se vierte la información ateniéndose a unas características que le son propias: una determinada estructura, extensión, ciertos recursos típicos (tipográficos, grados de formalidad, etc.). Ámbito de los medios de comunicación, en concreto, el periodístico: distinguir si es un editorial, columna, carta al director, o artículo de opinión, o el ámbito literario y que sea un fragmento de ensayo. También el ámbito publicitario y sería el género un anuncio o folleto (siempre con la tipología expositivo-argumentativa).

Deixis: Referencia Contextual y Situación de Enunciación

Deixis: Los deícticos son elementos que están relacionados con el contexto, pues su significado concreto depende totalmente de la situación de enunciación, por lo que tienen significación ocasional. Pueden referirse a las coordenadas espacio-temporales de la enunciación (deixis temporal y espacial) o a los participantes en la misma (deixis personal) e incluso al tipo de relación entre ellos: grado de formalidad, respeto o familiaridad existente entre ellos (deixis social). Palabras como “yo”, “tú”, “aquí”, “allí”, “ahora”, “después” sólo adquieren sentido en relación con una situación concreta de enunciación y partiendo del “yo”, “aquí” y “ahora” del hablante. La deixis abarca, por tanto, a cuantas marcas se refieran al emisor y al o a los receptores a quien/es se dirige; o referencias espacio-temporales siempre con relación al “aquí” y al “ahora” de la enunciación.

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