Las Guerras Carlistas en España (1833-1876): Origen, Desarrollo y Consecuencias del Conflicto Dinástico
Las Guerras Carlistas: El Conflicto Dinástico del Siglo XIX
Las Guerras Carlistas fueron una serie de conflictos civiles que asolaron España durante el siglo XIX, originados por una disputa sucesoria y profundas diferencias ideológicas.
La Primera Guerra Carlista (1833-1839)
La primera contienda se desarrolló durante la regencia de María Cristina. El problema sucesorio arranca de la Pragmática Sanción de Fernando VII, que derogaba la Ley Sálica, negando así el trono a su hermano Carlos María Isidro y cediéndoselo a su hija, Isabel II.
Ideología y Bases del Carlismo
Políticamente, el carlismo se definió como una ideología tradicionalista y antiliberal, cuyos pilares eran:
- La defensa de la monarquía absoluta.
- El mantenimiento del Antiguo Régimen.
- La preeminencia social de la Iglesia.
- La defensa de los fueros de Navarra y las Provincias Vascongadas frente a la centralización del liberalismo.
Desarrollo y Fin del Conflicto
El inicio de la guerra fue favorable a los carlistas, pero la suerte comenzó a cambiar tras el fracaso en el asedio a Bilbao y el posterior asalto fallido a Madrid. Los carlistas pasaron a la defensiva, y el agotamiento llevó al General Maroto a iniciar negociaciones con el General Espartero.
El Convenio de Vergara, firmado entre Espartero y Maroto en 1839, puso fin a la guerra. En él se prometía (promesa que fue incumplida) el mantenimiento de los fueros vascos y el reconocimiento de los empleos y grados de los oficiales del ejército carlista.
La Segunda Guerra Carlista (1846-1849)
También conocida como la Guerra dels Matiners, se produjo tres años después de comenzar el reinado efectivo de Isabel II. Carlos María Isidro había abdicado en sus derechos al trono de España en favor de su hijo, Carlos Luis, quien se autodenominó Carlos VI.
Contexto y Desarrollo
El conflicto se produjo fundamentalmente en Cataluña, donde habían persistido bandas carlistas. En 1846, una crisis agraria e industrial, junto con el hambre, se acrecentó, sobre todo en las zonas más pobres, sirviendo de caldo de cultivo para el levantamiento. La guerra comenzó con partidas de guerrillas.
En abril de 1849, Carlos Luis fue detenido cuando intentaba entrar en España a través de la frontera francesa. Las partidas carlistas cruzaron la frontera francesa, poniendo fin a la guerra. Dos meses más tarde se publicó un decreto con la amnistía para los carlistas; más de 1400 regresaron, y otros permanecieron exiliados.
La Tercera Guerra Carlista (1872-1876)
Esta última gran contienda se libró entre los partidarios de Carlos María de los Dolores, pretendiente carlista con el nombre de Carlos VII, y los gobiernos de Amadeo I de Saboya, la Primera República y, finalmente, Alfonso XII.
El Levantamiento y el Estado Carlista
La guerra se inició cuando a Carlos se le negó el trono tras el exilio de Isabel II. Se desarrolló principalmente en el País Vasco y Navarra. Carlos, para ganar apoyos, restableció los fueros que habían sido abolidos por Felipe V. Carlos se autoproclamó rey del Estado Carlista, que ocupaba la mayor parte del País Vasco y Navarra.
El Fin Definitivo
En 1876, el ejército gubernamental inició una gran ofensiva que culminó con la rendición carlista. La guerra acabó en 1876 con el Manifiesto de Somorrostro. El carlismo había sido derrotado militarmente.
Legado Dinástico
Aunque el carlismo no desapareció por completo como movimiento político, Alfonso XIII puso fin a este pleito dinástico al reunirse en él todas las ramas masculinas nacidas de Carlos IV.