La Guerra de Sucesión Española y los Decretos de Nueva Planta: Cambio Dinástico y Centralización

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Guerra de Sucesión y Decretos de Nueva Planta

A finales del siglo XVIII, España aún conservaba importantes territorios en Europa: Flandes, Milán, Nápoles y Sicilia. Era, por tanto, una potencia temida y respetada, aunque Francia era la potencia hegemónica en Europa e Inglaterra se estaba convirtiendo en una potencia marítima con aspiraciones a la hegemonía mundial. La Guerra de Sucesión fue un conflicto dinástico entre los sucesores al trono de España y el origen de la dinastía Borbónica española. La muerte de Carlos II sin descendencia dio lugar a la aparición de dos candidatos al trono: el francés Felipe de Borbón, nieto de Luis XIV, y el austríaco archiduque Carlos de Habsburgo, segundo hijo del emperador de Austria. El último testamento nombraba heredero a Felipe V de Borbón, quien juró los fueros en las Cortes de Castilla y de Aragón.

El conflicto internacional se desencadenó por el temor a la ruptura del equilibrio continental por la posible alianza múltiple de Francia y España. Ante ello, se formó la Gran Alianza de La Haya, de la que formaron parte Austria, Inglaterra, Países Bajos y Dinamarca. Más tarde se unieron Portugal, Prusia y Saboya.

División interna y desarrollo del conflicto

A nivel interno, se produjo una división de la población. Castilla apoyaba a Felipe V y al centralismo, mientras que en los territorios de la Corona de Aragón, tanto la nobleza como sectores populares apoyaban al candidato austríaco, quien defendía los fueros.

En el conflicto, destacamos la Toma de Gibraltar por Gran Bretaña en 1704. Finalmente, diversas batallas fueron favorables a Felipe V, así como los hechos internacionales que concluyeron con la firma de la paz. El conflicto internacional terminó ante la serie de triunfos militares de Felipe V y también ante un cambio en la situación internacional. El candidato austríaco, archiduque Carlos, se convirtió en emperador de Austria al fallecer su padre y, por tanto, dejó de ser candidato al trono español.

Tratados de Utrecht y Rastatt

En este momento, se abrieron negociaciones y se firmaron el Tratado de Utrecht, por el cual todos aceptaban a Felipe V como rey de España a cambio de ciertas concesiones. Gran Bretaña consiguió Gibraltar y Menorca (devuelta a España posteriormente), además del llamado Navío de Permiso, la exclusiva del comercio de esclavos. El duque de Saboya consiguió Cerdeña y Portugal, la colonia de Sacramento (Uruguay).

También se firmó el Tratado de Rastatt entre España y Austria, en el cual Austria consiguió Nápoles, Sicilia y Milán.

Ocupación de Barcelona y Decretos de Nueva Planta

En España, quedaba pendiente controlar Barcelona, que finalmente, tras cuatro meses, fue ocupada por las tropas de Felipe V. Tras la derrota de Almansa, Felipe V dictó el primero de los Decretos de Nueva Planta para Aragón y Valencia, llamado así por dar una nueva estructura a las Audiencias de los territorios de la Corona de Aragón, conforme al modelo castellano. El decreto consta de tres partes claramente diferenciadas: una declarativa, que corresponde a la exposición de motivos, y otras dos dispositivas, referidas a la abolición de los fueros y la nueva organización de las Audiencias. La exposición de motivos contiene la justificación del Decreto mismo y de las medidas que se adoptan. Según sus palabras introductorias, los reinos de Aragón y Valencia, y todos sus habitantes, habían perdido todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades por la rebelión que cometieron.

En resumen, la abolición de todo el sistema legislativo e institucional de ambos reinos se articula en base a tres máximas:

  • Desafectación: los reinos habían perdido sus derechos por haber faltado al juramento de fidelidad como legítimo rey.
  • Derecho de conquista: por haber conquistado ambos reinos militarmente.
  • Capacidad del rey: el rey tiene la capacidad de otorgar y derogar leyes a su voluntad.

Este Decreto extinguió por completo el Derecho valenciano. Cuando Felipe V visitó la ciudad, esta le pidió la recuperación de su propio derecho, como tenían Aragón y Cataluña, pero le fue negado. En contraste con la abolición de los fueros aragoneses, los fueros navarros y los de las tres provincias vascongadas se mantuvieron inalterados porque habían sido leales a Felipe V.

Consecuencias de los Decretos de Nueva Planta

  • Los antiguos reinos perdieron sus instituciones político-administrativas, aunque (salvo Valencia) mantuvieron su derecho privado propio.
  • No se produjo una unificación plena de las leyes de Castilla y se mantuvo un régimen tributario diferente al castellano.
  • Se mantuvo la jurisdicción Alfonsina.
  • Se unificaron el Consejo de Aragón y el de Castilla en el Consejo Real, que se llamaría de Castilla.
  • Las Cortes de los tres reinos fueron disueltas; solo quedaron las Cortes de Castilla, que pasaron a ser las de España.
  • Desaparecieron los virreyes.
  • El castellano se convirtió obligatoriamente en la lengua oficial de la administración.
  • Hubo una mayor igualdad entre los territorios.
  • Se produjo la creación de un gran mercado español.

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