La Guerra de Independencia Española y sus Consecuencias: De la Lucha contra Napoleón a la Emancipación de América
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en español con un tamaño de 4,27 KB
La Guerra de Independencia Española: Antecedentes, Causas y Desarrollo
Antecedentes y Causas
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, España atravesaba una transición hacia un Estado liberal. El reinado de Carlos IV (1788-1808) marcó el declive del despotismo ilustrado y la influencia de la Revolución Francesa generó temor a la propagación de ideas revolucionarias. La política exterior española con Francia pasó por tres fases: prevención y neutralidad (1789-1792), declaración de guerra (1793-1795) y alianza (1796-1808), esta última con graves consecuencias como la Batalla de Trafalgar (1805). Tres causas directas desencadenaron la Guerra de Independencia: el Motín de Aranjuez (1808), el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid y las Abdicaciones de Bayona (1808), que llevaron a la imposición de José Bonaparte como rey de España.
Bandos en Conflicto
La Guerra de Independencia fue un doble conflicto: una guerra de liberación contra la invasión francesa y una guerra civil entre los afrancesados (partidarios de José I) y los defensores de Fernando VII, divididos a su vez en liberales y absolutistas.
Fases de la Guerra
La resistencia española contra la ocupación napoleónica tuvo varias fases: una etapa inicial de éxitos (1808), seguida de un periodo de dominio francés (1808-1812) y finalmente, la derrota y retirada de las tropas francesas (1812-1813), culminando con la firma del Tratado de Valençay (1813) que reconocía a Fernando VII como rey de España.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Durante la Guerra de Independencia, España se dividió en tres grupos políticos: afrancesados, liberales y tradicionalistas. Ante el vacío de poder, surgieron Juntas locales y provinciales que asumieron la soberanía, culminando en la formación de la Junta Suprema Central Gubernativa. En 1810, se convocaron las Cortes de Cádiz, las primeras Cortes no estamentales de España, con una mayoría liberal. Las Cortes llevaron a cabo una importante labor legislativa, incluyendo la abolición del régimen señorial, la supresión de la Inquisición y la promulgación de la Constitución de 1812, conocida como "La Pepa".
Principios de la Constitución de 1812
La Constitución de 1812 estableció principios fundamentales del liberalismo: soberanía nacional, monarquía constitucional, división de poderes, sufragio universal masculino, igualdad ante la ley, Estado confesional católico y organización territorial en provincias.
Legado de las Cortes de Cádiz
La obra de las Cortes de Cádiz tuvo una gran influencia en el desarrollo del liberalismo español durante el siglo XIX, aunque no significó un triunfo definitivo. La Constitución de 1812 sirvió como referente para otras constituciones españolas y europeas.
Reinado de Fernando VII: Liberalismo vs. Absolutismo y la Emancipación de América
El reinado de Fernando VII (1814-1833) estuvo marcado por el enfrentamiento entre absolutistas y liberales. Se distinguen tres etapas:
Sexenio Absolutista (1814-1820)
Fernando VII restauró el absolutismo, anulando la obra de las Cortes de Cádiz y persiguiendo a los liberales. La inestabilidad política y el descontento generalizado llevaron a pronunciamientos liberales, como el de Riego en 1820.
Trienio Liberal (1820-1823)
Riego obligó a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. Se tomaron medidas liberales, pero la división entre liberales y la intervención de la Santa Alianza pusieron fin al Trienio.
Década Ominosa (1823-1833)
Se restauró el absolutismo, aunque más moderado. Surgieron conspiraciones liberales y una crisis sucesoria por la Pragmática Sanción (1830), que permitía la sucesión femenina al trono.
Emancipación de la América Española
Durante el reinado de Fernando VII, las colonias americanas lograron su independencia. Las causas fueron diversas: el ejemplo de EEUU, la difusión del liberalismo, el apoyo británico y el malestar criollo. La emancipación se desarrolló en tres fases, coincidiendo con las etapas del reinado de Fernando VII. Las consecuencias para España fueron la pérdida del imperio colonial, el declive económico y la reducción a una potencia de segundo orden.