La Guerra de la Independencia Española (1808-1814): Fases, Guerrillas y el Nacimiento Constitucional de Cádiz
Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia
Escrito el en
español con un tamaño de 5 KB
I. El Inicio del Conflicto y la Resistencia (1808)
Mientras, los franceses, desde los puntos clave que controlaban, iniciaron la ocupación del territorio, fracasando en Gerona, Zaragoza y el Levante. Desde Madrid, el general Dupont se dirigió a ocupar el sur. Para frenar a este ejército, la Junta de Sevilla organizó uno integrado por paisanos y militares que, dirigido por el general Castaños, derrotó a Dupont en la Batalla de Bailén.
La victoria de Bailén permitió la recuperación de Madrid y que, para unificar la defensa, se constituyera en Aranjuez una Junta Central, presidida por Floridablanca e integrada por representantes de las distintas Juntas Provinciales.
II. Ocupación Militar: La Hegemonía Francesa (1808-1812)
En noviembre de 1808, Napoleón llegó a España al frente de los veteranos de su ejército (la Grande Armée). A lo largo de 1809, logró la ocupación del norte, donde cayó Zaragoza, la recuperación de Madrid y el repliegue de las tropas británicas hacia Galicia, desde donde embarcarían hacia Portugal. Consiguientemente, José I regresó a la capital, mientras que la Junta Central se vio obligada a dirigirse al sur.
En enero de 1810, Napoleón abandonó España. El avance francés se hizo más lento, pero en los primeros meses del año la ocupación militar de la península fue casi completa:
- En el este cayó Valencia.
- En el oeste, portugueses y españoles, con el apoyo inglés, resistieron en las proximidades de Lisboa.
- En el sur, toda Andalucía cayó en manos francesas, a excepción de Cádiz.
La hegemonía francesa fue, por tanto, total.
La Estrategia de la Resistencia: Las Guerrillas
Para hacer frente a la situación, las autoridades españolas cambiaron de estrategia. La inutilidad de pretender enfrentarse a los franceses con un ejército regular y batallas en campo abierto obligó a la aparición de las guerrillas.
Las guerrillas eran partidas armadas, integradas por paisanos y militares, que conocían a fondo el terreno en el que actuaban y donde recibían el apoyo de la población. Su estrategia se basaba en la sorpresa:
- Atacaban inesperadamente acuartelamientos o convoyes franceses.
- Desaparecían tan rápidamente como habían aparecido, impidiendo la reacción del enemigo.
- Cualquier acción que pudiera debilitar al enemigo (quemar cosechas, envenenar aguas, etc.) era válida.
Esta táctica se conoce como la guerra total.
Las consecuencias de dicha estrategia fueron la inmovilización de las tropas francesas y su desmoralización al no poder hacer frente a un enemigo convencional. Pero también lo fue la crueldad de la represión, reflejada por Goya en Los desastres de la Guerra.
III. La Ofensiva Hispano-Inglesa y el Fin de la Guerra (1812-1814)
La invasión de Rusia por Napoleón (junio de 1812) obligó al emperador francés a retirar tropas de España para enviarlas al frente oriental. Tal circunstancia fue aprovechada por el ejército anglo-español que, dirigido por el duque de Wellington, pasó a la ofensiva, derrotando al francés en:
- Arapiles (julio de 1812)
- Vitoria (1813)
- San Marcial (agosto de 1813)
En mayo, José I había abandonado Madrid, y durante el invierno las últimas tropas francesas salieron de España, perseguidas por las anglo-españolas.
Poco antes de su derrota final, Napoleón devolvió la corona española a Fernando VII mediante el Tratado de Valençay, hecho con el que se dio por finalizada la Guerra de la Independencia.
IV. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
La ocupación francesa de España y la forzada retención de la familia real en Francia crearon un vacío de poder y legitimidad, inicialmente gestionado por la Junta Central.
Sería la necesidad de cerrar esa situación de vacío la que indujo a Jovellanos a plantear a la Junta Central la urgencia de convocar las Cortes Generales del Reino para que asumieran el poder en ausencia del monarca. Dicha propuesta fue rechazada por Floridablanca; pero meses más tarde, en abril de 1809, fallecido este y sustituido por el marqués de Astorga, fue Calvo de Rozas quien volvió a plantearla, consiguiendo su aceptación.
Por otra parte, el hecho de que un reducido grupo de afrancesados hubiera aprobado el 7 de julio de 1808 en Bayona el proyecto de Constitución presentado por Napoleón, obligaba a dar una respuesta política desde el lado de los patriotas a dicha Constitución.
Esta última fue la razón de que se creara en el seno de la Junta Central una Comisión Constitucional para elaborar un proyecto de Constitución.