La Guerra Civil en el País Vasco: Conflicto, Resistencia y Consecuencias
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El País Vasco al Inicio de la Guerra Civil (1936)
El 18 de julio de 1936, el País Vasco se dividió geográficamente en dos zonas: Álava, excepto el valle de Ayala, quedó en el bando nacional; Bizkaia y Gipuzkoa se mantuvieron leales a la República. El nacionalismo vasco, de forma mayoritaria, se mantuvo fiel a la República.
Primeros Enfrentamientos y la Caída de Gipuzkoa
El 4 de septiembre, la ciudad de Irún fue incendiada para evitar que fuese utilizada por las fuerzas nacionales, lo que significó el aislamiento de la zona norte republicana de Francia. En San Sebastián, los anarquistas estaban decididos a defender la ciudad casa por casa.
Finalmente, tras la conquista de la capital donostiarra por los navarros, el 13 de septiembre, Gipuzkoa quedaba a merced de las fuerzas nacionales. En noviembre, el Gobierno Vasco emprendió una ofensiva contra Villarreal de Álava (Legutio), cuya ruptura habría significado la caída de Vitoria. Sin embargo, la dura resistencia de los pocos defensores locales y la llegada de refuerzos convirtieron el avance en una derrota.
El Final de la Experiencia Autónoma Vasca
La derrota obligó a tomar posiciones defensivas y a preparar un cinturón defensivo, conocido como el Cinturón de Hierro, que protegía Bizkaia. Se pensó que este sistema cubriría la mayor parte de la zona industrial, pero finalmente solo protegió Bilbao. Mientras tanto, el general Mola lideraba el Ejército del Norte y decidió la conquista de Bizkaia para obtener la riqueza industrial que la España nacional necesitaba para proseguir la guerra. En esta conquista se reunieron cuarenta mil hombres, incluyendo italianos y alemanes de la Legión Cóndor.
El avance nacional fue duro, y la aviación tuvo que emplearse en romper el frente de forma continua en Otxandio, Durango y Gernika. En esta última ciudad, el bombardeo alemán ocasionó un centenar de muertos, hecho que fue aprovechado por la propaganda republicana para demostrar los horrores de la guerra. Además, el célebre cuadro de Picasso convertiría a Gernika en la ciudad víctima por excelencia.
La Caída de Bilbao y el Pacto de Santoña
El general Dávila reemplazó al general Mola tras su muerte y emprendió el ataque contra el Cinturón de Hierro. Alejandro Goikoetxea, ingeniero jefe del cinturón y un derechista clandestino, dio a conocer a las fuerzas nacionales los puntos débiles de la fortificación. Estas cercaron la villa bilbaína, que fue tomada el 19 de junio de 1937. Gracias al Pacto de Santoña, los nacionalistas vascos decidieron deponer las armas.
Consecuencias y Legado del Conflicto en Euskadi
La Guerra Civil duró poco en tierras vascas. Sin embargo, la derrota republicana estaba sentenciada por el aislamiento del resto del territorio republicano, la pérdida del contacto con Francia, el bloqueo naval y las disputas políticas internas. En cuanto a la represión, la derecha local perdió cinco centenares de partidarios, mientras que el clero perdió algo más de medio centenar de religiosos. No obstante, el colaboracionismo de la burguesía vasca con el franquismo dispuso del potencial industrial vasco como un elemento determinante para que las fuerzas nacionales pudiesen ganar la guerra.