La Guerra Civil Española: De la Sublevación Militar al Nuevo Estado
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Preludio al Conflicto
Políticos de la CEDA, el Bloque Nacionalista y la Comunión Tradicionalista participaron en reuniones dirigidas por un grupo de militares, donde se trataron los planes de una insurrección militar contra el gobierno del Frente Popular y el régimen de la Segunda República Española. Se delegó en el general Emilio Mola la dirección de los preparativos y las primeras medidas tras el golpe. La dirección inicial del movimiento insurreccional se encargó al general Sanjurjo. No se definió la forma del futuro Estado, aunque Mola tenía la idea de establecer una dictadura republicana. Una vez iniciado el conflicto, ambos bandos ganaron apoyos.
La Sublevación Militar de Julio de 1936
La sublevación militar comenzó el 17 de julio en Melilla, con el protagonismo del Ejército de África. Mandos intermedios de las unidades depusieron a los generales contrarios al golpe y tomaron el control de Ceuta, Melilla y el protectorado de España en Marruecos. Los días 18 y 19, varias guarniciones peninsulares se sumaron a la sublevación.
El 18 de julio, Azaña propuso un gobierno de concentración nacional que incluyera a todas las fuerzas republicanas e izquierdistas, con un programa de acción elaborado por Miguel Maura. Este plan no fue aceptado por un sector del PSOE, seguidor de Largo Caballero, ni por la UGT y la CNT. Casares dimitió y Azaña encargó el gobierno a Martínez Barrio, líder del partido más moderado del Frente Popular, quien renunció ante la oposición de la izquierda. Azaña confió entonces el gobierno a José Giral, quien distribuyó armas a los sindicatos para enfrentar a los sublevados. La división en las Fuerzas Armadas, el relativo equilibrio inicial de los bandos y la ayuda exterior recibida por cada uno marcaron el inicio de una guerra civil de tres años.
El Contexto Internacional y la Intervención Extranjera
La Guerra Civil Española no puede entenderse sin la coyuntura internacional y la intervención extranjera. Europa estaba dividida entre fascismo y antifascismo. Ambos bandos recurrieron a la ayuda extranjera desde el inicio, al carecer del equipo y armamento necesarios.
Los sublevados contaron con la ayuda de Alemania e Italia, la asistencia de Portugal y la neutralidad benevolente de Gran Bretaña y Estados Unidos. El armamento provino principalmente de Alemania e Italia. La deuda con Alemania se pagó con materias primas y concesiones para la explotación de minerales. Italia apoyó a los sublevados con armamento y tropas por motivaciones ideológicas. Alemania e Italia proporcionaron aviones de transporte cruciales para el traslado del Ejército de África. Alemania envió la Legión Cóndor y 5,000 asesores militares. Italia aportó material de guerra y 70,000 soldados.
El gobierno republicano solicitó ayuda a Francia, gobernada por una coalición de centro-izquierda. Francia inicialmente reaccionó positivamente, pero las presiones británicas y de la derecha francesa limitaron el envío de armamento. En septiembre se creó el Comité de No Intervención, con 27 países, perjudicial para la República. Aparte de armamento del mercado negro, solo la URSS y México proporcionaron ayuda militar a la República. Stalin envió 2,000 asesores militares y vendió aviones, tanques y munición. El pago se garantizó con las reservas de oro del Banco de España, enviadas a Moscú. La Internacional Comunista reclutó voluntarios antifascistas, más de 40,000, que se integraron en las Brigadas Internacionales. Los primeros voluntarios llegaron en la segunda mitad de octubre de 1936. En diciembre de 1938, las Brigadas abandonaron España, como parte de un acuerdo del Comité de No Intervención.
Evolución Política y Social en las Dos Zonas
La Zona Republicana
Con el avance del ejército sublevado hacia Madrid, el gobierno de Giral fue sustituido por uno de coalición dirigido por Largo Caballero, compuesto por socialistas, republicanos, comunistas, un nacionalista catalán, un nacionalista vasco y cuatro miembros de la CNT. La desunión política del bando republicano fue una de las causas de su derrota. En mayo de 1937, estalló un conflicto interno en la izquierda. Milicias anarquistas del POUM, de orientación trotskista, se enfrentaron en Barcelona a las fuerzas del orden público de la Generalitat. El enfrentamiento entre el POUM y el PCE terminó con la derrota de los trotskistas. Largo Caballero dimitió tras ser criticado por los comunistas por no apoyar la represión de los trotskistas. Se formó un gobierno presidido por Juan Negrín, con mayor influencia del PCE, beneficiado por la ayuda militar soviética. En marzo de 1939, un nuevo conflicto interno facilitó la toma de Madrid por los franquistas el 28 de marzo. La guerra terminó el 1 de abril.
La Zona Franquista
Mientras Franco preparaba el traslado del Ejército de África a la península, recibió la noticia de la muerte de Sanjurjo y la detención de Fanjul y Goded. Franco se autoproclamó jefe de las fuerzas sublevadas. Se creó la Junta de Defensa Nacional, que asumió todos los poderes del Estado. La Iglesia definió la Guerra Civil como una "cruzada contra el comunismo". Franco fue designado Jefe del Gobierno del Estado Español el 28 de septiembre, asumiendo todos los poderes. Su cuñado, Ramón Serrano Suñer, influyó en la creación de un nuevo Estado de modelo fascista. Franco promulgó el Decreto de Unificación, que fusionó FE de las JONS y la Comunión Tradicionalista. Franco concentró todos los poderes: jefe de las Fuerzas Armadas, jefe del Estado y jefe del partido.