Guerra Civil Española: Orígenes, Desarrollo y el Fin de un Conflicto Decisivo

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La Guerra Civil Española: Un Conflicto Decisivo (1936-1939)

La Guerra Civil Española, desencadenada por el golpe de Estado de los militares en julio de 1936, resultó en la división de España en dos bandos enfrentados. Este conflicto, que culminó en abril de 1939 con la victoria del bando franquista, marcó el inicio de la dictadura de Francisco Franco. La internacionalización del conflicto, en un contexto europeo previo a la Segunda Guerra Mundial, y los apoyos a los bandos enfrentados fueron factores clave en su desarrollo y desenlace.

Causas Profundas y Próximas del Conflicto

La Guerra Civil Española fue el resultado de una multicausalidad compleja, con raíces tanto profundas como próximas.

Causas Profundas

  • El proceso de liberalización en España, marcado por conflictos civiles previos como las guerras carlistas.
  • El intervencionismo militar en la política.
  • El subdesarrollo socioeconómico en comparación con otras democracias europeas.
  • La influencia de las ideologías fascista y comunista, predominantes en la Europa de Entreguerras.

Causas Próximas

Se manifestaron en la crisis económica y social global de los años 30, durante el desarrollo de la Segunda República Española. Esta enfrentó desafíos urgentes en diversos ámbitos como la agricultura, la religión, la educación y el trabajo, sin lograr soluciones efectivas a través del reformismo democrático. La polarización ideológica entre la izquierda, que veía en el comunismo una alternativa, y la derecha, que abrazaba el fascismo como respuesta, alimentó un creciente enfrentamiento violento.

El Golpe de Estado de 1936 y la División de España

La planificación del golpe de Estado se gestó tras la victoria del Frente Popular, con el General Mola asumiendo un papel central. El plan implicaba un levantamiento coordinado de guarniciones y el ejército de África, respaldado por diversas facciones conservadoras como la CEDA, los falangistas y los carlistas, con financiación de sectores reaccionarios y apoyo extranjero de Alemania e Italia. La escalada de violencia callejera, incluyendo asesinatos políticos como el de José Castillo y Calvo Sotelo, precipitó el golpe de Estado.

El 17 de julio de 1936, la sublevación militar se inició en Marruecos y se extendió rápidamente por la Península. Ante la incapacidad del gobierno de Casares Quiroga para contener la situación, se autorizó la entrega de armas a civiles, dando origen a milicias formadas por socialistas, comunistas y anarquistas como respuesta al avance del golpe.

El golpe de Estado en España provocó una división del país en dos bandos que desencadenaron una guerra civil. Los sublevados lograron controlar importantes regiones como Navarra, Galicia, Castilla y León, gran parte de Aragón, y otros núcleos estratégicos.

El Agotamiento y el Fin de la Guerra (1939)

En febrero de 1939, la fatiga de la guerra, la escasez de alimentos y la pérdida de Cataluña minaron la moral republicana, dividiendo a sus partidos y conduciendo a una situación irreversible. En medio de divisiones internas y el agotamiento de la guerra, surgieron voces que abogaban por negociar la paz con Franco.

Estas divisiones culminaron en la sublevación militar del General Casado en Madrid y Cartagena, dando lugar a intensos combates. Sin embargo, tras imponerse, los sublevados intentaron negociar con Franco, quien solo aceptaba una rendición incondicional y lanzó la ofensiva final.

El 1 de abril de 1939, la Guerra Civil Española llegó a su fin, marcando el inicio de la dictadura de Francisco Franco y el fin de la Segunda República Española. A pesar de esto, un gobierno republicano en el exilio mantuvo una presencia simbólica, pero sin poder efectivo.

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