Guerra Civil Española: Organización Política y Social en las Zonas Republicana y Sublevada

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Las Dos Zonas Enfrentadas en la Guerra Civil Española

La Zona Republicana

La República estaba controlada por fuerzas de izquierda, lo que contribuyó al colapso inicial de algunas estructuras del Estado republicano.

La Revolución Social

El gobierno republicano disolvió parte del ejército tradicional y confió la defensa de la República a milicias de partidos y sindicatos de izquierdas. Se produjo un proceso revolucionario:

  • Se crearon comités obreros, integrados por representantes de las fuerzas antifascistas (principalmente impulsados por la CNT y la FAI), con el objetivo de imponer un nuevo orden revolucionario. Estos comités dirigían el esfuerzo bélico y la vida civil en la retaguardia.
  • Los comités obreros ocuparon fábricas y tierras de latifundistas para colectivizarlas o repartirlas entre los campesinos.
  • Se desató una fuerte ola de anticlericalismo: muchos sacerdotes fueron hostigados o asesinados, y las manifestaciones religiosas se consideraron contrarrevolucionarias.
  • Se persiguió todo lo considerado aristocrático, burgués o religioso, llegando en ocasiones al asesinato.

En septiembre de 1936, para intentar controlar la situación y unificar el esfuerzo bélico, se formó un gobierno presidido por Largo Caballero, que integraba a las diversas fuerzas leales a la República. Las autoridades republicanas buscaron poner fin a la represión incontrolada.

Los Sucesos de Mayo de 1937 y el Gobierno de Negrín

Los fracasos militares y las tensiones internas provocaron la división de las fuerzas republicanas. Republicanos, socialistas y comunistas (con creciente influencia de estos últimos) consideraban prioritario frenar el proceso revolucionario para concentrarse en ganar la guerra. Por otro lado, los anarquistas y los marxistas revolucionarios del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) se opusieron a las medidas centralizadoras del gobierno.

Esta tensión culminó en mayo de 1937 con los llamados "Sucesos de Mayo" en Barcelona, un enfrentamiento armado entre las fuerzas anarquistas y del POUM contra las fuerzas leales al gobierno republicano (incluidos comunistas y socialistas). Tras estos sucesos, Largo Caballero dimitió y Juan Negrín formó un nuevo gobierno con notable influencia comunista.

El gobierno de Negrín:

  • Se impuso sobre los comités locales.
  • Intentó controlar las colectivizaciones.
  • Centralizó el esfuerzo bélico y la defensa de la República.
  • Planteó una propuesta de paz (los "Trece Puntos de Negrín") para intentar acabar con el conflicto, aunque fue rechazada por Franco.
  • Ante el rechazo, propuso una política de resistencia a ultranza.

La Zona Sublevada

En la zona sublevada, todos los esfuerzos se dirigieron a apoyar al ejército para ganar la guerra. Se estableció rápidamente un poder militar único que aglutinó a las diversas fuerzas políticas opuestas a la República.

La Génesis del Estado Franquista

La Junta de Defensa Nacional, primer órgano de poder de los sublevados, nombró en septiembre de 1936 a Francisco Franco como Generalísimo de los ejércitos y Jefe del Gobierno del Estado, otorgándole plenos poderes.

  • En abril de 1937, se decretó la unificación de falangistas (Falange Española de las JONS) y tradicionalistas (carlistas) en un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS), bajo la jefatura suprema de Franco.
  • Un año después, en enero de 1938, se constituyó en Burgos el primer gobierno regular del nuevo Estado.

El nuevo Estado franquista se caracterizó por:

  • Su intención de acabar con la democracia liberal, inspirándose en modelos fascistas.
  • La concentración de todos los poderes (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y militar) en la figura de Franco (Caudillo).
  • Una dictadura estructurada alrededor del ejército, considerado garante de los valores tradicionales y católicos de España.
  • La anulación de las reformas republicanas: se abolieron la reforma agraria, la legislación laboral y social progresista, y los estatutos de autonomía.
  • La prohibición de todos los partidos políticos y sindicatos, con la única excepción del partido único (FET y de las JONS).
  • El fin del Estado laico y la reimplantación de la confesionalidad católica del Estado.

Una Represión Sistemática

Desde el inicio de la sublevación, se desató una dura persecución contra militantes y simpatizantes de los partidos y sindicatos del Frente Popular y contra cualquier sospechoso de apoyar a la República.

Esta represión no fue espontánea, sino que formaba parte de las directrices fijadas por los dirigentes de la sublevación. Sus objetivos eran:

  • La aniquilación física e ideológica de los vencidos.
  • Atemorizar al resto de la población para impedir cualquier tipo de oposición al nuevo Estado.

La represión tuvo un carácter sistemático y planificado, siendo llevada a cabo por el ejército, miembros de la Falange y las nuevas autoridades políticas. Miles de personas fueron ejecutadas, encarceladas o sufrieron depuraciones. Muchas víctimas fueron enterradas en fosas comunes sin que quedara constancia oficial de su desaparición.

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