La Guerra Civil Española: Evolución Política de Republicanos y Nacionalistas
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El bando republicano: del caos a la derrota
La evolución política en el bando republicano durante la Guerra Civil Española estuvo marcada por el caos y la inestabilidad. El fracaso de Casares Quiroga en detener el golpe de Estado llevó a su sustitución por Giral, quien intentó negociar con los sublevados. Los primeros meses se caracterizaron por la represión contra religiosos y derechistas, así como por conatos revolucionarios con ocupaciones de tierras y fábricas. El ejército se desintegró, dando lugar a milicias obreras de diferentes partidos que actuaban de manera independiente y desorganizada. El País Vasco y Cataluña se declararon independientes de las órdenes de Madrid. Azaña, presidente de la República, cayó en depresión, dejando el poder en manos de los jefes de gobierno.
El asedio de Madrid obligó al gobierno a exiliarse a Valencia. Se formó un gobierno de coalición (socialistas, republicanos, nacionalistas y comunistas), apoyado por anarquistas y dirigido por Largo Caballero. Su objetivo era acabar con el caos, pero las divisiones internas entre el movimiento obrero dificultaron la tarea. Los anarquistas y el POUM priorizaban una revolución antes que la guerra, mientras que socialistas y comunistas defendían lo contrario.
En mayo de 1937, la tensión entre ambos bandos derivó en una guerra civil dentro de la guerra civil en Barcelona. Tras la crisis y la caída del frente norte, Negrín sustituyó a Largo Caballero. Su gobierno adoptó una postura socialista-comunista, reorganizando el ejército republicano, reprimiendo la revolución y controlando la economía. El POUM fue disuelto (con la participación de los comunistas en el asesinato de sus dirigentes), y los anarquistas entraron en el gobierno. A pesar de estos esfuerzos, el nuevo ejército sufrió derrotas en Teruel y el Ebro, lo que provocó una gran desmoralización. Negrín, apoyado por los comunistas, apostó por continuar la guerra hasta el final, esperando la intervención de las potencias aliadas tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Solo los comunistas apoyaron esta estrategia, que les permitió aumentar su poder en 1938. La caída de Cataluña provocó el golpe de Estado del coronel Casado, quien sustituyó a Negrín por Besteiro, poniendo fin a la Segunda República.
El bando nacional: de la dictadura militar al régimen franquista
Inicialmente, en el bando sublevado, los generales actuaban como dictadores en las zonas que controlaban (Franco en el sur y Mola en el norte). Los militares iniciaron una represión organizada que continuó incluso después del fin de la guerra. El general Sanjurjo, inicialmente designado como jefe de Estado, murió en un accidente aéreo. El 24 de julio de 1936, se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, integrada por generales para coordinar la guerra, dirigida por Cabanellas. Esta junta implementó varias medidas políticas:
- Vuelta a la antigua bandera
- Ley marcial y estado de guerra en todo el país
- Cargos militares en la administración civil
- Prohibición de sindicatos y partidos políticos
- Derogación de leyes republicanas
- Apoyo de la oligarquía burguesa e iglesia
- Férrea censura
El 1 de octubre de 1936, Franco fue elegido jefe de Estado provisional, gracias a sus victorias militares. Desde entonces, se convirtió en un dictador (el Caudillo) con todo el poder en sus manos. En 1937, Mola murió en un accidente aéreo. Franco controló la economía de guerra y centralizó el poder, creando la Junta Técnica del Estado (1936-1938). En 1938, formó un gobierno con Serrano Suñer como consejero, adoptando una orientación fascista inspirada en Alemania e Italia. Entre las medidas implementadas destacan:
- El Decreto de Unificación (1937), que fusionó falangistas y carlistas en la FET y de las JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), único partido permitido.
- La Ley de Administración Central del Estado (1938), que consolidó el poder de Franco.
- El Fuero del Trabajo (1938), que solo permitía los sindicatos de Falange.
- La Ley de Responsabilidades Políticas (1939), que restableció la pena de muerte y se encargó de la represión.
Franco obtuvo el apoyo de la Iglesia Católica a cambio de restaurar su poder anterior, dando lugar al régimen del nacional-catolicismo.
El balance final de la Guerra Civil Española
La Guerra Civil Española tuvo un balance devastador: 500.000 muertos y numerosos discapacitados (principalmente jóvenes), 500.000 exiliados republicanos a Francia, México y la URSS, caída de la natalidad, destrucción de infraestructuras y fábricas, ciudades arrasadas, un endeudamiento de 300.000 millones de pesetas, pérdida de las reservas de oro del Banco de España, caída de la producción industrial y agraria, hambre, miseria, represión y censura hasta 1943, aislamiento internacional tras la Segunda Guerra Mundial, e instauración de un régimen dictatorial bajo el mando de Franco hasta 1975.