La Guerra Civil Española: causas, desarrollo y consecuencias
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La Guerra Civil Española (1936-1939)
3. La dimensión internacional del conflicto
La Guerra Civil Española adquirió un carácter internacional, ya que dividió la opinión pública internacional. De parte de la República estaban los demócratas, partidos obreros y de izquierdas, y la URSS. De parte de los sublevados estaban los partidos conservadores, los gobiernos fascistas de Italia y Alemania, y la Iglesia.
Las ayudas recibidas por ambos bandos
La República recibió ayuda de:
- La URSS: Numerosos asesores militares, 1000 aviones, 200 carros de combate, 4000 camiones. La República pagó con oro del Banco de España.
- Las Brigadas Internacionales: Voluntarios de Europa y EEUU que lucharon por la República. Aportaron 60.000 hombres y participaron sobre todo en la defensa de Madrid. Se retiraron a finales de 1938.
- Francia y Gran Bretaña: No respondieron a la petición de ayuda de la República por miedo a convertir la Guerra Civil Española en una guerra internacional.
- Estados Unidos: La opinión pública estaba dividida.
- México: Envió fusiles y municiones a la República.
La ayuda recibida por los sublevados:
Fue mucho mayor y fue una de las causas de su triunfo:
- La Alemania de Hitler: Ofreció la Legión Cóndor (100 aviones), 3000 hombres (sobre todo instructores), armamento como carros de combate, cañones y municiones. La flota alemana entorpeció las acciones de la República.
- La Italia de Mussolini: Ofreció 1200 voluntarios, 700 aviones y 1000 carros de combate.
- Portugal: Permitió el paso de la ayuda italiana y alemana, y aportó 20.000 hombres de la Legión Viriato.
- También obtuvieron ayuda de voluntarios irlandeses y voluntarios norteamericanos.
3.2 El Comité de No Intervención
Gran Bretaña impulsó una política de apaciguamiento (trataba de evitar la guerra con Alemania) junto con Francia, y declararon no intervenir. La iniciativa de Francia y Gran Bretaña dio lugar a la creación de un Comité de No Intervención integrado por Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, la URSS y hasta 27 países. Su actuación no fue eficaz, ya que Alemania, Italia y la URSS intervinieron en el conflicto. Las protestas de la República ante la Sociedad de Naciones no sirvieron de nada.
4. La evolución de las dos zonas
Durante la Guerra Civil Española, ambos bandos evolucionaron de forma distinta. El bando sublevado se convirtió en un estado totalitario, y el bando republicano tuvo enfrentamientos internos entre sus fuerzas políticas, que querían realizar sus proyectos de revolución.
4.1 Evolución de la zona sublevada o nacional: formación de un estado totalitario
Los sublevados estaban formados por grupos distintos: monárquicos, carlistas, falangistas, católicos y militares. Los militares tenían previsto el gobierno de un directorio presidido por el general Sanjurjo, pero falleció en un accidente aéreo cuando volaba para dirigir el golpe. Formaron una Junta de Defensa Nacional presidida por el general Cabanellas, que gobernó el territorio sublevado con control y feroz represión. Decidieron concentrar el poder en un mando único para dirigir mejor la guerra, y eligieron al general Francisco Franco Bahamonde, el más preparado y con más prestigio, que mandaba el ejército de África. Sanjurjo ya no estaba, y Mola dio su visto bueno. Los demás generales no tenían apoyo suficiente, y no había líderes políticos en la derecha. El 1 de octubre de 1936 fue nombrado Generalísimo de todos los ejércitos y Jefe del Gobierno y del Estado español. Él mismo se puso el sobrenombre de Caudillo.
El nuevo Estado franquista era una mezcla ideológica de falangismo, militarismo, catolicismo y fascismo. Se unificaron todas las fuerzas políticas sublevadas en un partido único: FET y de las JONS. El primer gobierno de Franco comenzó en enero de 1938 y representaba todas las tendencias políticas, sobre todo el ejército y la iglesia. Prohibió todos los partidos políticos y sindicatos excepto la FET y de las JONS. Suprimió todas las medidas de la República, abolió la reforma agraria y devolvió las tierras confiscadas a sus antiguos propietarios. Promulgó leyes como la de Fuero del Trabajo (1938), que regulaba las relaciones laborales, y como la Ley de Responsabilidades Políticas (1939). Adoptó las formas del fascismo: un saludo con el brazo en alto, culto al Caudillo, autoritarismo y militarismo.
4.2 La zona republicana entre la guerra y la revolución (evolución de la zona republicana)
Después del golpe del 18 de julio, España quedó dividida en dos bandos: el bando republicano y el bando sublevado (llamado por ellos nacional).
Dentro del bando republicano:
Surgieron divisiones por la forma de actuar: republicanos, comunistas y parte de los socialistas querían ganar la guerra, y anarquistas y POUM querían la revolución, lo que ocasionó enfrentamientos entre ellos, que fue una de las causas de su derrota.
La evolución del bando republicano durante la guerra se divide en tres etapas:
La primera etapa: Gobierno de José Giral (julio-septiembre de 1936)
Sustituyó a Casares Quiroga como presidente del Gobierno. La mayoría del Ejército se sublevó, por lo que repartió armas entre las milicias de partidos políticos y sindicatos. Creció el poder de estas organizaciones y se desestabilizó el poder del Estado. Hubo dura represión contra los sospechosos de simpatizar con los sublevados. Se crearon las checas, grupos de milicianos controlados por los partidos políticos (y no por el Estado), de inspiración soviética, que eliminaron en la retaguardia a oficiales del ejército, guardias civiles, falangistas y clérigos. El gobierno los amparó.
La segunda etapa: El gobierno de Largo Caballero (septiembre de 1936 a mayo de 1937)
Largo Caballero, primer obrero que llegó a presidente del Gobierno en España, formó un gobierno integrado por republicanos, socialistas y comunistas. Se dedicó a restablecer la autoridad perdida por el Estado. Formó el Ejército Popular de la República para integrar a las milicias. El gobierno se trasladó de Madrid a Valencia. El Partido Comunista aumentó su influencia debido a la llegada de las Brigadas Internacionales (formadas sobre todo por comunistas) y a la ayuda soviética, y al orden y disciplina de sus dirigentes. En Cataluña, la Generalitat creó un ejército propio e hizo la guerra por su cuenta. En Barcelona surgieron enfrentamientos armados entre comunistas y anarquistas, con cientos de muertos y heridos. El presidente de la República, Azaña, destituyó a Largo Caballero y nombró a Juan Negrín presidente del Gobierno.
La tercera etapa: Gobierno de Juan Negrín (mayo de 1937 hasta el final de la guerra)
Negrín logró establecer la autoridad con el apoyo de los comunistas, apoyados por la URSS. Priorizó la resistencia («resistir es vencer»), esperando el comienzo de la inminente guerra mundial para recibir ayuda de los aliados. Trasladó el gobierno a Barcelona y trató de negociar con los sublevados su programa de 13 puntos (acabar con la guerra, celebrar elecciones…), pero Franco lo rechazó. El 5 de marzo de 1939, en Madrid, el coronel Casado, jefe de su defensa, se sublevó contra la República, apoyado por socialistas, y provocó una guerra civil republicana dentro de la Guerra Civil. También aplastó a los comunistas y negoció con Franco la entrega de Madrid.
6. Consecuencias de la guerra
Respecto a las pérdidas humanas:
Fueron alrededor de 500.000 personas (por la guerra, por la represión de ambos bandos, y por enfermedades y hambre). Más de 1.000.000 de heridos. 400.000 exiliados cruzaron la frontera francesa y fueron recluidos en campos de concentración en Francia. El exilio de intelectuales, artistas y escritores supuso el fin de la Edad de Plata de la cultura española.
Pérdidas materiales:
Grandes pérdidas en agricultura y ganadería. Infraestructuras destruidas (puertos, carreteras, ferrocarriles…). Pérdida de divisas por el pago de las deudas de la guerra. 510 toneladas de oro del Banco de España fueron enviadas por el gobierno republicano a la URSS y a México. Catástrofe económica: la renta nacional de 1936 quedó reducida a los niveles de principios del siglo XX, y no se recuperó hasta la década de 1950.
Los daños morales:
Fueron la imposición de los valores conservadores y católicos, y la recuperación de la hegemonía política y social de la oligarquía. También una profunda fractura social entre vencedores y vencidos. No hubo reconciliación después de la Guerra Civil Española, sino una severa represión franquista (con ejecuciones, cárcel y marginación). Quedó un trauma durante varias generaciones que tardó muchos años en superarse.