La Guerra Civil Española: causas, desarrollo y consecuencias
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La Revolución de Octubre
Sin embargo, la situación más explosiva se produjo en octubre de 1933. El giro conservador y la obstrucción de las reformas tuvieron como resultado la radicalización del PSOE y de la UGT. Ante esta situación, la CEDA exigió participar en el gobierno con la amenaza de retirar el apoyo parlamentario a los radicales si no lo aceptaban. Así, el 4 de octubre se formó un nuevo gobierno radical con tres ministros de la CEDA. Este hecho se interpretó por la izquierda como una deriva hacia el fascismo. En este contexto, estalló la Revolución de Octubre: Largo Caballero inició la insurrección con la convocatoria de una huelga general que fracasó en casi todas partes, excepto en Cataluña y Asturias.
Después de la Revolución de Octubre, Gil Robles (CEDA) continuó presionando al gobierno de Lerroux, quien tuvo que aceptar la formación de otro gobierno, esta vez radical-cedista, pero con una mayoría de ministros de la CEDA, en el que Gil Robles entró como Ministro de la Guerra.
El Alzamiento Nacional y el estallido de la guerra
El levantamiento militar contra la República, que acabó provocando la Guerra Civil Española, estaba encabezado por los generales Mola y Sanjurjo. Éste recibió el apoyo de los militares conservadores de la UME, los monárquicos alfonsinos de Renovación Española, los carlistas de Comunión Tradicionalista y los falangistas de FE y de las JONS.
El Alzamiento Nacional, nombre con el que se conoció esta insurrección en contra de la legalidad republicana, estaba previsto para el 18 de julio, pero finalmente se inició el 17 de julio en los cuarteles de Melilla y al día siguiente triunfó en todo el Protectorado español de Marruecos. El general Franco, que se sumó a la conspiración poco tiempo antes, declaró el Estado de Guerra en Canarias y se trasladó a Marruecos, donde se puso al mando del ejército de África, el más preparado y el mejor armado de la República. Su primera medida, el 19 de julio, consistió en autorizar la entrega de armas a los sindicatos y a los partidos del Frente Popular, los cuales, junto con la parte del Ejército leal a la República y la Guardia de Asalto, hicieron frente a los golpistas. Esto evitó que toda España quedara controlada de forma inmediata por los militares insurrectos.
Así pues, a finales de julio de 1936, la insurrección había desembocado en una auténtica guerra civil que dividió al país en dos bandos:
El bando sublevado
Por un lado, el territorio de los insurrectos o sublevados contra la República, los cuales habían justificado el levantamiento con el argumento de restablecer el orden y exterminar a los enemigos de la patria que, según ellos, eran los socialistas, los comunistas, los anarquistas y los separatistas. Los “nacionales” (nombre con el que se denominaban los mismos insurrectos) tenían el apoyo de los oligarcas tradicionales, las clases medias católicas, los partidos de derecha como la CEDA y las organizaciones de extrema derecha como los falangistas y los carlistas, y también de la Iglesia Católica, que calificó la guerra de cruzada de liberación.
El bando republicano
Por otra parte, estaba el territorio republicano, dominado por aquellos que defendían la legitimidad republicana y la democracia frente al fascismo. Dentro de ese grupo había profundas diferencias ideológicas: desde los republicanos reformistas hasta los sectores revolucionarios (anarquistas y comunistas) que pretendían un cambio de régimen.
La Guerra Civil Española en el contexto internacional
La Guerra Civil Española, conocida en todo el mundo como la Guerra de España, estalló en un momento crítico de las relaciones internacionales: la pugna entre la pervivencia de las grandes democracias europeas (Francia y Gran Bretaña) y el ascenso del totalitarismo derechista. Esto hizo que, nada más empezar el conflicto, la opinión pública quedara totalmente dividida.
- Por un lado, junto a la República, se situaron los partidos políticos progresistas, los partidos obreros y la URSS, que vieron la Guerra Civil española como una lucha por la libertad y contra el fascismo totalitario.
- Por otra parte, a favor del levantamiento se posicionaron las fuerzas conservadoras de los países occidentales y los gobiernos fascistas (Alemania e Italia) y los filofascistas (Portugal de Salazar).
Intervención extranjera en la Guerra Civil
Ante el conflicto, las democracias occidentales reaccionaron con miedo, porque una posible intervención en España podía poner en peligro la política de pacificación encabezada por Gran Bretaña ante la Alemania nazi. Finalmente, ambos bandos recibieron ayuda, pero el más favorecido por el apoyo extranjero, sin lugar a dudas, fue el sublevado.
- La República recibió la ayuda militar y económica de la URSS y, en menor medida, de México y Francia. También consiguió la colaboración de las Brigadas Internacionales, cuerpos de voluntarios de distintos países. Por parte de la República, la guerra se financió con las reservas de oro del Banco de España, las cuales se enviaron a Moscú y se gastaron en la compra de armamento.
- Los militares insurrectos recibieron la ayuda de Alemania e Italia. Alemania envió a España carros de combate y la Legión Cóndor (fuerzas aéreas).