El Grupo Escultórico de Laocoonte: Expresión del Arte Helenístico
Enviado por Chuletator online y clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 6,73 KB
Laocoonte y sus Hijos: Una Obra Maestra de la Escuela de Rodas
Descripción de la Escultura
Laocoonte y sus hijos es una escultura exenta, o de bulto redondo, de grupo. El original estaba realizado en bronce mediante la técnica de la cera perdida, mientras que la copia romana, de tamaño cercano al natural, está hecha en mármol con la técnica de la talla y el trepanado.
La obra se enmarca dentro de una composición triangular definida por dos diagonales: una superior, que va desde la cabeza del hijo mayor hasta el brazo derecho del padre, y otra inferior, que se extiende desde la pierna izquierda del sacerdote hasta los hombros del hijo menor. La disposición de las extremidades y de las serpientes crea una sensación de movimiento bidimensional.
Análisis de la Composición y el Movimiento
La composición visual del grupo contrasta por el tamaño, la expresión y el movimiento. En el centro de la composición sobresale la figura principal del sacerdote. El grupo desprende una sensación de movimiento debido al predominio de las líneas curvas, abiertas y cerradas, una característica que será retomada posteriormente en el Barroco. Los cuerpos contorsionados de las tres figuras, unidas por las serpientes que las aprietan, logran una cohesión entre todos los personajes. Es notable el talento de los escultores para plasmar un momento de agitación dramática sin que la acción se detenga. La obra representa a un hombre que se defiende con todas sus fuerzas, realizando contorsiones en una dolorosa agonía.
- El padre: Representado como un anciano con la anatomía exagerada de un joven atleta, de gran perfección para su edad. Su rostro está distorsionado en una posición que reacciona en el mismo instante en que es mordido en la cadera por una de las serpientes.
- Sus hijos: De menor tamaño y colocados a su lado, parecen no tener suficiente fuerza para escapar de las serpientes. Se retuercen helicoidalmente y miran hacia el eje central. La mirada del padre conduce a los hijos, cuya factura parece deberse a otro artista.
- El hijo de menor tamaño: Totalmente aprisionado, hace esfuerzos sin éxito para tratar de liberarse y aliviar su mal.
- El hijo de mayor tamaño: Apenas está levemente aprisionado por un pie, se horroriza y grita ante los movimientos de su padre.
Técnicas Escultóricas y Efectos de Luz y Sombra
El volumen se consigue gracias a las técnicas escultóricas utilizadas. Las calidades táctiles están estudiadas con gran virtuosismo técnico, como se observa en el volumen de los músculos, el nudo atlético derivado del arte del siglo IV a.C., las rugosidades y texturas de la piel, los ojos hundidos y la boca entreabierta. El abundante uso del trépano en barbas y cabellos acentúa los efectos de luz y sombra, creando un efecto de claroscuro con profundas incisiones que dan un gran relieve.
Valoración Estética: Del Ethos al Pathos
Desde el punto de vista de la valoración estética, se pasa del ethos (belleza plástica sin expresión) al pathos (emoción, tragedia, patetismo). Esta obra transmite dolor y emoción, siguiendo la tradición de escultores como Scopas, y valores plásticos sensoriales según la tradición de Praxíteles. Laocoonte y sus hijos recoge toda la sabiduría del mundo clásico: el dramatismo (pathos) se manifiesta más acentuado que en el Altar de Pérgamo, gracias a la exageración del efecto teatral de la anatomía. Destacan la expresión de dolor y el gran dramatismo del anciano sacerdote.
La obra representa una concepción agónica de la existencia, la lucha contra el destino, y las emociones humanas en su máxima expresión patética. El grupo escultórico, formado por las tres figuras, representa una lucha brutal por la vida en la que cada músculo está en tensión con el fin de escapar del abrazo mortal.
El Arte Helenístico y su Contexto
Los artistas helenísticos alejan el arte del sentido religioso y se concentran en resolver problemas técnicos y en crear sensaciones en los espectadores. Así, la obra representa las emociones humanas en su máxima expresión patética. El dolor de Laocoonte no es solo físico, sino también psicológico y moral al presenciar la muerte de sus hijos. Sus expresiones lastimosas, que lo miran pidiéndole ayuda, y su amor paternal manifestado en una mirada tierna, con unos ojos que se dirigen hacia el cielo implorando a los dioses, son conmovedores. La apertura de su boca expresa indignación por la idea de un castigo inmerecido, y la expresión de culpabilidad y el gran dramatismo de Laocoonte, que hace contorsiones en dolorosa agonía, son estremecedores.
Características del Arte Helenístico en la Obra
En el conjunto de Laocoonte y sus hijos, se hacen patentes muchos de los cambios que acontecieron en el arte griego del período helenístico, los últimos momentos de la escultura griega: la ruptura de las estructuras clásicas y el avance de los escultores hacia el naturalismo, el movimiento exagerado, la expresividad en los rasgos corporales y faciales, y en los cuerpos (pathos), y el desequilibrio compositivo (escorzo), que dan a la obra un dramatismo impactante.
Autores y Contexto Histórico
Laocoonte y sus hijos es un grupo escultórico griego del arte helenístico, realizado por Agesandro, Polidoro y Atenodoro (aparentemente padre e hijos, respectivamente, ya que sus nombres están grabados en un grupo escultórico similar al de Laocoonte), pertenecientes a la Escuela de Rodas (isla griega del mar Egeo). El original, realizado en bronce, data del siglo II a.C., mientras que la copia romana es del siglo I d.C. La escultura, de un tamaño algo mayor al natural, fue esculpida en un solo bloque de mármol blanco y destinada a un mecenas romano, posiblemente el mismo emperador Tiberio, para algún palacio imperial de Roma.
De Agesandro (padre), Polidoro y Atenodoro (hijos), escultores de la Escuela de Rodas, se tienen muy pocas noticias. Ni siquiera es segura la época en que vivieron, aunque probablemente sean del siglo I d.C. La obra debe ser anterior al año 70 d.C., ya que en torno a esa fecha Plinio el Viejo escribe sobre el Laocoonte, indicando que había sido parte de la Domus Aurea de Nerón.
Se desconoce si la copia romana fue encargada por el Estado para exponerla en un lugar público o recomendada por un particular. Esta obra tiene una clara funcionalidad propagandística: en el mundo helenístico, las obras se hacían por encargo de personajes poderosos como monarcas, sátrapas o generales.