Grandes Pensadores y Movimientos Clave: De la Reforma a la Razón Moderna
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El Renacimiento y la Reforma: Un Período de Transformación
El Renacimiento constituyó un período de turbulencia y confusión. Toda una serie de factores explican esta situación: el alejamiento de la Iglesia del mensaje original cristiano, la corrupción y la falta de autenticidad de muchos clérigos, pero sobre todo la desvirtuación del papel otorgado a las jerarquías eclesiásticas dentro de la comunidad. Los clérigos, lejos de ser los grandes líderes espirituales, se habían convertido en eficientes gobernantes más preocupados por los asuntos políticos. Todo esto creó un clima de descontento general que, inevitablemente, tenía que conducir a las profundas reformas religiosas que se producirían en esta época.
Erasmo de Róterdam: Crítica y Legado
En este panorama emergió el humanista Erasmo de Róterdam, impulsor e inspirador de estas reformas. Erasmo de Róterdam destacó por su actitud crítica respecto a la situación religiosa de su tiempo. Fue especialmente duro con las injusticias, la inmoralidad y el negocio de las indulgencias practicado por muchos religiosos. En este aspecto, influyó en Martín Lutero y es considerado un inspirador de la Reforma protestante. Sin embargo, dejó constancia de su rechazo a algunas de las tesis luteranas, y se mantuvo fiel a la Iglesia romana, contrario a cualquier reforma rupturista en su seno.
"Elogio de la Locura" de Erasmo
Una de las obras más famosas de Erasmo de Róterdam es su Elogio de la Locura (Moriae Encomium), publicada en 1511. En esta obra, la Locura se propone convencernos de las ventajas que ella nos aporta para que podamos ser felices. A través de la sátira, Erasmo hace una crítica radical de todo el saber de su tiempo y considera no fiables muchos de los conocimientos recibidos, invitando a la búsqueda de verdades más profundas e intuitivas.
La Duda Metódica de Descartes: El Camino hacia la Certeza
La filosofía de René Descartes se fundamenta en su famosa duda universal y metódica, que se basa en las siguientes razones:
- La incertidumbre de los datos sensoriales: Recordemos que, guiados por los sentidos, durante milenios los hombres afirmaron que la Tierra inmóvil era el centro del universo. Los sentidos nos han engañado muchas veces; por esta razón, Descartes duda de todos los datos que se originan en ellos.
- Los errores de razonamiento: El ser humano los comete a menudo.
- La dificultad para distinguir el sueño de la vigilia: ¿Mis pensamientos podrían tener la misma categoría que mis sueños, es decir, podrían ser únicamente ilusiones?
- La hipótesis del genio maligno: Supone la existencia de un «genio maligno, astuto y engañador» que le lleva a considerar como evidentes cosas que no lo son.
A pesar de estas dudas, Descartes encuentra una verdad indudable: "Si pienso, también existo" o, en su formulación más célebre, "Pienso, luego existo" (Cogito, ergo sum).
La Glándula Pineal y la Percepción Cartesiana
Descartes se imaginaba que la glándula pineal era la sede del alma, así como el centro de la imaginación y la percepción. Según su concepción, cada sensación era producida por una actividad mecánica en el extremo periférico de los nervios que, a su vez, la transmitían al cerebro.
La Filosofía Política de Thomas Hobbes: El Contrato Social
La Naturaleza Humana y el Estado de Naturaleza
Según Thomas Hobbes, los seres humanos son esencialmente iguales y no han nacido predeterminados para llevar a cabo labores diferentes; en conjunto, todos tienen similares posibilidades de conseguir sus objetivos. Esta igualdad, unida al natural egoísmo humano, hace pensar a Hobbes que la vida sin una autoridad firme y temida sería un infierno, una "guerra de todos contra todos" (bellum omnium contra omnes).
El Pacto Social
El deseo de vivir tranquilamente en paz y con seguridad impulsa a los seres humanos a pactar. Este acuerdo mutuo, conocido como el contrato social, es el proceso mediante el cual los individuos renuncian a parte de su libertad natural para someterse a una autoridad soberana que garantice el orden y la protección.