Las Grandes Crisis de la Historia de España: Siglo XVII y el Desplome de 1917
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La Crisis General del Siglo XVII: Decadencia y Estancamiento
Demografía y Sociedad
El siglo XVII estuvo marcado por una profunda crisis demográfica. El crecimiento poblacional fue negativo durante los primeros dos tercios del siglo, descendiendo hasta los 6 millones de habitantes. En el último tercio, la población ascendió ligeramente hasta casi 7 millones.
Causas del Descenso Demográfico
- Epidemias, destacando la peste negra.
- La expulsión de los moriscos (aproximadamente 300.000 personas), lo que supuso la pérdida de puestos de trabajo, especialmente en el campo.
- La emigración a América (más de 50.000 personas).
- Las constantes guerras (como la Guerra de los Treinta Años y la Crisis de 1640).
Consecuencias Sociales
La crisis agravó la separación social entre los estamentos privilegiados (nobleza y clero) y el estado llano. El aumento de impuestos provocó la ruina de gran parte del campesinado y un incremento de la marginalidad (pícaros, mendigos).
Las diferencias sociales también se manifestaron en el terreno religioso entre cristianos viejos y cristianos nuevos (descendientes de judíos o musulmanes), lo que llevó a la exigencia, por parte de diversas instituciones, de la limpieza de sangre. Todo ello contribuyó a la decadencia del país.
Economía
El periodo de expansión económica del siglo XVI se vio truncado por los factores demográficos y bélicos expuestos, sumiendo a la economía en una aguda crisis. Los gastos en política exterior habían impedido la inversión en el país, a pesar de la llegada de oro y plata de América.
Sector Principal y Problemas
El sector principal seguía siendo el agropecuario, productor de secano (vid, olivo, trigo). La agricultura en Castilla experimentó una caída en el rendimiento (menos maíz). No hubo un despegue industrial significativo.
Las remesas de plata disminuían. La situación económica empeoró debido a la inadecuada política económica de los gobiernos, que recurrieron al envilecimiento de la moneda (reduciendo el contenido de plata) y al aumento de impuestos.
Desde 1680 se observó una pequeña revitalización económica, más intensa en la periferia peninsular.
La Crisis de la Restauración: El Desplome de 1917 y el Trienio Bolchevique
La Crisis de 1917
La crisis de 1917 supuso la descomposición del sistema político de la Restauración, bajo la presidencia de Eduardo Dato. Esta crisis se manifestó en tres frentes simultáneos:
Frente Militar
Las Juntas de Defensa reclamaban la subida de sueldo y el ascenso por antigüedad de los militares. El gobierno cedió con la Ley del Ejército, lo que provocó problemas al incrementarse exponencialmente el número de oficiales.
Frente Político
Setenta diputados opositores (catalanistas, republicanos, socialistas y algunos liberales) crearon la Asamblea Nacional de Parlamentarios, que solicitaba reformas democráticas y una mayor autonomía para Cataluña. El gobierno disolvió la asamblea.
Frente Social
Las organizaciones sociales (PSOE, UGT) y anarquistas (CNT) planificaron una huelga general. El objetivo principal era acabar con el sistema e instaurar un gobierno provisional. Se produjeron incidentes violentos en las ciudades. La represión, ejercida por el ejército, resultó en muertos y detenidos, incluyendo a líderes del PSOE como Largo Caballero y Julián Besteiro.
El Trienio Bolchevique (1918-1920)
El periodo 1918-1920 se caracterizó por las agitaciones sindicales, influidas por el triunfo de la Revolución Bolchevique de Octubre en Rusia. Las duras condiciones de trabajo de obreros y campesinos eran el motor de las protestas.
Las medidas gubernamentales, como la Ley de descanso dominical de Maura o la jornada de ocho horas de Romanones, resultaron insuficientes y a menudo se incumplieron.
El anarcosindicalismo incrementó su número de afiliados y cobró conciencia de su fuerza social. La CNT, con dirigentes como Salvador Seguí, recrudeció la conflictividad laboral con huelgas incesantes y el asesinato de empresarios. Los patronos respondieron contratando grupos armados (el fenómeno del pistolerismo), que acabaron con la vida de sindicalistas (ejemplo: Salvador Seguí).
El sindicato socialista UGT se mantuvo en un segundo plano, aunque fue consolidando su radio de acción y ganando adeptos. Dentro del PSOE, el debate sobre la Revolución rusa y la creación de la III Internacional (Komintern) provocó una escisión que llevó a la fundación del Partido Comunista de España (PCE) en 1921.
Inestabilidad Política
Entre 1913 y 1923, los gobiernos tuvieron una media de duración de cinco meses y no lograron dar respuesta a los problemas del país. Desde la Crisis de 1917, los conservadores se unieron en hasta seis gobiernos. El intento más esperanzador, el de Antonio Maura en 1918, no prosperó.
A partir de 1919, las movilizaciones fueron reprimidas con mayor dureza, llegando a declararse el estado de guerra. Tras el golpe de Estado de Primo de Rivera, los sindicatos anarquistas fueron ilegalizados y se recuperó el orden social.