La Gran Polémica Musical del Siglo XVIII: Melodrama Francés vs. Italiano
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Raguenet y Lecerf: La Polémica entre Francia e Italia en el Melodrama
El concepto de imitación de la naturaleza se modificó hasta justificar, dentro de ciertos límites, la existencia de la música como arte. Esto ocurrió, sobre todo, debido a una gran polémica de carácter doctrinal que surgió en la segunda mitad del siglo XVIII y se extendió por más de un siglo. Nos referimos a la controversia entre los partidarios del melodrama italiano y los del melodrama francés; una polémica que presenta puntos de contacto con la francesa querelle des anciens et des modernes y que no revela solamente una orientación diversa del gusto, sino una alternativa de carácter estético-filosófico.
El Melodrama Francés: Tradición y Austeridad
El melodrama francés, desarrollado según la trayectoria indicada por Lully, se basó en una tradición de seriedad y austera sencillez. Sujeto a las reglas tradicionales y a las unidades de tiempo, lugar y acción vigentes, y con un argumento trágico y mitológico, se acomodó al gusto cortesano y clásico de los ambientes aristocráticos de la corte.
El Melodrama Italiano: Libertad y Virtuosismo
El melodrama italiano, un espectáculo más popular, permitió que la música se desarrollara con más libertad, dando prioridad al desahogo melódico y virtuosístico de los cantantes. Esto dejó en segundo término la acción trágica y propició la creación de un género muy propio, como la ópera bufa y cómica de tema burgués.
Los Bandos en Disputa
Los dos bandos en estas querellas son, pues, claros:
- De un lado, los defensores de la tradición racionalista y clasicista, encarnada en el melodrama francés de Lully y de sus seguidores.
- En el otro, los amantes del bel canto italiano, quienes defendían la autonomía de los valores musicales y las exigencias del oído.
F. Raguenet: La Superioridad Francesa
En estas querellas participaron, entre otros, el abate francés F. Raguenet, quien en 1698 viajó a Roma y conoció allí el melodrama italiano. En sus escritos afirmó que las óperas francesas eran muy superiores a las italianas. Por el contrario, las italianas solo las superaban por su musicalidad, pero por lo demás, las consideraba pobres e incoherentes, con diálogos triviales, y para concluir bien la escena, introducían una de sus mejores arias.
Lecerf: El Justo Medio y la Crítica al Gusto Italiano
Más tarde, Lecerf, en 1704, contestó en sus escritos a Raguenet. En su publicación Comparaison de la musique italienne et de la musique française y en otra titulada Traité du bon goût en musique, afirmó, como conservador que era, que el ideal consistía en el justo medio, la naturalidad y la sencillez; había que abolir los excesos y lo superfluo. El mal gusto, según él, estaba representado por la música italiana al no observar estas premisas; los italianos forzaban en exceso los instrumentos, adornaban caprichosamente las melodías y se abandonaban al placer producido por el buen sonido.
Diferencias y Coincidencias entre Lecerf y Raguenet
Lecerf y Raguenet difieren en algunos puntos y en su valoración. Ambos reconocen que la música es una agradable diversión ajena a la razón y, por lo tanto, inferior a las artes que apelan a la razón y al espíritu. Ambos coinciden en reconocer que la ópera francesa es superior desde el punto de vista literario y dramático. Sin embargo, Raguenet es el aficionado con buen gusto que viaja y aprecia lo que le agrada, anticipándose a la actitud hedonista de los enciclopedistas, más libre y despreocupada. Lecerf, por su parte, es el hombre que se deja guiar por la razón y la tradición, mientras Raguenet aboga por las propias emociones y el gusto personal.
Impacto y Relevancia de la Polémica
Francia fue la patria donde se efectuaron estas disputas, que continuaron durante todo el siglo XVIII y se hicieron cada vez más ásperas y belicosas hasta adquirir un claro color político.
Es lógica la pasión y el interés que despertaron estas polémicas sobre el melodrama, ya que este género ocupó un lugar central en la cultura de los siglos XVII y XVIII.