El Golpe de Estado de Primo de Rivera: Causas y Reorganización del Estado

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Las Causas del Golpe Militar

Primo de Rivera y los sectores que le apoyaron (monarquía, militares) defendieron su actuación como una solución para poner fin a la crisis política y la conflictividad social del país.

Entre las razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación estaban: la inestabilidad, el bloqueo del sistema parlamentario, el miedo de las clases medias y altas a una revolución, el aumento de la influencia del republicanismo y los nacionalismos, y el descontento del ejército tras el desastre de Annual.

En la decisión de Primo fueron básicos el apoyo del ejército y el rey, y el deseo de evitar que las Cortes exigieran responsabilidades por Annual.

Justificó el golpe militar a través de un discurso con pretensiones regeneracionistas, criticando la vieja política con el fin de ganarse a las clases populares. Su manifiesto inaugural anunció su firme voluntad de limpiar el país de caciques y de acabar con la farsa electoral.

Algunos apuntan que Primo no pretendía poner fin al desastroso sistema de la Restauración, sino evitar que el régimen político se democratizase, pues en el último gobierno, García Prieto pretendía una reforma de la Constitución, de la ley electoral, del turno de partidos y de la limitación de poderes del rey. La dictadura fue la solución para frenar la posible reforma del sistema.

La Reorganización del Estado

La dictadura de Primo atravesó dos fases: hasta 1925 gobernó el Directorio Militar, cuyos miembros eran militares, pero a partir de este año se pasó al Directorio Civil, que incluía a algunos civiles, aunque el peso de los militares siguió siendo importante.

Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión del régimen constitucional, disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de partidos políticos y sindicatos. Se implementó la militarización del orden público y la represión al obrerismo radical.

Para eliminar el caciquismo se elaboró un estatuto municipal y otro provincial, y se cambiaron los ayuntamientos por juntas vocales nombradas por los gobernadores. Sin embargo, la regeneración fue una gran farsa que sustituyó a unos caciques por otros.

Durante la primera etapa de la dictadura, el conflicto de Marruecos centró el interés de Primo, quien organizó, en colaboración con Francia, el desembarco de Alhucemas (1925), que se saldó con éxito. Abd el-Krim se rindió y el ejército español dio por finalizado el protectorado de Marruecos.

A partir de 1926 se fue abandonando la idea de la dictadura transitoria y Primo intentó institucionalizar el régimen para darle continuidad, con la influencia indudable del fascismo italiano. Convocó una Asamblea Consultiva (1927) con miembros elegidos por designación entre los ciudadanos pertenecientes a las instituciones públicas. El sufragio universal quedó olvidado.

Para promover la adhesión al sistema, creó un partido, la Unión Patriótica, cuya misión primordial era proporcionar apoyo a la dictadura. Los afiliados al nuevo partido procedían de las filas del catolicismo, de la administración o de los caciques rurales. Se reactivó la institución del Somatén (ciudadanos voluntarios armados) para colaborar en el mantenimiento del orden público.

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