Glosario Filosófico Nietzsche: Conceptos Esenciales y Críticas
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Glosario de Conceptos Nietzscheanos
Egipticismo
Egipticismo: Imagen metafórica con la que Nietzsche marca la tendencia a la permanencia, a la intemporalidad, a la petrificación de la filosofía tradicional, es decir, su tendencia a negar el principal rasgo de la realidad: ser devenir. Usa esta imagen porque la representación humana en la escultura y pintura egipcias se caracteriza por el hieratismo, falta de expresividad y movimiento para acentuar la solemnidad de la imagen. Con este recurso se pretendía plasmar la eternidad e inmortalidad del alma del difunto.
Eléatas
Eléatas: Grupo de presocráticos entre los que se encuentran Jenófanes, Parménides (máximo representante) y Zenón. Su tesis central es la que tanto critica Nietzsche: una concepción estática del ser, la deducción racional de sus categorías y, por tanto, la negación de lo sensible. «Eléatas» hace referencia al lugar en torno al cual transcurre la vida de estos autores, Elea (entonces en la Magna Grecia, hoy sur de Nápoles). Pero Nietzsche usa la expresión también en un sentido más amplio, calificando de «eléatas» a todos los filósofos que han aceptado esa concepción estática del ser.
Empiria
Empiria: La experiencia sensible. El término Empirismo proviene de aquí.
Ens Realissimum
Ens Realissimum: Expresión de la filosofía escolástica que significa «ente realísimo». «Ente» hace referencia a cualquier cosa existente y, por tanto, «ente realísimo» se refiere exclusivamente a Dios como el ser máximamente real por ser perfecto, necesario y causa de sí mismo (causa sui). Los demás seres, por ser creados y tener una existencia dependiente de Dios, son contingentes y, por tanto, no máximamente reales como lo es Dios. Para Nietzsche este concepto no es más que una ficción vacía.
Fetichismo
Fetichismo: Veneración excesiva y superstición, idolatría. Con la expresión «fetichismo del lenguaje», Nietzsche alude al proceso mediante el cual se proyecta la categoría gramatical de sujeto de la proposición en nuestra experiencia de lo real, lo que genera la falsa creencia de que en la realidad existen sujetos (seres idénticos, consistentes, libres, que actúan como causas) y predicados (accidentes, modos, atributos, cualidades de esos seres). Es decir, el fetichismo del lenguaje consiste en atribuirle un poder que no tiene. Por tanto, el «fetichismo de la metafísica del lenguaje» consiste en dar un valor ontológico a las estructuras gramaticales.
Filosofía, Filósofos
Filosofía, Filósofos: Nietzsche utiliza esta expresión con un sentido peyorativo muy concreto. Se refiere a los filósofos que mantienen una concepción estática de la realidad. «Filósofo» es, en Nietzsche, sinónimo de platónico (en sentido amplio); y filosofía, de «filosofía platónica». Por tanto, cuando Nietzsche califica algo de filosofía o de filósofo está lanzando un ataque.
Idiosincrasia
Idiosincrasia: Las características propias y distintivas que definen cualquier cosa. Nietzsche utiliza esta expresión para referirse a las características que definen a los filósofos tradicionales, los «platónicos». Son dos: la creación del ser estático y la transmutación ontológica.
Idolatría, Idólatra
Idolatría, Idólatra: El culto a los ídolos, entendiendo por tales cualquier cosa objeto de admirada exaltación. En el texto, Nietzsche hace un uso metafórico de esta expresión, aplicando este significado religioso a los conceptos supremos. Los filósofos adoran los conceptos forjados por la razón porque para ellos representan la realidad «verdadera». Pero para Nietzsche estos conceptos supremos, estos «ídolos» de la razón, son pura apariencia que no designan nada realmente existente; son momias conceptuales.
Mundo Verdadero
Mundo Verdadero: Expresión con la que Nietzsche caracteriza el mundo inteligible. Este «mundo verdadero» se ha elaborado desde el único mundo real, el devenir. Partiendo de las características del devenir, se inventa una «realidad» con características contrarias. Pero esta «realidad» no es más que un deseo, una ilusión debida a la consideración del devenir como algo falso, erróneo, irreal y negativo. Puesto que la creación del mundo verdadero parte de una valoración negativa y pecaminosa de lo sensible, estamos ante una ilusión que no es solo «óptica» («vemos» lo que no-es) sino también «moral» (el «mundo verdadero» es el mundo de lo bueno).