Gestión Disciplinaria en el Aula: Modelos y Estrategias para Conductas Disruptivas

Modelos Disciplinarios en el Aula

La gestión de la disciplina en el aula es fundamental para un ambiente de aprendizaje efectivo. A continuación, se presentan diferentes modelos disciplinarios, clasificados según su enfoque y la participación del alumnado.

1. Clases Cerradas o Establecidas: Enfoques de Control Predeterminado

En este tipo de clases, las pautas de comportamiento y las consecuencias están claramente definidas de antemano, buscando un control preestablecido de la conducta.

1.1. Modelo de Adiestramiento (Control por Hábito)

Este modelo se centra en el control de la conducta mediante el hábito, estableciendo pautas de funcionamiento automático o rutinas. Los profesores expertos invierten tiempo en reforzar estas rutinas organizativas con un carácter preventivo, buscando anticipar y evitar problemas de disciplina.

1.2. Modelo de Modificación de Conducta (Condicionamiento Operante)

Se basa en el condicionamiento operante, donde la conducta se controla en función del estímulo y la respuesta generados. Se busca un refuerzo positivo o negativo para moldear el comportamiento. Las intervenciones pueden ser sencillas, como:

• Una mirada al alumno.
• Una indicación verbal directa.
• Reubicar al alumno en el aula.
• Excluirlo temporalmente de la clase.

2. Clases Abiertas o Emergentes: Enfoques Participativos y Flexibles

Aunque existe un guion o planificación, en estas clases el profesor comparte las decisiones de control con el alumnado, fomentando su participación y responsabilidad.

2.1. Modelo de Dinámica de Grupos

Este modelo es eficaz para abordar conductas que afectan a la dinámica de todo el grupo. El profesor establece los límites de las decisiones que comparte y traslada responsabilidades al alumnado. Es crucial que las normas se consensúen en una o dos sesiones iniciales, lo que fomenta un mayor compromiso por parte de los estudiantes.

2.2. Modelos de Desarrollo Personal y Social

Se aplica un tratamiento individualizado, especialmente en casos de conflicto reiterado. Es fundamental resolver el problema con el alumno después y fuera de clase para no menoscabar la autoridad del profesor ante el grupo. En estas intervenciones, se debe ayudar al alumno a identificar qué ha causado la conducta y cuál ha sido su efecto.

Conductas Disruptivas en el Aula: Identificación y Abordaje

Las conductas disruptivas son aquellas que interfieren en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la convivencia escolar. Comprender sus causas y tipos es esencial para una gestión efectiva.

Causas de las Conductas Disruptivas

• Propias de la interacción con el aula:
  • Actividades no motivadoras.
  • Tareas mal planteadas y organizadas.
  • Enfrentamientos profesor-grupo (debido a una posible incapacidad de liderazgo).
  • El alumno no acepta la autoridad o figura del profesor.
• Ajenas a la clase:
  • Necesidad de rebeldía individual (falta de aceptación de las normas sociales, requiriendo enseñanza sobre el respeto a las normas básicas).
  • Problemas afectivos de los alumnos (que requieren afecto y la oportunidad de compartir responsabilidades).
  • Falta de consideración o interés por la asignatura.
  • Variables contextuales (condiciones del aula, ruido excesivo, llegadas tarde recurrentes).

Conductas Disruptivas Más Frecuentes y Estrategias de Intervención

• Agresión o Incordio a un Compañero:
  • Manifestaciones: Molestar, discutir o agredir físicamente.
  • Intervención: Separar a los implicados espacialmente y, tras la clase, diagnosticar la causa y responsabilidades para una resolución adecuada.
• Rebeldía ante el Profesor:
  • Manifestaciones: Cuestionar la autoridad y capacidad docente.
  • Intervención: Evitar que la conducta se extienda al grupo. Tratar el asunto fuera del aula. Las acciones iniciales pueden incluir llamar la atención, reubicar, expulsar temporalmente y, fundamentalmente, conocer el origen de la conducta.
• Obstaculizar la Clase:
  • Manifestaciones: Boicotear actividades, inducir al abandono de tareas.
  • Intervención: Requiere una intervención similar a la rebeldía, enfocándose en el origen de la conducta y la prevención de su extensión al resto del grupo.
• Protagonismo Excesivo:
  • Manifestaciones: Solicitar atención constante y desviar la atención del grupo.
  • Intervención: Se puede abordar ofreciendo más afecto o, en ocasiones, ignorando la conducta hasta que cese. Se trata como un modelo de desarrollo personal, preferiblemente fuera del contexto grupal inmediato.
• Personalidad Peculiar:
  • Manifestaciones: Hiperactividad (requiere dar responsabilidades), inseguridad, frustración por deficiencias físicas (requiere adaptar la tarea) y necesidad de desarrollar autocontrol.
  • Intervención: Adaptar las estrategias pedagógicas a las necesidades individuales del alumno.
• Inhibición y Desinterés:
  • Manifestaciones: Apatía, ejecución mecánica de tareas y falta de iniciativa.
  • Intervención: Tratar de motivar al alumno y adaptar las tareas para despertar su interés y participación.

Etapas Evolutivas y su Relación con la Conducta

Comprender las etapas del desarrollo cognitivo y social es clave para interpretar y gestionar las conductas de los alumnos.

• 0-6 años:
  • Periodo Pre-operacional (Piaget) o Etapa Básica (Tanner).
  • Caracterizado por el egocentrismo.
• 6-12 años:
  • Periodo de Operaciones Concretas.
  • Etapa constructiva, donde se desarrollan la comprensión de normas y el sentido de la justicia.
• 12-16 años:
  • Periodo de Operaciones Formales.
  • Etapa creativa, con un desarrollo significativo de la autogestión de la conducta.