Geografía y Relieve de la Meseta Central Española: Características y Formaciones

Relieves Característicos de la Meseta Central Española

La Planicie Manchega: Extensión y Formación

La Planicie Manchega es la más extensa y llana de las formaciones de la Meseta Central. Se extiende desde el centro de Ciudad Real hasta el este de Albacete, y en sentido norte-sur, desde el sur de Cuenca hasta el sureste de Toledo y el sur de Ciudad Real. Está formada por un relleno de materiales terciarios de origen fluvial, permeables y rematados por calizas. En el Campo de Calatrava y en las cercanías de la Sierra de Cuenca, se encuentran restos de actividad volcánica terciaria, con cráteres y conos volcánicos. Entre Albacete y Ciudad Real, gracias a la descomposición de los materiales calizos, se forman fenómenos kársticos que originan cuevas y corrientes subterráneas, como las famosas Lagunas de Ruidera.

La Fosa Tectónica del Tajo: Modelado Fluvial

La Fosa Tectónica del Tajo es un área donde el río Tajo ha excavado profundamente el relieve debido al gran desnivel existente desde su nacimiento hasta su desembocadura. En su curso alto, atraviesa materiales secundarios y terciarios hasta llegar a Aranjuez, lo que le permite excavar impresionantes desfiladeros y hoces. En su curso medio, hasta Cáceres (Navalmoral de la Mata), el río forma vegas de poca profundidad y gran anchura, como las fértiles Vegas de Aranjuez.

La Penillanura de la Meseta Extremeña: Resistencia a la Erosión

La Penillanura de la Meseta Extremeña presenta una morfología ligeramente retocada por la erosión actual. Sobre ella destacan algunos relieves residuales de gran altura. Son relieves de origen litológico, formados por la resistencia a la erosión de materiales duros como el granito (por ejemplo, la Sierra de Montánchez, San Pedro, Monte Isla). El zócalo paleozoico, en su sector más deprimido (el Guadiana), aparece cubierto por una tenue capa de derrubios finos, arcillas y arenas. Dado que el río Guadiana no tiene mucha pendiente y desaparece y reaparece cerca de Daimiel (Los Ojos del Guadiana), el cauce carece de capacidad erosiva, sirviendo más bien como transportador de materiales sedimentarios. Gracias a esta delgada cubierta que cubre a trechos la penillanura, las tierras de barros y los Llanos de la Serena son fértiles y fácilmente cultivables.

El Sistema Central: Eje Montañoso Peninsular

El Sistema Central es la más larga de las cordilleras peninsulares y divide la Meseta en dos. Se caracteriza por dorsos redondeados y formas macizas. Sus límites orientales son imprecisos, ya que se une con el Sistema Ibérico. Tiene su origen en la orogenia alpina, que fracturó materiales paleozoicos y formó fallas que pueden elevarse o hundirse. La cordillera está estructurada en varios conjuntos:

• La Sierra de Gata y Peña de Francia
• La Sierra de Gredos y Guadarrama
• La Sierra de Somosierra, Ayllón y La Pela

Es una zona de paso clave entre las dos mesetas. Algunas de sus sierras más importantes son: Sierra de Ayllón, Somosierra, etc. Debido a su litología silícea, presenta diversos modelados: fallas alineadas (como el Valle del Lozoya), modelados graníticos (domos, berrocales, etc.) en La Pedriza de Manzanares, y durante el Cuaternario, formas de glaciarismo con la formación de circos y lagunas de montaña.

Los Montes de Toledo: Cordillera Oretana y su Relieve Apalachense

Los Montes de Toledo, también conocidos como Cordillera Oretana, dividen las cuencas del Tajo y del Guadiana. Es una cordillera formada por bloques tectónicos, separada por fosas que se extienden desde La Mancha hasta Portugal, lo que impide que sea una cordillera continua. Es una cordillera menos extensa que el Sistema Central, con un relieve apalachense caracterizado por cumbres suaves y menos elevadas que las del Sistema Central, y que no han sido retocadas por la glaciación, predominando materiales como la pizarra y las cuarcitas. Las sierras más importantes son: San Mamede, San Pedro, y las Sierras de Montánchez y Guadalupe, entre otras.