Geografía Física de la Península Ibérica: Formación y Características del Relieve
Características Fundamentales del Relieve Peninsular
La Península Ibérica presenta una serie de rasgos distintivos que definen su morfología:
Elevada Altitud Media
La Península Ibérica tiene una altitud media de unos 660 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en el segundo país más montañoso de Europa, solo superado por Suiza. Esta elevada altitud se debe principalmente a la gran extensión de la Meseta Central, que se sitúa entre los 600 y 800 metros sobre el nivel del mar. Este carácter montañoso impone condiciones poco favorables para la agricultura, el desarrollo de vías de comunicación eficientes o el aprovechamiento de los ríos como vías navegables.
Disposición Periférica del Relieve
Las principales unidades de relieve se disponen en relación a la Meseta Central, rodeándola. Esta disposición periférica es responsable del aislamiento del interior peninsular y de la escasa penetración de la influencia marítima, debido a la presencia de barreras montañosas que dificultan el acceso de las masas de aire húmedas del mar.
Forma Maciza y Compacta
La Península Ibérica se caracteriza por su forma maciza y compacta, lo que se debe a su gran extensión y a la escasez de grandes golfos o penínsulas secundarias que fragmenten su contorno. Como consecuencia de esta morfología, la Península se asemeja a un pequeño continente, con una gran diversidad de paisajes y climas en su interior.
Formación y Evolución Geológica del Relieve Peninsular
El relieve de la Península Ibérica es el resultado de una larga y compleja evolución geológica, marcada por diversas fases orogénicas y procesos postorogénicos:
Las Fases Orogénicas
- Plegamiento Herciniano: Hace unos 300 millones de años, durante la Era Primaria, el plegamiento Herciniano provocó la emersión de las tierras que cubrían la Península, dando lugar a los primeros macizos y cordilleras.
- Era Secundaria: En los inicios de la Era Secundaria, hace unos 200 millones de años, las tierras emergidas se organizaban en dos grandes áreas continentales: Laurasia y Gondwana. Durante este periodo, predominaron los procesos de sedimentación.
- Plegamiento Alpino: En la Era Terciaria, el plegamiento Alpino, resultado de la colisión de la placa africana (parte de Gondwana) contra la placa Euroasiática, elevó las cordilleras más jóvenes y de mayor altitud, como las Cordilleras Béticas y los Pirineos.
La Evolución Postorogénica
Esta fase abarca la Era Cuaternaria, el periodo geológico actual, caracterizado por importantes cambios climáticos y geomorfológicos:
- Depresiones Interiores: Durante esta era, se formaron y evolucionaron las grandes depresiones interiores, como las de las submesetas (Norte y Sur) y las de los grandes ríos.
- Periodos Glaciares: Durante los periodos glaciares, las altas montañas estuvieron cubiertas por extensos glaciares, modelando el paisaje a través de la erosión y el depósito de materiales de diversos tamaños.
- Fases Interglaciares: En las fases interglaciares, que corresponden a periodos más cálidos, los hielos acumulados durante las glaciaciones se funden, contribuyendo a la formación de valles fluviales y la acumulación de sedimentos.
División Litológica y Estructural del Relieve Ibérico
En la Península Ibérica se distinguen tres grandes zonas litológicas, cada una con características geológicas y morfológicas propias:
La Iberia Silícea
Está constituida por materiales antiguos y duros como la sílice y el cuarzo, donde predominan las rocas eruptivas (como el granito) y metamórficas (como las pizarras y los mármoles). Ocupa el tercio occidental de la Península y está presente también en la zona axial de los Pirineos, Sierra Nevada y núcleos aislados del Sistema Ibérico.
- Estructura: Estructuralmente, está formada por materiales muy antiguos y desgastados por la erosión a lo largo de millones de años.
- Topografía: La topografía se caracteriza por una meseta accidentada por fallas, creando desfiladeros y picos escarpados. Sus suelos son predominantemente arenosos y ácidos, con baja fertilidad.
La Iberia Caliza
Se formó durante la Era Secundaria a partir de formaciones sedimentarias, principalmente rocas calizas. Se extiende por el Prepirineo, los Montes Vascos, la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, las Cordilleras Béticas y las Baleares.
- Estructura: Estructuralmente, se corresponde con cordilleras modernas y jóvenes, caracterizadas por grandes alturas y pendientes pronunciadas, resultado del plegamiento Alpino.
- Topografía: La topografía se deriva de las características de la roca caliza, que es permeable. Esto origina un típico paisaje kárstico, con formaciones como lapiaces, dolinas, uvalas, poljés, simas y cuevas.
La Iberia Arcillosa
Está formada por materiales sedimentarios de origen continental (arcillas, margas, yesos) que constituyen la cobertera de las llanuras de la Meseta Central y las grandes depresiones exteriores. La juventud de estos materiales hizo que no fueran afectados por el plegamiento Alpino.
- Estructura: Estructuralmente, se corresponde con las grandes depresiones de las submesetas (Norte y Sur) y las de los ríos Ebro y Guadalquivir.
- Topografía: La topografía se caracteriza por un paisaje de suaves ondulaciones, como el de la campiña, muy representativo en Córdoba y Sevilla. La blandura de los materiales hace que la erosión sea rápida e intensa, lo que puede originar paisajes de badlands en zonas con escasa vegetación y lluvias torrenciales.