Geografía Agraria Española: Diversidad de Paisajes por Región

La Diversidad de los Paisajes Agrarios Españoles

Los Paisajes Agrarios de la España Húmeda

El paisaje agrario de la España Atlántica se sitúa en la parte norte y noroeste de la península. Tiene un clima oceánico con abundantes lluvias a lo largo de todo el año y temperaturas medias, aptas para los cultivos. Sin embargo, presenta la dificultad para el cultivo que supone el accidentado relieve. Así, tiene dos vocaciones agrarias principales: la ganadera, que aprovecha la hierba o siembra plantas forrajeras para las vacas y produce leche; y la forestal, que aprovecha el bosque en busca de madera y pasta de papel. La gran demanda de esta materia prima ha introducido árboles que crecen más rápido.

La superficie de cultivo tiene cultivos que necesitan mucha humedad por las abundantes lluvias. Antiguamente eran policultivos de frutas, hortalizas y demás, pero ahora se cultivan plantas forrajeras para alimentar al ganado, que está parte del año en establo y parte en la pradera pastando. La estructura agraria está organizada en minifundios, la mayoría familiares. En algunas regiones está más presente el policultivo, como en Galicia. Además, la población se concentra en aldeas y, en algunos casos, dispersa en caseríos y granjas aisladas.

El Paisaje Agrario de la España Montañosa

En la montaña, la agricultura está ligada al bosque y su aprovechamiento. Tiene ganadería de vacuno y ovejas para carne. Este paisaje se encuentra en las montañas que hay repartidas por España.

Los Paisajes Agrarios de la España Interior

Se extienden por las dos submesetas y por la depresión del Ebro. Se caracteriza por tener un clima de fuertes contrastes de temperatura, con inviernos fríos con heladas y una integral térmica baja, y veranos muy calurosos con aridez estival. Todo ello, con lluvias escasas e irregulares. El terreno es llano, lo que favorece mucho la mecanización del campo.

Los cultivos se componen, por un lado, de secanos y, por otro, de regadíos, todos entremezclados en el espacio. Sobre todo, hay cultivo de secano (la triada mediterránea), pero también hay regadíos (remolacha, patatas, etc.). En la parte oeste de España se dan las dehesas, que son un cultivo de cereales y de encinas con ganadería mezclada, alimentada por las bellotas (siendo estos cerdos). También hay ganado de lidia. Además, se ha ido incrementando la ganadería de vacuno de carne en zonas de montaña y en establos por toda la meseta.

También se aprovechan los bosques de pino resinero y piñonero y algunos árboles más. En Castilla y León, la agricultura se concentra a orillas de los ríos y en sus cuencas, que son las partes más fértiles para los regadíos. A medida que nos alejamos, predomina la vid y el secano en general. En La Mancha se da más la triada mediterránea y en Extremadura, la dehesa.

Los Paisajes Agrarios Mediterráneos

Se sitúan por toda la zona de la costa mediterránea y de Andalucía, parte del Ebro y depresión del Guadalquivir. Tienen clima mediterráneo, lo que permite que los cultivos se desarrollen mejor porque tiene mayor integral térmica y temperaturas moderadas todo el año. Sin embargo, las precipitaciones son escasas e irregulares y hay aridez estival. Por ello, predomina el regadío (agricultura intensiva de regadío) con cultivos de hortalizas, frutas y, en algunas zonas más húmedas, arroz (Delta del Ebro).

En estos paisajes hay muchos invernaderos, aumentando considerablemente la productividad y producción. En la parte de Cataluña, los cultivos son frutales no cítricos y hortalizas, además de plantas forrajeras para su ganadería. Pero en la parte de Valencia y más al sur, se dan más los frutales cítricos y hortalizas. Por otro lado, en Andalucía se da el secano en el interior (triada mediterránea) y regadío en las cercanías del Guadalquivir. Hay que añadir que en Andalucía el poblamiento es tanto concentrado en aldeas como disperso en fincas aisladas que poseen los cultivos de su alrededor.