Género y Desigualdad: Fundamentos y Debates Clave
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 4,92 KB
Reflexiones basadas en las ideas de Martínez García, J.S. (Tema 3.1)
1. ¿Es el género una construcción ideológica? ¿Por qué?
Sí, el género es una construcción ideológica. Esto se debe a que no existen dos sexos que se correspondan de manera unívoca y universal con solo dos géneros. La naturaleza misma presenta una diversidad que no siempre respalda la visión tradicional de una dicotomía estricta entre femenino y masculino; existen situaciones donde la diferenciación biológica no es completamente clara. Estas instancias de ambigüedad sexual biológica cuestionan la creencia de que solo existen dos sexos biológicos de forma taxativa. En esencia, el género es el significado social y cultural que atribuimos a las diferencias percibidas entre los sexos.
2. Causas de la distinta toma de decisiones de hombres y mujeres sobre sus vidas
La sociedad ejerce un fuerte condicionamiento sobre las decisiones vitales de hombres y mujeres. Las personas suelen elegir a partir de las expectativas sociales internalizadas; es decir, tienden a desear y perseguir aquello que se considera «apropiado» o «esperado» para su género. Estas expectativas son, fundamentalmente, construcciones sociales.
3. ¿Cuándo y cómo las diferencias entre hombres y mujeres se convierten en desigualdades?
Las diferencias entre hombres y mujeres se transforman en desigualdades cuando estas diferencias se utilizan para justificar o perpetuar un acceso dispar a recursos, oportunidades y poder. Por ejemplo, si se educa a las niñas y mujeres de forma que se limite su acceso a determinados sectores económicos, campos de estudio o posiciones de liderazgo, se está imponiendo una limitación que se traduce directamente en desigualdad.
4. ¿Por qué afirma Martínez García que hay una tensión entre los intereses de clase y los intereses de género?
Martínez García sostiene que existe una tensión entre los intereses de clase y los intereses de género. Esta tensión se manifiesta de la siguiente manera:
- Por un lado, para algunas mujeres, especialmente de clases populares, la opción de dedicarse al cuidado del hogar y los hijos puede ser percibida como más viable o incluso preferible, sobre todo si existen ayudas económicas estatales o familiares que lo faciliten. Esta elección, aunque individual, puede contribuir a reforzar los estereotipos de género tradicionales sobre el rol de la mujer.
- Por otro lado, las mujeres de clases altas suelen tener un mayor incentivo y oportunidad para participar activamente en el mercado laboral, dados sus niveles educativos y los potenciales ingresos. En estos casos, es común que deleguen las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hijos en terceras personas.
La sociedad, a través de sus políticas y normas culturales, puede influir en estas decisiones, aunque no las determina por completo. La tensión surge porque las medidas que podrían favorecer los intereses económicos inmediatos de las mujeres de clases populares (como subsidios por cuidado en el hogar) pueden ser vistas por mujeres de clases altas —y por ciertos sectores del feminismo— como contraproducentes para los intereses de género a largo plazo. Esto se debe a que podrían desincentivar la participación laboral femenina general y perpetuar estereotipos que limitan las opciones de todas las mujeres, independientemente de su clase social.
5. ¿Cómo se conforman y reproducen las actitudes hacia el género?
Las actitudes hacia el género se conforman y reproducen a través de una compleja interacción entre el contexto social y los factores individuales. Si bien la clase social puede influir en los intereses y perspectivas, no es el único determinante.
- Contexto social: Un entorno social, cultural e institucional menos sexista y más igualitario es fundamental para fomentar la adopción y reproducción de actitudes de igualdad de género. Esto incluye la influencia de la familia, la educación, los medios de comunicación y las leyes.
- Factores individuales:
- Nivel educativo: Generalmente, un mayor nivel educativo se asocia con actitudes más flexibles y equitativas respecto al género.
- Creencias y valores: La religión, la ideología política y los valores personales pueden moldear significativamente las percepciones sobre los roles de género.
- Beneficios percibidos y socialización: Las personas pueden internalizar y reproducir ciertas actitudes si perciben que les reportan beneficios (materiales o simbólicos) o si han sido socializadas para aceptar las expectativas de género predominantes como «naturales» o «correctas».