Género, Cuidados y Desigualdad: Un Análisis Social Profundo
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Relaciones de género
Han venido asumiendo papeles totalmente androcentristas ya que se le ha dado importancia al sexo masculino que al femenino. Son las relaciones entre hombres, mujeres y diversidades sexuales, sujetas a cambios permanentes. Pueden ser de igualdad, desigualdad y complementariedad. Están dadas por ideas que tenemos de ser hombres y mujeres y conllevan conflictividad, contradicción y oportunidad de cambio. Se establecen a través de procesos como comunicación o control de poder y se transmiten a través de educación, familia, escuela. Esta situación ha significado ruptura en el desarrollo integral del ser humano, da como resultado que mujeres se encuentren en desigualdad y a hombres se les haya negado el derecho a los afectos.
Cuidado y trabajo
Si nos referimos a estudios con ceguera de género, Teresa Torns explica que podemos decir que no se define como tal, no es remunerado y no ayuda a la economía. Se considera trabajo, muy necesario para que la sociedad siga adelante sin problemas. Afecta tanto a lo emocional como a las relaciones entre cuidadora y cuidado. Suele estar muy invisibilizado. Cuando se habla de cuidados se habla de una gran cantidad de trabajo, trabajo contingente que participa en el mantenimiento de la vida del otro, asistir a sus necesidades o promover autonomía. No reconocer la sobrecarga en tiempo y esfuerzo que significa realizar actividades productivas, comunitarias y de cuidado deriva en detrimento de la calidad de vida de las cuidadoras.
Cadena de cuidado global
Saskia Sassen; un aspecto estratégico para examinar la dinámica organizadora de la globalización y esclarecer cómo opera la dimensión de género. Reclama e importa mano de obra femenina de países periféricos para la atención de familias de países desarrollados. Los puestos de trabajo ocupados por inmigrantes obedecen a asignaciones imperantes en la sociedad emisora que segmentan mercados de trabajo por razón de género. La segmentación ocupacional se reproduce dado que inmigrantes ocupan trabajos con peores condiciones laborales frente a autóctonas. Son vínculos personales entre gentes de todo el mundo, varían en número de eslabones, con el objetivo de sostener la vida y se transfieren de unos a otros en base a ejes de poder (género, la etnia, la clase social, y el lugar de procedencia). En su origen está la adscripción a mujeres de la responsabilidad de asegurar la sostenibilidad de los hogares.
M. Nussbaum
La autora aplica su enfoque a las tribulaciones a las que se enfrentan mujeres en el mundo en vías de desarrollo. Presenta una lista de capacidades funcionales humanas centrales que puede compararse con nuestro modelo jerárquico de necesidades humanas. Incluye la teoría de justicia social y bienestar individual. Habla del enfoque de capacidades que nació para ser alternativa al enfoque del PIB y se ha ido elaborando en el contexto de políticas internacionales para el desarrollo, centrado en naciones pobres que luchan por mejorar la calidad de vida. Se hace referencia a que necesitamos un enfoque que se haga la pregunta de Sissy Jupe, si existía dinero, cuánto correspondía a ella. Un enfoque que debe partir del nivel próximo a la base social, tomando como referencia relatos de vida de personas. Desarrollar políticas pertinentes supone atender a factores que afectan a la calidad de vida. Todas las naciones son países en vías de desarrollo y actualmente fracasan a la hora de garantizar dignidad y oportunidades. Todos pueden hallar inspiración en el enfoque.
Femininización de la migración
Las mujeres migrantes cobran protagonismo al formar parte de la mano de obra del trabajo en los hogares. Las migraciones están relacionadas con la demanda de servicios de cuidado. Para ellas existe una creciente oferta generalmente en condiciones laborales flexibles, con deficiente protección social y reconocimiento de derechos. Muchas generan cadenas de afecto transnacional dejando a su familia en su país. Recae sobre las más pobres y vulnerables y se configura como un nicho laboral. Se incrementa la demanda masiva de mano de obra femenina de bajo costo proveniente de países pobres para suplir necesidades de cuidados en países ricos. El número de mujeres migrantes continuará creciendo, en los países pobres aumenta la presión sobre ellas para buscar estrategias de supervivencia al tiempo que en los industrializados sigue aumentando la demanda de mujeres cuidadoras dando lugar a los nichos laborales indeseables. El género se entrecruza con otras formas de opresión para facilitar la explotación de migrantes. La mujer toma la iniciativa ya que en su país de origen la situación sea tan denigrante, por lo que aún sabiendo que realizará labores de hogar o cuidados, se enfrenta a un nuevo reto.
Especificidad de los cuidados
El estudio de los cuidados prestados en los entornos familiares se han organizado, a grandes rasgos, en torno a tres ejes: un primer eje, centrado en el análisis de todas las actividades realizadas en el ámbito doméstico desde la perspectiva del trabajo; un segundo eje, centrado en el análisis de la interrelación entre los trabajos realizados en el ámbito doméstico-familiar y el profesional; y, un tercer eje, centrado en la consideración de la especificidad de los cuidados.
La especificidad se encuentra en un territorio transfronterizo especialmente cuando se prestan en el marco de las relaciones familiares sin ninguna remuneración a cambio, bajo un fuerte contenido moral y afectivo. Es un trabajo que resulta diferente a los demás, por su capacidad relacional del cuidador y el cuidado. Según Claude Martin existen tres aspectos: a) el trabajo realizado en la esfera familiar debe considerarse un trabajo. B) Se debe poner acento sobre el carácter social del trabajo de cuidado en tanto que es el que establece los vínculos sociales primarios y es difícilmente sustituible. C) Hay que destacar que está siendo mayoritariamente desarrollado por mujeres. Se trata de una labor relacional y de una difícil profesión. Carol Thomas destaca su transversalidad y complejidad por las dimensiones que operan los cuidados. Se caracterizan por sus invisibilidades y discreción. Los cuidados son confundidos con la feminidad. Rachel Salazar diferencia en la vida familiar tres aspectos: los materiales, aquellos relacionados con la oferta y consumo de servicios dentro del hogar; los morales -disciplinarios, socialización de los menores, sentido del deber y de la responsabilidad y los afectivos, donde se introduce la dimensión emocional de las relaciones familiares.
Feminización de la pobreza
Se viene dando ya que la mujer desde antaño sufre una exclusión frente al género masculino, exclusión que viene dada por el patriarcado y la presión que hombres ejercen sobre mujeres. La mujer, encargada por excelencia del cuidado y labores del hogar, ha tenido menos oportunidad de desarrollar su educación, sufriendo así en primera persona los efectos de cualquier crisis económica, dando lugar a una grave feminización de la pobreza. El feminismo lleva tiempo utilizando esta expresión para connotar el creciente empobrecimiento material de las mujeres, el empeoramiento de sus condiciones de vida y la vulneración de sus derechos fundamentales.
Perspectiva feminista
Se conoce como aquella corriente que estudia la igualdad entre géneros. Antes de ser bien redefinida por Simone de Beauvoir en los 70-80, esta corriente se dedicaba a la defensa de la mujer, para lograr ponerla en la situación que verdaderamente le corresponde, pero fue Simone quien la identificó como una explicación precoz del término género, la que dictó que hablar de feminismo era hablar de igualdad entre género… “no se nace mujer, se llega a serlo”. Se da la necesidad de reivindicar muchos aspectos de la vida laboral y social en los que las mujeres no gozan de iguales posibilidades que los hombres.
Género
Elemento que sirve para organizar la sociedad. Para construir relaciones sociales, en el trabajo, en la comunidad, en la cotidianidad… Al ser una construcción social, varía de unas épocas a otras, de países a otros y de grupos sociales a otros en función de la economía, las normas y valores, la religión, el sistema político, la edad, etc. Todo ello hace que las características, oportunidades y expectativas asignadas a las personas no sean las mismas. Género, concepto confuso y complejo. Tiene una base biológica, por lo que es complicado. El género se puede definir como una construcción teórica con efectos reales, tiene una aplicación práctica para analizar y comprender la realidad, además de revisar las áreas de conocimiento ciegas al género femenino. Es un principio de organización social en un sistema de relaciones de poder y desigualdad que discrimina y oprime a las mujeres. El género son el conjunto de características, formas de ser y sentir, expectativas de comportamiento, habilidades y destrezas, roles, responsabilidades que conforman los modelos masculinos y femeninos construidos.
Potencialidades de la profesionalización del cuidado
Al considerar el cuidado como un trabajo se plantea el problema tanto de su remuneración y otras condiciones de trabajo, como de sus cualidades y las competencias que requiere (Martin, 2008: 38). Son profesiones que están frecuentemente feminizadas, son poco valoradas, con escasa remuneración y, en conjunto, con una mínima cualificación reconocida (por ejemplo, auxiliar de ayuda a domicilio, gerocultor, auxiliar de enfermería geriátrica, auxiliar infantil, etc.). Y cualificación no es solo cuestión de especialización, sino que supone la capacidad de efectuar ciertos trabajos y ciertas tareas gracias a un aprendizaje completo y apropiado, y por tanto está ligada al aprendizaje. Este tipo de análisis pone en relación el sistema educativo y el sistema productivo yendo más allá de la cualificación formal. Pero, es con la noción de cualificación tácita (Wood, 1984) con la que es posible integrar la parte invisible de las competencias socialmente inculcadas, generalmente por las familias, un trabajo de socialización efectuado sobre todo por las madres (Kergoat, 1998: 74), también por otras mujeres de la familia, como se verá más adelante. En tanto que en su desempeño se ponen en acción saberes y competencias adquiridas en el mismo proceso de construcción de la identidad femenina, los trabajos de cuidado están afectados por la desconsideración que han sufrido históricamente (como se ha señalado más arriba, muchas de estas competencias tienen que ver con lo relacional y con lo emocional). El del cuidado es un sector de gran desarrollo en torno al que se están definiendo nuevas profesiones, si bien muchas de ellas aún continúan con un grado insuficiente de profesionalización. De hecho, es posible diferenciar el trabajo de cuidado según el tipo de cualificación, su reconocimiento y el grado de profesionalización e institucionalización.
Trabajo mujeres: experimentan dificultades para acceder a empleos decentes. La desigualdad persiste en los mercados laborales mundiales, en lo que respecta a las oportunidades, al trato, las mujeres tienen más probabilidades de permanecer en situación de desempleo, tienen menos oportunidades de participar en la fuerza de trabajo y – cuando lo hacen – suelen verse obligadas a aceptar empleos de peor calidad. El reparto desigual de las labores de cuidado y las tareas domésticas no remuneradas entre las mujeres y los hombres, y entre las familias y la sociedad, es un determinante importante de las desigualdades de género en el trabajo. Las mujeres que trabajan están excesivamente representadas en una serie limitada de sectores y ocupaciones.