Generación del 98 y Pío Baroja: Legado Literario y Pensamiento Crítico en España

La Generación del 98: Contexto, Características y Evolución

Podemos definir la Generación del 98 como un grupo de escritores que se vieron profundamente afectados por la crisis de finales del siglo XIX, la cual impactó a España, llevándola a un desgaste a nivel político, social y cultural. Esta situación provocó un gran descontento entre los intelectuales, quienes plantearon un objetivo esencial para acabar con semejante situación: transformar la realidad española mediante el análisis de sus causas.

Los principales componentes de este grupo fueron: Unamuno, Maeztu, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado y Valle-Inclán. Fue Azorín quien popularizó el nombre que los engloba; sin embargo, hoy día se contextualiza a este grupo dentro de una corriente más amplia: el Modernismo.

Características y Evolución de la Generación del 98

La evolución de la Generación del 98 puede dividirse en varias etapas:

Primera Etapa: Confluencia con el Modernismo

En la primera etapa de este conjunto, se comparten características con el Modernismo, como el anticonformismo, el amor por el arte y las influencias del Simbolismo y Parnasianismo.

Segunda Etapa: Preocupación por España

En la segunda etapa, comienzan a manifestarse las diferencias con la corriente modernista. Por un lado, surge una profunda preocupación por el tema de España, expresada en sus obras, a través de las cuales intentan transformar la vida española.

Tercera Etapa: Existencialismo y Estilo Propio

En la tercera etapa, sus escritos se vieron marcados por una profunda preocupación existencial y religiosa. Durante esta etapa, sus intereses se volvieron más individuales, abordando el tema español desde una postura mucho más subjetiva. En suma, se diferencian del esteticismo modernista, adquiriendo los noventayochistas una personalidad propia y dando mayor importancia al contenido que a la forma del texto. Renovaron el lenguaje hacia uno sencillo y directo, e incluyeron en sus trabajos términos propios del habla popular y dialectal. La novela y el ensayo fueron los géneros preferidos de este grupo.

Pío Baroja: Pensamiento, Obra y Legado Literario

Pío Baroja fue un gran novelista que también cultivó otros géneros literarios. Entre sus obras destacadas se encuentran: La busca (1904) y El árbol de la ciencia (1911). Su narrativa abarca una amplia gama de elementos: reflexiones filosóficas, humorismo, aventuras, entre otros. Manifiesta su preocupación por el atraso de España, especialmente en los campos científico, intelectual e ideológico.

Influencias Filosóficas y Visión del Mundo

Baroja estuvo influenciado por pensadores como Nietzsche (de quien tomó la idea del hombre fuerte y enérgico, un hombre de acción que se sitúa por encima de las convenciones morales) y Schopenhauer (cuya visión de la vida como algo incomprensible, inabarcable, doloroso y cruel resonó en su obra).

Para Baroja, la vida carece de sentido, está sujeta al azar y los seres humanos son, a menudo, tipos peligrosos que no inspiran confianza. Esta perspectiva se alinea con ciertos aspectos del darwinismo social.

La aspiración barojiana era la ataraxia, es decir, la abstención de actuar, bajo la premisa de que toda acción produce dolor. En su obra se observa un constante enfrentamiento entre la vida y el pensamiento, o entre el intelectualismo y el vitalismo, lo que algunos han denominado el malestar de la cultura.

Personajes y Temas Recurrentes

Sus personajes suelen ser inadaptados que se oponen a la sociedad en la que viven, pero que acaban frustrados y vencidos al no ser capaces de mantener su lucha, siendo condenados a someterse al sistema que han rechazado. Tanto los personajes activos como los contemplativos terminan fracasando, reflejando la idea de que “el mundo carece de sentido y la vida es un absurdo”.

Estilo Literario de Baroja

Su narrativa se centra en la evolución del protagonista y no pretende ser objetiva, sino que busca comentar los sucesos que narra. De esto se destaca su descripción impresionista y su tono conversacional. Su estilo es antirretórico, caracterizado por párrafos cortos, frases breves y un léxico común.

Relato Adicional: Una Nochebuena Inolvidable

Estábamos jugando al FIFA cuando mi madre, a quien cariñosamente llamábamos 'la aguafiestas', nos apagó la televisión. Era Nochebuena y su espíritu navideño, sumado a que era su cumpleaños, le daban más poder que nunca. Lo que la cumpleañera no sabía era que le teníamos preparado el regalo jamás soñado: un coche. Cuando la llevamos fuera y pudo ver el SEAT negro, comenzó a gritar de alegría; ese día mi madre quedó encantada.