Generación del 98 y narrativa española del siglo XX

Generación del 98

Contexto histórico y características

Noviembre de 1998: Azorín, Unamuno, Baroja y Valle-Inclán inician un camino marcado por:

• Denuncia de los males de España: caciquismo, hambre, ignorancia.
• Pesimismo ante la situación histórica y desmoronamiento de valores sociales y espirituales.
• Influencia de la filosofía, planteamientos existencialistas.
• Dolor de España y Castilla como símbolo de patriotismo casticista.
• Renovación estética del estilo mediante el subjetivismo. No se persigue la reproducción exacta de la realidad, sino la expresión de la realidad interior, mediante una concepción totalizadora. La novela tiene cabida en la reflexión filosófica y el ensayo.

Autores principales

Miguel de Unamuno

Acuñó el término "nivolas". Se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad agónica, para la reflexión sobre ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la muerte y la conciencia. Interviene en el relato, dialoga con los personajes y los convierte en símbolos. Destaca Niebla, que utiliza el juego vida-literatura. El protagonista se enfrenta con su creador en un ambiente de confusión entre la verdad y la ficción. Se sintió atraído por el tema de la lucha entre hermanos, por la historia de Caín y Abel. Publicó San Manuel Bueno, mártir, donde aparecen motivos como las luchas, la agonía, el creer, la soledad y los problemas de fe. La vida como sueño.

Ramón María del Valle-Inclán

Defiende el modernismo y el esperpento. Obras marcadas por el modernismo son las Sonatas (Memorias del marqués de Bradomín, Sonata de otoño, Sonata de estío, Sonata de primavera, Sonata de invierno). Las otras, marcadas por el esperpento, son Tirano Banderas y Ruedo ibérico, que reflejan la historia y la vida del país desde el reinado de Isabel II hasta el desastre del 98.

Azorín

En sus novelas, la narración se fragmenta en instantáneas que congelan el tiempo. Destacan La voluntad, Antonio Azorín, Don Juan y Doña Inés, que describen el ambiente y la sensibilidad de los personajes.

Pío Baroja

Sus novelas se caracterizan por:

• Estar centradas en personajes activos o pasivos.
• Tener acción y diálogos abundantes.
• Marcada presencia del narrador a través de la reflexión.
• Descripciones impresionistas.
• Desaliño expresivo.

Su producción narrativa se organiza en trilogías que siguen un tema común. El autor parte de la observación de la realidad.

• 1ª etapa: La lucha por la vida, La tierra vasca, La raza, El mar.
• 2ª etapa: Memorias de un hombre de acción.
• 3ª etapa: Centra sus propias memorias.

Novecentismo

Destacan Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y Ramón Gómez de la Serna.

Gabriel Miró

Sus obras representan un mundo nebuloso y desaparecido, como Las cerezas del cementerio.

Ramón Pérez de Ayala

Troteras y danzarinas tienen un marcado carácter autobiográfico y relatan la crisis de conciencia individual. Tigre Juan y El curandero de su honra. Las reflexiones las acercan al ensayo. Predomina el tono reflexivo e irónico, el perspectivismo.

Ramón Gómez de la Serna

La base de su producción literaria es la greguería (humorismo + metáfora). El torero Caracho y El novelista. Historia de un autor que busca motivos e imaginación.

Novela de 1927

Dos grupos de autores:

1. Novelistas republicanos que padecieron el exilio (Rosa Chacel, Max Aub, Francisco Ayala). Sus obras practican una novela con un arte deshumanizado.
2. Plantean una novela social comprometida con la ideología revolucionaria (Ramón J. Sender).

Novela de los primeros años de la posguerra

Los autores se han exiliado y la literatura, por la presión de la censura, impide expresar una denuncia explícita. Destacan Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes. Tendencias: novela existencialista y tremendismo.

Novela existencialista

Lo existencial es el tema fundamental de la narrativa. Nada, de Carmen Laforet, cuya trama recoge hechos cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto. La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes, novela con preocupación existencialista, obsesión por la muerte y la infelicidad.

Tremendismo

Las novelas reflejan aspectos desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión sobre la condición humana. La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, narra un cúmulo de crímenes que parecen verosímiles por el protagonista y por el ambiente.

Década de 1950: Realismo social

España empieza a salir del aislamiento y se incorpora a algunos organismos internacionales. Los jóvenes que vivieron la guerra empiezan a manifestar actitudes críticas hacia el poder y la división social entre vencedores y vencidos. Tendencias:

• Neorrealismo: Se centra en los problemas del hombre como ser individual. Ana María Matute (El fulgor y la sangre), Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama), Carmen Martín Gaite (Entre visillos).
• Novela social: Se centra en los problemas de los grupos sociales. Jesús Fernández Santos (Los bravos), Juan García Hortelano (Nuevas amistades).

El tema principal es la sociedad española, la dura vida del campo, las dificultades de los campesinos y la explotación del proletariado. El estilo de la novela realista es sencillo en el lenguaje y la técnica narrativa. Pretende llegar a un público amplio.

Novela de los 60: Preocupación social y experimentalismo

Luis Goytisolo y Juan Goytisolo constituyen nuevas tendencias:

1. Los escritores españoles se dejan influir por autores europeos, norteamericanos o latinoamericanos.
2. Las novelas pasan a ser complejas, dirigidas a un lector con mejor preparación intelectual.
3. Las novedades afectan a la ortografía.
4. Se persigue la experimentación de nuevas formas y elementos como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los saltos en el argumento.

Destacan Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos, y Señas de identidad, de Juan Goytisolo.