Generación del 98: Baroja, Unamuno y Azorín - Análisis y Obras

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  El Modernismo no es solo un movimiento literario bien definido, que se inicia en torno a 1.880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial, y cuya cima es Rubén Darío; sino que también supone una ruptura con la estética vigente, que se enlaza con la amplia crisis espiritual del fin de siglo. Tanto en España como en Hispanoamérica, la pequeña burguesía se ha visto frenada por una poderosa oligarquía; de ahí que los escritores traduzcan su malestar y expresen de diversas formas su alejamiento del sistema, produciéndose así la llamada “crisis de la conciencia burguesa”: Se pierde la confianza absoluta en el positivismo, el sistema de valores de la sociedad burguesa, pragmática y utilitaria, se tambalea.

 El Modernismo surgió en Hispanoamérica, que en principio rechaza la tradición española (con la excepción de Bécquer) y vuelve los ojos a otras literaturas. Merece destacarse la influencia francesa: el clima que vivieron, con la mezcla de arte, vida bohemia e ideas libertarias, fue similar al de París de fin de siglo. Como fuente inmediata acudieron a la poesía francesa, y vieron en el Parnasianismo y el Simbolismo la expresión más exigente y audaz de las tendencias de la época: del primero tomaron la concepción de la poesía como bloque marmóreo, cerrada a sentimientos e ideologías, con su famosa divisa “el arte por el arte”, y el anhelo de perfección formal, amén del gusto por las culturas antiguas y los temas exóticos. Del segundo, el arte de sugerir y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad.

  1. Características del Modernismo literarioEl rasgo general del movimiento modernista es su insistencia en la experimentación con el lenguaje y las formas literarias, una constante tentativa de renovación del lenguaje literario. La forma es más importante que el fondo. Domina el esteticismo, un concepto esencialmente desinteresado de la actividad artística, donde priman las ansias de armonía, de perfección, de belleza.

 - Escapismo: el Modernismo conllevó una fuga en el espacio y en el tiempo. El exotismo, cuyo aspecto más notorio es lo oriental, representó una manera de concretar los anhelos estéticos e ideales que les estaban vedados por la realidad. Los poetas se inclinan igualmente por el pasado medieval, renacentista, dieciochesco, e incluso hispanoamericano; a lo que habría que añadir el gusto por la mitología clásica, con su sensualidad pagana.

- Aristocratismo: el modernista a veces huye por los caminos del ensueño, como el romántico; pero ahora la evasión se nutre de la elegancia exquisita aprendida de los parnasianos. Los modernistas crearon un mundo propio ideal que permitiera afrontar la vida rutinaria, respondiendo a la necesidad de soñar mundos de belleza en los que refugiarse. Es un mundo, además de lo dicho arriba, poblado de cisnes, salones versallescos, piedras preciosas, jardines perfumados, princesas, etc.

- Cosmopolitismo: es un aspecto más de la necesidad de evasión, del anhelo de perseguir lo aristocrático, que desembocó, sobre todo, en la devoción por París, meta e inspiración de muchos escritores, con su bohemia, sus cabarés, sus “dandys”… Sin embargo, sobre todo tras el “98”, hay un sentimiento de solidaridad de los pueblos hispánicos frente a la amenaza estadounidense, reafirmándose las raíces hispánicas del movimiento.

- Búsqueda de valores sensoriales: la literatura modernista es una literatura de los sentidos, todo es fuente de goce para el oído, para la vista, para el tacto. Las obras abundan en refinados efectos sensoriales y hasta sensuales.

- Filiación romántica: son notables las afinidades de talante entre románticos y modernistas: análogo malestar, semejante rechazo de una sociedad vulgar, parecida sensación de desarraigo y soledad. Una nueva crisis espiritual exalta otra vez las pasiones y lo irracional por encima de la razón, y la literatura vuelve a dar entrada al misterio, a lo fantástico, a los sueños… Sin embargo, lo que más emparenta a las dos corrientes son las manifestaciones de hastío y de profunda tristeza. La melancolía y la angustia son sentimientos centrales. Sintomático de este talante es la presencia de lo otoñal, de lo crepuscular y de la noche.

- Renovación del lenguaje poético: nunca se insistirá lo bastante en el enriquecimiento estilístico que supone el Modernismo.Y ello en dos direcciones: en el sentido de la brillantez y los grandes efectos, lo que corresponde a sus esplendorosas evocaciones, y en el sentido de lo delicado, tonos más acordes con la expresión de la intimidad.

 Así sucede con el color, desde lo más brillante (“amor lleno de púrpuras y oros”) hasta lo tenuemente matizado (“diosa blanca, rosa y rubia hermana”). Y lo mismo ocurre con los efectos sonoros, desde los acordes rotundos (“la voz robusta de las trompas de oro”) hasta la musicalidad lánguida (“iban frases vagas y tenues suspiros / entre los sollozos de los violonchelos”).

 Los modernistas saben servirse de todos aquellos recursos estilísticos que se caractericen por su valor ornamental, por su poder sugeridor, o por ambas cosas: abundantes recursos fónicos respondiendo al ideal de musicalidad; léxico plagado de cultismos o voces de resonancias exóticas ( americanismos, arcaísmos, neologismos, etc.), con adjetivación ornamental; sinestesias audaces que manifiestan la preeminencia de lo sensorial; riqueza de imágenes, no pocas veces deslumbrantes, y un inmenso enriquecimiento métrico, en consonancia con el ansia de armonía y “el imperio de la música”, que merece párrafo aparte:

 Se prolongan las aportaciones de los románticos, se incorporan formas procedentes de Francia, se resucitan versos y estrofas antiguos, y se producen hallazgos personalísimos.

 El verso preferido es el alejandrino, enriquecido con nuevos esquemas acentuales. También a la influencia francesa se debe el abundante cultivo del dodecasílabo y del eneasílabo. Naturalmente, los versos más consagrados, endecasílabo y octosílabo, siguieron usándose con profusión.

 En cuanto a las estrofas, son muchas las que se inventan o se importan. Por ejemplo, el soneto ofrece nuevas modalidades: en alejandrinos, con versos de diferente medida. Aparecen, a veces, estrofas de versos largos y amétricos.

 Por último, decir que la métrica se enriquece con otros artificios complementarios, como las rimas internas, los paralelismos, las rimas agudas o esdrújulas, etc.

  1. Rubén Darío
  2. Rubén Darío es el padre del Modernismo y su principal pluma; su papel fue fundamental en la renovación de la lírica española, y a su seducción personal se debe el triunfo del movimiento en España.

 Nació en Nicaragua en 1.867. Poeta precoz, su vida transcurrió entre el periodismo y la literatura. Hombre cosmopolita y amante del placer, sus viajes lo convirtieron en difusor del Modernismo. Muere en 1.916.

 Azul (1.888): incluye cuentos breves y unos pocos poemas. El léxico poblado de objetos exóticos, la exquisitez aristocrática, el culto parnasiano del “arte por el arte”, las imágenes sorprendentes y los adjetivos inesperados, los ritmos insólitos, la sensualidad, el uso de símbolos, son sus características más destacadas.

 Prosas profanas (1.896): deslumbró tanto por sus innovaciones métricas como verbales. Por un lado, continúa la línea de evasión aristocrática de la realidad; por otro, retoma la preocupación social de sus primeros poemas, y aparecen también temas españoles. Sin embargo, el tema por excelencia del poemario es el del placer erótico, que no excluye el sacrificio y la pena; la imagen femenina adquiere diversas formas de la naturaleza.

 Cantos de vida y esperanza (1.905): además de una expresión más sobria, suma nuevos temas a los libros anteriores. Frente a la voluntad elitista de su poesía precedente, el poeta sale de su “torre de marfil”. Los temas fundamentales son los problemas del mundo hispánico y la reflexión existencial de la voz poética.

  En España ahora no solo ve el pasado colonialista, sino un principio que puede dar unidad a Hispanoamérica. Intenta revalidar la cultura hispánica y aborda temas de las civilizaciones precolombinas y del presente americano. Frente a la civilización yanqui, propone la unión de los pueblos americanos.

 Algunas composiciones expresan la situación de cansancio y amargura del poeta ante la vida transcurrida, una reflexión estética y existencial profundamente pesimista.


 En España, para finalizar, decir que no todos los poetas siguieron ciegamente a Darío; los mejores poetas españoles pronto mostraron rasgos singulares. El Modernismo español, en su faceta más preciosista, colorista y retórica, tuvo escasa duración. Entre sus seguidores, además de Manuel Machado, hallamos a tres grandes autores que se iniciaron  en él, pero que desbordaron ampliamente sus cauces: Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Los tres serán estudiados en temas posteriores.


Antonio Machado

Antonio Machado nació en Sevilla (1875). Su padre era un eminente folklorista. En 1883 se traslada a Madrid; Antonio y sus hermanos estudian en la Institución Libre de la Enseñanza.  Va a París (1899), donde trabaja de traductor. En una segunda estancia en París (1902) conoce a Rubén Darío. Colabora en la revista modernista Helios, cuyo redactor jefe es Juan Ramón Jiménez. Publica Soledades (1903). En 1907 obtiene la cátedra de francés en el Instituto de Soria. En 1909 se casa con Leonor Izquierdo, una chica de 16 años. Con ella va a pasar un año en París; asiste a clases con Bergson; en julio de 1911 Leonor enferma, regresan a Soria, y ella muere en agosto de 1912. Abandona Soria y se traslada a Baeza pero su corazón queda en Soria. En 1919 se traslada a Segovia; es elegido miembro de la RAE en 1927. Conocerá a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos.  En la Guerra civil toma partido por la España republicana; se trasladará a Valencia con el Gobierno de la República; en 1938 a Barcelona, con su madre; huirá a Francia; y muere en febrero de 1939 en Collioure, donde está enterrado.

Machado es fundamentalmente conocido por su obra poética; escribió también en prosa, así como, en colaboración con su hermano Manuel, teatro.  

Su trayectoria ideológica pasó del liberalismo reformista al populismo; por ello su inscripción al 98 es discutible, pues su trayectoria ideológica es opuesta.

Gozó del mayor respeto entre la generación del 27, aunque la devoción del momento se orientaba más hacia Juan Ramón. En la posguerra los poetas, con Blas de Otero a la cabeza, vuelven sus ojos hacia Machado, como ejemplo de estética y humanidad.

Poética

Su lengua poética se formó en el modernismo y en el simbolismo. Sin embargo Machado emprendió pronto una empresa de depuración estilística. En 1931 definió su obra diciendo que"la poesía es la palabra esencial en el tiemp": captar la esencia de las cosas, a la vez que su fluir temporal. También diría que"la poesía es el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiemp".

Primer ciclo poético: Soledades

Aparece primero Soledades (1903); luego, suprimidas algunas composiciones y añadidas muchas más, Soledades, galerías y otros poemas (1907). Es un modernismo intimista, con una veta romántica que recuerda a Bécquer y a Rosalía de Castro. Los sentimientos que plantea se refieren fundamentalmente a tres temas: el tiempo, la muerte, Dios. También hay nostálgicos recuerdos de la infancia y un amor más soñado que vivido. Aparecen muchos valores simbolistas. Así, la tarde, el agua, la noria, las galerías, símbolos de realidades profundas:

·Agua.  Representa el inexorable fluir del tiempo; cuando brota, como una fuente, es símbolo de la vida, los anhelos e ilusiones.  Es símbolo de la muerte cuando está quieta o cuando es el mar.  En ello recuerda a Jorge Manrique.

·El camino. La vida en su devenir (transcurso), como peregrinaje y búsqueda.

·El aire. Libertad del hombre.

·El fuego.La poesía amorosa.

·La tierra (arena). La realidad solitaria.

·La noria. El fluir de la vida, a veces atrapado.

·La tarde. Momento propicio para la meditación; decaimiento,apagamiento, melancolía, nostalgia, expresión de la lucha entre la luz y las sombras; premonición de muerte.

·La cripta, el laberinto o las galerías.  La búsqueda del mundo interno, del alma.

·El espejo.  El lugar donde se proyectan los recuerdos y los sueños.

·La colmena.La creación poética.

·El jardín.  La intimidad.

Machado hereda del Modernismo su preferencia por ciertos ritmos: se observan versos dodecasílabos o alejandrinos, incluso algún ejemplo de métrica basada en pies acentuales; también se observan formas más sencillas, como la silva (silva arromanzada: versos heptasílabos y endecasílabos, con rima en los versos pares; esta estructura se debe a Bécquer, y se difundió con el Modernismo.)  Tanto el léxico como imágenes muestran una impronta modernista; a pesar de todo, Machado demuestra una voz propia y diferente.

Campos de Castilla

Campos de Castilla se publica en 1912, poco antes de la muerte de Leonor; se incrementará con nuevos poemas en ediciones sucesivas. Los poemas de este libro se pueden agrupar de la siguiente forma:

·Poemas intimistas, en la línea de su poesía anterior; sin embargo, el libro aporta como novedad los cuadros de paisajes y de gentes de Castilla o las meditaciones sobre la realidad española. Machado proyecta sus propios sentimientos sobre las tierras de Soria; selecciona lo más adusto y acentúa, a través de la adjetivación, lo que sugiere soledad, fugacidad o muerte.

·Poemas sobre el tema de España. La preocupación patriótica inspiran poemas sobre el pasado y presente un futuro de España; esta actitud motivó la discutida adscripción de Machado al 98. Destaca, por su longitud, el largo romance La tierra de Alvar González.

·En Campos de Castilla inicia Machado un tipo de poemas brevísimos, que integran la serie de"Proverbios y cantare".

·Entre los poemas que se añaden en ediciones posteriores son importantes las evocaciones de Soria desde lejos, o de la esposa muerta; el libro se completa con diversos elogios, entre los que destacan los dedicados a Giner de los Ríos, Rubén Darío, Unamuno o Juan Ramón.

Nuevas canciones

Su siguiente libro, Nuevas canciones, aparece en 1924. Las inquietudes filosóficas de Machado han pasado a primer término y destacan en esta obra nuevos proverbios y cantares.

Últimos poemas

A partir de 1924 su obra poética es escasa; publica diversas ediciones de sus Poesías completas (1928, 1933, 1936), añadiendo cada vez algunos poemas; así el Cancionero apócrifo de Abel Martín, poeta filósofo de su invención; entre las nuevas composiciones destacan las canciones a Guiomar, su nuevo y tardío amor. Cuando estalla la contienda escribe poesías de guerra; y entre ellas destaca El crimen fue en Granada, elegía a García Lorca.

Obra en prosa

Con el tiempo su producción en prosa se fue incrementando, respondiendo a sus preocupaciones filosóficas, estéticas o políticas; algunos de sus escritos los reunió Guillermo de Torre (1957) con el título de Los complementarios. Su gran obra en prosa es Juan de Mairena, serie de artículos, párrafos sueltos  o cortos diálogos, atribuidos a un personaje ficticio, que comenzó a publicar en la prensa en 1934, y recogió en un volumen dos años después.

JuanRamónJiménez

Juan Ramón Jiménez nació en Moguer, Huelva, en 1881. Era hipersensible, con tendencia a la depresión. En Madrid, en 1911, se hospeda en la Residencia de Estudiantes; allí conocerá a Zenobia Camprubí, joven catalana de ascendencia diversa (padre oriundo de Pamplona, afincado en Barcelona; madre de padre norteamericano y madre de ascendientes corsos, afincados en Puerto Rico), feminista e independiente, con la que se casará en Nueva York en 1916, y que traducirá al escritor indio Rabindranath Tagore.

Su ingente obra poética, cuyaevoluciónestámarcadaporunafuertetendenciaalainteriorización,unabúsqueda incansabledelaexpresióndesnuda, deunapoesíapura,yundeseodeperfecciónque lellevabaanoquedarnuncatotalmentesatisfechodesuspoemas.

Élmismoreducesutrayectoriaatresetapas:etapa"sensitiv",etapa"intelectua"yetapa“suficiente”o “verdadera”.Sinembargonohayquetomarlas diversasetapasdeunmodoexcesivamenterígido,enelqueseaposibleencuadrartodosloslibros.

En la obra poética de JRJ se observa una ortografía característica.

Su primera etapa fue modernista; sin embargo, luego criticó lo que consideró"exceso", crítica que se refleja en esta poesía, de Eternidades (1918), etapa intelectual:

Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.

Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

Primera etapa: sensitiva(1898-1915)

Vinoprimero,pura,vestidadeinocencia”:serefierealasobrasescritasentre1903y1907:Arias tristes(suprimergranlibro);Jardineslejanos, etc. Es una poesía con influencia becqueriana. poesíasencilladeformas,transparentedeemoción.Predominanlossentimientosdesoledad, demelancolíaylostemasdelpasodeltiempoylamuerte.Enlaversificacióndominanlos octosílabos y lasasonancias.Ellenguajeessobrioymusical. (JRJ olvida, al definir sus etapas, dos de sus obras:Ninfeasyalmasde violeta, ambas de 1900, y con influencia modernista. )

Luegosefuevistiendodenoséquéropajes”serefierealos“ropajes”modernistas: Lasoledad sonora;Sonetosespirituales…Típicamentemodernistasson:lautilización delcoloryotroselementos sensoriales, laadjetivaciónbrillante,elusoderitmoslargos(ej.:elalejandrino),las metáforas embellecedorasylassinestesias;pero,apesardeloqueéldice,supoesíanuncallegóasertan “fastuosadetesoros”,comoladeRubénDarío;esmásbienunModernismointimista. A esta época corresponde su obra en prosa poética Plateroyyo.

Segunda etapa: intelectual (1916-1936)

Massefuedesnudando”:larupturaconelModernismoseproducedeformadefinitivaen1916 con Diario deunpoeta recién casado, quesurge comofrutodesuviajeaAmérica.Sunovedadesasombrosa: desaparece elléxicomodernista,laadjetivaciónsensorial,losritmossonoros:suprimeelornamento exteriorparaadentrarseenloprofundo,enlobello, enloesencial.Predominanlospoemasbreves,en versosescuetosypreferentementesinrima o con leves asonancias.Laadjetivación es menosimportancia;elsustantivoyel verbo sonahora laspalabrasesenciales.Esunapoesíaestilizadaydepurada.LesiguenEternidades (1918) y otros libros. SecierraconLaestacióntotal..  La siguiente poesía pertenece a Eternidades.

¡Intelijencia, dame

el nombre exacto de las cosas!

… Que mi palabra sea

la cosa misma,

creada por mi alma nuevamente.

Que por mí vayan todos

los que no las conocen, a las cosas;

que por mí vayan todos

los que ya las olvidan, a las cosas;

que por mí vayan todos

los mismos que las aman, a las cosas…

¡Inteligencia, dame

el nombre exacto, y tuyo,

y suyo, y mío, de las cosas!

Terceraetapa: suficiente o verdadera  (1937-1958)

La última etapa incluyetodoloescritodurantesuexilio en América (a partir de 1951, en Puerto Rico).Destacandoslibros:Enelotro costadoyDiosdeseadoydeseante.Lapoesíasehacemástrascendente ydepurada,sicabe,hasta llegaravecesaunosextremosdeabstracciónquehacendifícilsucomprensión. Dios,labellezayla poesía sonlostreselementosqueseconjugansiempre. Al primer libro pertenece un extenso poema en prosa, Espacio, iniciado en 1941 y terminado en 1954.

Recibió el Premio Nobel de literatura en 1956; murió en 1958. 


 LA GENERACIÓN DEL 98. BAROJA, UNAMUNO Y AZORÍN Bajo el rótulo de Generación del 98 se acoge a un conjunto de escritores españoles (Unamuno, Azorín, Baroja, A. Machado y Valle-Inclán) en los que aparecen mezclados, en distintas proporciones, ingredientes de renovación estética e intelectual y la preocupación por el porvenir de España, avivada a raíz del Desastre del 98 (la derrota ante los Estados Unidos y la pérdida de las colonias en Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Fue Azorín el que en varios artículos publicados entre 1905 y 1910 dio nombre al grupo. La peculiar situación del país engendra en ellos una actitud regeneracionista. Denuncian los males de la patria para que puedan remediarse. No les gusta lo que tienen ante los ojos, por eso tratan de cambiarlo buscando la auténtica raíz de lo español, lo que Unamuno llama “intrahistoria”, y la encuentran en el paisaje castellano y en sus gentes. Castilla se convierte en eje del paisaje, como representante de la esencia española y de la decadencia. La influencia de la filosofía existencial (especialmente de Kierkegaard y Schopenhauer, en los que predominan la falta de sentido de la vida y el escepticismo), es muy importante en ellos. Problemas como el sentido de la vida, el destino del ser humano afectan a los protagonistas de muchas de sus novelas que son el reflejo de las preocupaciones de los autores. Rechazan la estética del Realismo y su estilo de frase amplia, de elaboración retórica, prefiriendo un lenguaje sobrio y directo en el que destaca la utilización de palabras tradicionales y castizas. Cuando estos escritores comienzan su andadura literaria, en los primeros años del siglo XX, gozaba de éxito la novela realista y naturalista. Pero en 1902 se publican en España cuatro obras significativas: La voluntad de Azorín, Amor y pedagogía de Unamuno, Camino de perfección de Baroja y Sonata de otoño de Valle-Inclán. Con ellas se inicia un camino innovador que culminará en los años y décadas siguientes. Estos escritores, en su afán crítico y renovador, ensayaron nuevas técnicas narrativas con el objetivo de acercar al lector sus diferentes puntos de vista sobre temas sociales, políticos, filosóficos o personales y así superar las tendencias realistas ya anticuadas de las que huían. Algunas de las características de su nueva forma de novelar son las siguientes: - Personaje único: La trama se centra en el mundo interior de un solo personaje protagonista y en la lucha interna que sufre. - Preocupación por España: Reflejan la inquietud por la situación de decadencia política y social del país. - Paisaje: Adquiere casi la importancia de un personaje más. - Fragmentarismo: La narración suele fragmentarse en estampas, en una selección de momentos significativos para el protagonista. - Diálogo: El narrador pierde importancia con respecto a los propios personajes que, a través del diálogo, exponen sus conflictos existenciales. 2 - Antirretoricismo: Las novelas de esta etapa, aunque presentan un estilo poco uniforme, se caracterizan por una estética antirretoricista, plasmada con frases breves que transmiten su pensamiento de forma sencilla. PÍO BAROJA Nació en San Sebastián en 1872 y murió en Madrid en 1956. Desde muy pronto frecuenta ambientes literarios que lo orientan hacia su verdadera vocación: escribir. Toda su obra narrativa está impregnada por un pesimismo existencial, reflejo de la soledad que lo acompañó toda su vida. Características de su novela: - Escepticismo religioso. Transmitido a través de sus personajes, que se sentían extraños en una época de crisis espiritual y agnosticismo creciente, es decir, sentimiento de incapacidad para conocer lo divino. - Desconfianza en el ser humano. No alberga ninguna esperanza para integrarse socialmente. La vida le parece absurda y el mundo un sinsentido. - Protagonistas. Recurre normalmente a un personaje central aventurero, inconformista, que lucha por huir de la mediocridad. En otras ocasiones, sus protagonistas son seres abúlicos, desorientados, incapaces de actuar. En general son seres que fracasan. - Temas. Los temas más recurrentes son el retrato de las clases más bajas de ciudades como Madrid; la recreación de ambientes y situaciones cotidianas, como si fuera un testigo presencial; la descripción de paisajes en los que sumerge al protagonista de la novela; la descripción de sus propias vivencias en forma de memorias. - Estilo. Su prosa es ágil y llena de vitalidad, en claro contraste con el pesimismo argumental de sus obras: la frase es corta, el párrafo es breve, sus descripciones y diálogos rebosan naturalidad, en la línea antirretoricista que lo caracteriza. Obras: Pío Baroja fue un escritor muy prolífico que escribió más de sesenta novelas, de las que más de la mitad se agrupan en trilogías. En su producción se pueden distinguir temáticamente dos etapas: - Primera etapa. Centrada en la temática propia de su generación. Sus principales obras son: Camino de perfección, El árbol de la ciencia, La busca y Zalacaín el aventurero. Camino de perfección narra la desorientación existencial de su protagonista, Fernando Ossorio, que logra al fin el equilibrio interior tras su matrimonio. El árbol de la ciencia es la novela que mejor expresa la crisis existencial y social de principios del siglo XX. El protagonista, Andrés Hurtado, se siente un fracasado y ve en el suicidio la única salida al sinsentido de su existencia. Además, esta novela es una despiadada radiografía del ambiente cultural, de la sanidad, religión y política de la época. 3 La busca refleja el Madrid de miseria y marginación de principios del siglo XX. En esta novela se narra el fracaso vital de Manuel, joven que abandona su tierra, Soria, para reunirse con su madre (sirvienta en una pensión madrileña) en busca de una vida mejor. Manuel es el prototipo de personaje barojiano que carece de voluntad para luchar por algo mejor. Su día a día se va degradando y se hunde sin remedio por las malas influencias, hasta que reflexiona sobre su vida y decide abandonar la golfería y ponerse a trabajar. - Segunda etapa. Predominan las obras de temática histórica como Memorias de un hombre de acción, un conjunto de veintidós novelas que narran la vida de Eugenio de Aviraneta, que participó en las intrigas de la España de Fernando VII y de Isabel II. Son el intento de Baroja de escribir novela histórica en la línea de los “Episodios Nacionales” de Galdós; al igual que este, Baroja se interesa por la historia del siglo XIX, pero su obra es más novelesca. UNAMUNO Nació en Bilbao en 1864 y murió en Salamanca en 1936. Su obra literaria gira en torno a los grandes temas generacionales: el problema de España, el tiempo y el sentido de la vida. Características de su novela: Unamuno concebía la vida como una lucha, como una agonía en busca de una paz que nunca se encuentra, lo que plasmaba en sus novelas. A muchas las denominó nivolas, cambio de nombre que obedece a su afán renovador que buscaba alejarse de la novela realista y cuyos rasgos son los siguientes: - Personajes agonistas: Los protagonistas de sus novelas viven y sufren una búsqueda incansable de Dios que es siempre amenazada por la muerte como fin de todo. Este enfrentamiento entre la lucha por encontrar lo eterno y la amenaza de que no exista nada después de la muerte, esta angustia vital, es lo que Unamuno denomina sentimiento trágico de la vida. - Escaso interés hacia el marco espacial y temporal: Sus novelas apenas contienen descripciones. Lo único que interesa es el problema del personaje, no el ambiente en que se mueve; llegan a ser en ocasiones novelas abstractas. - Importancia de los diálogos: Destacan sobre la propia narración. A través de ellos se conocen los problemas de los personajes. Obras: Escribió una gran cantidad de novelas y ensayos. Las principales novelas son: - Niebla: El protagonista, Augusto Pérez, es abandonado por su novia cuando iban a casarse. Decide suicidarse no sin antes pedir opinión al propio autor de la novela, Unamuno, que agobiado por la idea de la vida y la muerte decide matar a Augusto, el cual se rebela contra su autor recordándole que él también morirá. Esta novela plantea el conflicto del hombre supeditado a las decisiones divinas de la vida o la muerte. - San Manuel Bueno, mártir: Expone la pérdida de la fe de un cura rural, don Manuel, que cambia su falta de fe por la voluntad de querer tenerla. Se aprecian rasgos innovadores en esta novela como la intertextualidad (narrador que relaciona esta obra 4 con otras del mismo autor) o la invitación al lector a opinar o reflexionar sobre la propia novela: metanovela. - Otras novelas son Amor y pedagogía, sátira contra los positivistas del siglo XIX que creen poder resolverlo todo con la razón ; Abel Sánchez, que trata el tema de la envidia como origen de los males de España, o La tía Tula, sobre el sentimiento de la maternidad frustrada. En sus ensayos son dos los temas centrales: España y el ser humano. El paisaje, la literatura, la historia, la cultura, la esencia de España, aparecen en ensayos como Por tierras de Portugal y España y En torno al casticismo. Sobre el ser humano (el sentido religioso y existencial, la muerte y la inmortalidad) trata en La agonía del cristianismo y en Del sentimiento trágico de la vida. JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ, AZORÍN Nació en Monóvar (Alicante) en 1873. Se relacionó con otros autores de la época como Baroja. Durante la Guerra Civil vivió en París. Murió en Madrid en 1967. Características de su novela: - Carácter autobiográfico. A menudo sus novelas tienen rasgos personales que le llevan incluso a introducir en ellas un personaje llamado Antonio Azorín, que representa la conciencia del propio escritor y del que posteriormente tomará su seudónimo. - Paso del tiempo y fugacidad de la vida. La vida se le ofrece a Azorín como un constante caminar hacia la destrucción, por eso en su novela es un aspecto fundamental la contemplación del paso del tiempo con nostalgia y dolor. - Temas. Los más frecuentes en su obra son el paisaje, sobre todo el de Castilla y la nostalgia que le provoca; el pasado de España, además de las preocupaciones sociales y espirituales. - Estilo. Los rasgos más destacados de su estilo son la precisión y claridad en cada palabra empleada y el uso de frases breves y sencillas. Además, es característico de su prosa el detallismo descriptivo. Obras: Las principales novelas de Azorín son: - La voluntad. Novela impresionista con alusiones autobiográficas que rememoran lugares y momentos vividos por el autor. Su protagonista, Antonio Azorín, agobiado y pesimista, se marcha al campo en busca de una vida contemplativa. - Antonio Azorín. Debate su concepción de la existencia frente a dos interlocutores. En esta ocasión al protagonista lo mueve el ideal literario. - Doña Inés. Esta obra introduce descripciones detallistas de paisajes y una mayor sensibilidad en los personajes. Cuenta la historia de una mujer enamorada de un poeta y su posterior renuncia por la presión de una sociedad provinciana. 

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