La Generación del 27: Vanguardia y Tradición en la Poesía Española
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Desde principios del siglo XX, los movimientos de Vanguardia comienzan a revolucionar el panorama artístico occidental. Futurismo, Cubismo, Expresionismo, Dadaísmo o Surrealismo, más los hispánicos Creacionismo y Ultraísmo, traerán formas transgresoras y rupturistas.
De una síntesis entre la innovación vanguardista y el amor por la tradición surgirá la Generación del 27. Este grupo poético lo forman Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.
Los poetas del 27 conciben la poesía como un arte capaz de interpretar y renovar la realidad; en consecuencia, se dedican intensamente a su labor, buscando siempre la perfección formal y conceptual. Por eso Góngora es el modelo común. Emplean tanto formas métricas tradicionales como otras innovadoras, especialmente el verso libre; alternan lo culto y lo popular, la poesía para minorías con la que se dirige a la inmensa mayoría. Estos autores, por lo general, evolucionan desde una poesía pura, vital e idealista, a una poesía social y comprometida. Durante la Guerra Civil esta vertiente se acentúa. Tras la misma y, muerto Lorca en 1936, el grupo se dispersa: la mayoría marcha al exilio por motivos políticos. En España permanecen Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre.
Autores Andaluces del 27
Nos centraremos en los autores andaluces del grupo del 27:
Federico García Lorca
Sus primeros libros suponen una fusión de lo tradicional con la vanguardia y la poesía pura. Destaca Romancero gitano.
Más tarde compone Poeta en Nueva York, obra plenamente surrealista con una estética vanguardista. Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías y los Sonetos del amor oscuro son las últimas obras del granadino, donde aúna amor, erotismo, angustia y trascendencia.
Rafael Alberti
El gaditano se inicia en la estética neopopularista con métrica tradicional: Marinero en tierra. Le sigue una etapa gongorina (Cal y canto) y una etapa surrealista: Sobre los ángeles.
Con la llegada de la República y la Guerra, Alberti hace poesía más comprometida social y políticamente. De esta época es Un fantasma recorre Europa. En el exilio no deja de escribir: Entre el clavel y la espada.
Luis Cernuda
El sevillano es el poeta del amor por excelencia. Perfil del aire es su primer libro, con poesía pura. Escribe a continuación libros surrealistas como Un río, un amor. Sus grandes obras son La realidad y el deseo y Ocnos. El primero es el título de su poesía completa: soledad, angustia, deseo de belleza absoluta; aspira a llegar a la comunicación mediante el amor. Su poesía del exilio en México está, entre otros, en los libros titulados Con las horas contadas, Desolación de la quimera. Por las características de su poética (renuncia a la rima, a los ritmos marcados, al lenguaje ortodoxamente poético) es, quizás, el poeta del 27 que más ha influido en las generaciones posteriores.
Las Sinsombrero
Junto a este grupo de autores se encuentran las Sinsombrero, mujeres pintoras, poetisas, novelistas, ilustradoras y pensadoras que pasaron desapercibidas a pesar del magnífico legado literario que nos dejaron. Estas mujeres consiguieron cambiar las normas sociales y culturales de la España de los años 20 y 30. Las autoras que lograron hacerse un espacio en el panorama cultural fueron Maruja Mallo, María Zambrano y Rosa Chacel.