Galicia en la Frontera con el Islam (Siglos VIII-IX)
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Galicia en la Frontera con el Islam (Siglos VIII-IX)
1. Los Musulmanes en Galicia
¿Solo invadieron los musulmanes? Raramente se habla de invasión romana o visigoda. Esto se debe a la islamofobia evidente en un sector de la historiografía española. Uno de los primeros líderes musulmanes que entraron en la Península Ibérica fue Tarik, en el año 712, a la ciudad de Astorga, pero no parece que haya asentamiento en este período. El control de Galicia se retrasa hasta el año 714 con las campañas de Musa. La dominación fue preferentemente vía pacto (modelo Tudmir), evitando luchas y permitiendo dejar pocas tropas para controlar. Ibn-Idari dice que los gallegos se presentaron ante Musa pidiendo la paz. De los diez pactos de sumisión conservados, uno se refiere al territorio de Galicia en su conjunto. Luis García Moreno descarta la existencia de las campañas de Musa, quien emprende solo el sometimiento por pacto.
En Galicia hay una débil presencia islámica, limitada a los principales enclaves castrales y urbanos de la Galicia oriental y meridional. Existen referencias a la “madinat Lukk” como centro de operaciones de tropas islámicas (bereberes principalmente). También existe la posibilidad de que la Galicia más occidental no conociese, en absoluto, la presencia física de musulmanes, como es el caso de la sede de Iria. De hecho, Galicia es señalada como lugar de refugio de hispanogodos desde los primeros años.
Otro indicio de la debilidad de la presencia islámica y de la falta de campañas militares es el silencio que, sobre Galicia, manifiesta la Crónica Mozárabe del 754. Esto deja claro que podemos concluir que la presencia islámica en Galicia fue superficial y, sobre todo, efímera.
La revuelta de bereberes en el norte de África en el 740 se traslada, un año después, a la Península Ibérica y parece que uno de los epicentros de la revuelta es Galicia. Los bereberes, por este motivo, abandonan sus espacios en Galicia y, una vez esta finaliza, no vuelven a ocuparlos. En el año 753, el Sistema Central marca una especie de defensa natural con Al-Ándalus.
Así podemos realizar un balance histórico sobre la presencia islámica directa en Galicia. No hablamos de proceso de repoblación, ya que la presencia islámica no provocó ningún tipo de cambio estructural significativo; de este modo, el constructo de la Reconquista no tiene cabida en la historia medieval de Galicia. Vemos una desaparición de las estructuras judiciales y militares del reino godo, pero esas funciones se mantienen al mismo tiempo que se da un proceso de desestabilización de la organización eclesiástica, con sedes que desaparecerán para siempre, otras durante largos períodos. Destacamos que del 740 al 750, Galicia está sin presencia islámica, y el Reino de Asturias, por el momento, es muy embrionario. En este momento mandan la Iglesia y las aristocracias locales.
Sin embargo, es importante no olvidar que los contactos entre Galicia y al-Ándalus se mantienen muy vivos hasta, por lo menos, bien entrado el siglo XI. Tenemos constancia de razzias islámicas (ataques islámicos). También había ataques cristianos y ciertos contactos políticos entre las élites de los territorios. Además, contamos con la presencia de esclavos (musulmanes en Galicia y gallegos en al-Ándalus), así como un comercio de lujo procedente de al-Ándalus. Por otro lado, tenemos asentamientos de mozárabes, ya que muchos comienzan a sentirse incómodos y se refugian en el norte.
2. Galicia y el Reino de Asturias (750-842)
Debatidos orígenes del reino de Asturias. El problema es la dependencia de las crónicas de Alfonso III; hasta el 842 se conservan menos de 40 documentos. Estas presentan a Alfonso I (739-757) como el primer rey astur que se acerca a Galicia. El motivo podría ser la búsqueda de botín, ya que Galicia era más rica que Asturias. La Crónica Rotense dice que este monarca consiguió incorporar la pars maritima Gallaecie. El reinado coincide con la llegada de inmigrantes de al-Ándalus, lo que queda corroborado por la existencia de diez topónimos “toldaos” (gente procedente de Toledo) en Lugo.
El de Fruela I (757-768) fue el primer reinado donde se intensifican las relaciones entre Galicia y Asturias. La Crónica Rotense dice que se controla la cuenca superior del río Miño. También tenemos constancia de la importancia del monasterio de Samos, ya que es restaurado y promovido por el rey. Otros dos hechos importantes en el reinado son los primeros ataques andalusíes sobre Galicia (la batalla de Pontubio, en As Pontes) y la formación de un frente opositor de la aristocracia gallega que se opone a la integración con Asturias.
Silo I (774-783). Continúan las tensiones, pero parece que se llega a un punto final en el conflicto, con una derrota de la aristocracia gallega frente al ejército astur. A partir de este momento se llevará a cabo la estrategia de la integración mediante pactos. De las noticias de ambos reinados cabe deducir el carácter conflictivo de la primera integración de Galicia en Asturias y que la fuerza militar del reino era capaz de derrotar a la aristocracia gallega e iniciar las primeras campañas militares sobre al-Ándalus. Silo I fue, además, el autor de la donación de tierras (diploma del rey Silo) con la idea de fundar un monasterio entre los ríos Eo y Masma.
Alfonso II (791-842). Este fue un reinado clave en la integración de la diócesis de Iria, en la existencia de una fase pactada de integración Galicia-Asturias. Para comprenderlo debemos tener en cuenta varios cambios operados en los años previos, en los que observamos un fortalecimiento político y militar del emirato de Córdoba. Hisham I, con al-Ándalus pacificado, llevó a cabo ofensivas bélicas hacia el Norte con aceifas casi anuales. Por otro lado, la extensión territorial de Asturias por el oeste y por el este fuerzan a que los reyes tengan que afrontar el control de un territorio más extenso y más diversificado social y políticamente (delegación de poderes).
Con respecto al monarca, es probable que su infancia y juventud pudieran estar relacionadas con Galicia (Samos). Fue el primer monarca astur que es más que un caudillo militar, teniendo contactos con el mundo carolingio. En la “Vita Karoli” hay referencias a la relación con Carlomagno. Alfonso II es identificado como rey de Galicia y Asturias. También sufrirá varios ataques islámicos. En el año 825 hubo una doble incursión andalusí con sendas victorias astur-gallegas en Portomarín y el río Verdugo. Previamente, en el año 798, ordenó un ataque sobre Lisboa que conocemos gracias a las fuentes francas. La aristocracia gallega tendrá un papel muy importante dentro del ejército.
El inicio de la delegación de poderes tiene gran importancia en relación con el futuro. Alfonso II es el primer rey que delega funciones políticas y judiciales en aristocracias locales y en la Iglesia. La Iglesia gallega jugará un papel crucial. Debemos destacar los fueros de Samos (811), de 15 km cuadrados, y de Santiago (834), de 60 km cuadrados, donde cuestiones políticas residían en manos privadas.
Es importante mencionar el peso territorial y demográfico de Galicia en el reino. De los 34 documentos conservados de la época de su reinado, 14, es decir, el 41 %, pertenecen a colecciones gallegas. Las colecciones más importantes del momento son: 7 documentos de Santo Toribio de Liébana, 6 de Sobrado, 5 de Oviedo, 3 de Lugo y 2 de Santiago. El colofón fue la inventio de Santiago.
La denominación del reino en la documentación regia no solía indicarse, y tampoco el nombre del reino sobre el que se gobernaba. La mayor parte de los soberanos aparecen con el nombre de “princeps”. Solo tardíamente, rex. Algunos ejemplos hablan de reyes en Asturias o en Oviedo. Galicia aparece referida como provincia, territorio, urbe o tierra. Contrasta con las fuentes árabes (Yilliqiya) y algunas transpirenaicas (Vita Karoli). En algunos casos, Spania, para referirse al territorio andalusí.
3. La Integración de la Galicia Meridional en el Reino Astur (842-910)
En el año 841 está documentado el último ataque terrestre andalusí sobre Galicia, y no vuelve a haber ninguno hasta el 997 con el ataque de Almanzor. Sin embargo, en estos años aparece otra amenaza vía marítima: los normandos. El primer ataque documentado es en el 844 en Farum Brecantium (Torre de Hércules en A Coruña). Esta expedición vikinga fue resuelta con la victoria astur por Ramiro I. En el año 858 reaparecen, entrando por la ría de Arousa. Habrá una nueva victoria gallega. Fuentes tardías dirán que los supervivientes permanecieron tres años en Galicia, pero puede existir una confusión con el siglo X. Volverán a aparecer a mediados del siglo X (época vikinga en Galicia) hasta el primer tercio del XI.
La integración de la Galicia meridional y los orígenes de la aristocracia coinciden con los reinados de Ordoño I (850-866) y con el reinado de Alfonso III (866-910). El territorio tudense es integrado con el primero y el auriense con el segundo. De esta forma, toda la actual Galicia queda unida al reino de Asturias. Habrá un inicio de expansión por el Bierzo y el norte de Portugal con Alfonso III, y en ambos casos tendrá gran importancia Galicia y la aristocracia gallega. En el año 868 tendrá lugar la ocupación de Oporto por Vimara Pérez. El control de tierras ricas y densamente pobladas es lo que explica los orígenes de la primera gran aristocracia gallega. El propio Vimara Pérez será ascendiente de un gran grupo del siglo X. La aristocracia gallega emparentará con la familia real.
4. Panorama Social y Económico de la Galicia de los Siglos VIII-IX
Con respecto a la organización del territorio, debemos reiterar la inexistencia de ningún tipo de despoblamiento y de repoblamiento. La villa será el principal elemento de asentamiento humano. Observaremos una coincidencia entre villae documentadas y aldeas de la Galicia actual. La vida campesina se desarrolla a partir de la villa. Se trata de un espacio minuciosamente conocido y está perfectamente delimitado. Hay un espacio donde se llevan a cabo actividades relacionadas con la habitación y otras relacionadas con la explotación de la tierra.
Por encima de las villae hay modelos de organización supralocal natural o que pertenecen a la época antigua. Hay un ejemplo en uno de los documentos más antiguos de la Galicia medieval: en la donación del conde Aloito de una villa a una iglesia. Por encima de las villae están las “mandationes” y los “comissos”, los cuales pueden coincidir con los territorios. Son conceptos que nos remiten con claridad a la delegación del poder por parte de los reyes. La delegación recae tanto sobre la aristocracia laica como sobre los monasterios e iglesias catedrales.
En las continuidades en la economía destaca la herencia romana de agricultura basada en cereales y viñedo. Los cereales predominantes son el centeno, la cebada y el mijo miúdo. También habrá multitud de referencias en la documentación a frutales, especialmente manzanos. La ganadería, por su parte, será importante en las zonas de montaña, pero no sabemos demasiado.
En esta época surgirán los grupos que concluirán en la gran aristocracia del siglo X. Los poderosos gallegos van a ver reforzada su riqueza e influencia, sobre todo por el acercamiento a la monarquía. Comenzarán a hacer funciones delegadas del poder y de la justicia, y ambas serán grandes fuentes de riqueza y de influencia social. La aristocracia gallega colaborará con el rey, lo que será vital para estos (aunque esto no impide revueltas puntuales). Las funciones políticas que desarrollan son revocables, pero se detecta una transmisión de padres a hijos, incluso de propietarios legos a monasterios fundados por ellos.
Los sectores intermedios serán un grupo que ha concitado una atención reciente y creciente. Debemos romper con la visión bipolar de la sociedad (señores y campesinos). Debemos tener en cuenta a la minoría urbana de la época. En el campo, los “boni homines” y “seniores” que vemos participando en las asambleas judiciales o en las preámbulos, muchos de estos podrían acabar siendo aristócratas.
En la base de la sociedad están los pequeños propietarios campesinos, los cuales sufrirán la presión de los poderosos, pero que no desaparecerán. Por otra parte, estarán los campesinos no propietarios, los cuales son dependientes de los dueños y de las tierras que trabajan. Por último, también existen los esclavos (servi, mancipii y homines de creatione).
Es posible que este grupo fuera más numeroso en Galicia que en el resto de territorios del reino astur. Habrá muchos precedentes de antiguos grupos serviles con funciones agrícolas y ganaderas. Otros vienen de al-Ándalus como botín de guerra, trata o acompañando a refugiados. La preferencia era doméstica o artesanal.