Fundamentos de las Teorías Éticas: Kant, Utilitarismo, Aristóteles y Epicuro

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Ética Kantiana

Lo que hace buena o mala una acción no es la acción misma, sino la intención, la voluntad con que se realiza, y no el acto en sí. Para Kant, concepto central en uno de sus libros más importantes de ética, una buena voluntad es aquella que actúa únicamente porque cree que es su deber.

  • El imperativo hipotético (actuar para conseguir un fin) no tiene valor moral.
  • El imperativo categórico (actuar porque es deber) sí tiene valor moral.

Para Kant, solo tiene mérito aquella acción que se hace con buena voluntad, es decir, la que actúa solo por deber. La máxima kantiana implica no actuar por interés propio. Soy yo quien ha de decidir en cada situación qué debo hacer; a eso lo llama Kant autonomía moral. En cambio, la moral kantiana es autónoma porque el sujeto no se somete a nada más que a su propia razón. Hay que cumplir el deber simplemente porque es deber, no para alcanzar la felicidad. En Kant se separan los conceptos de bondad y felicidad.

Utilitarismo

El hedonismo tuvo poca importancia en la Edad Media debido a la preponderancia del cristianismo, pero reapareció en el Renacimiento.

Tesis Fundamentales del Utilitarismo:

  1. Consecuencialismo: La corrección de las acciones se juzga por sus consecuencias.
  2. Principio de utilidad: La mejor acción es la que produce la mayor felicidad para el mayor número de personas.
  3. Hedonismo: Se identifica la felicidad con el placer y la ausencia de dolor.
  4. Principio de la generalidad: La felicidad considerada es la de todos los afectados por la acción.

Jeremy Bentham

Es considerado el más hedonista. Según él, la naturaleza nos ha dado dos grandes maestros: el placer y el dolor. Estos nos muestran lo que es bueno y lo que es malo para nosotros. La felicidad consistirá, por tanto, en maximizar el placer y minimizar el dolor. Para Bentham, lo que importaba era solo la cantidad del placer (cálculo hedonista).

John Stuart Mill

Argumenta que esto sería así si los seres humanos tuvieran las mismas facultades que los animales, pero no es verdad. Los humanos tienen otras facultades que, debidamente cultivadas, se satisfacen con placeres superiores (cualitativos, intelectuales, morales). También es cierto, y Mill lo reconoce, que cuanto más cultivada sea una persona, si bien puede tener un disfrute mayor, sus sufrimientos también serán mayores, ya que su sensibilidad será mucho más fina. Por eso, la máxima virtud de la moral utilitarista será el altruismo, que consiste en sacrificar el propio placer para el bien de los demás.

Eudemonismo (Aristóteles)

La finalidad última de todo lo que hacemos es conseguir la felicidad (eudaimonia). Muchas teorías identifican la felicidad con el placer; hay otras teorías, llamadas eudemonistas, que identifican la bondad con la felicidad.

Aristóteles pone en la felicidad el fin último del hombre. Lo que hacemos, lo hacemos para conseguir algo. Aristóteles distingue tres clases de fines:

  • a) Aquellos que se buscan siempre por otra cosa (medios).
  • b) Aquellos que se eligen a la vez por sí mismos y por otro fin (fines intermedios).
  • c) Aquellos que se eligen siempre por sí mismos y nunca por otra cosa (el fin último: la felicidad).

La auténtica felicidad es, pues, el fin último y, por tanto, el sumo bien. Quien es feliz ya no persigue otro fin. Así pues, la persona virtuosa y, por tanto, feliz es aquella que todo lo que hace, lo hace de modo excelente (conforme a la virtud); es la persona que se autorrealiza ejerciendo su función propia (la razón).

Hedonismo Cirenaico

Llamados así porque el iniciador de la teoría fue Aristipo de Cirene. Consideró que el bien era el placer y el mal, el dolor. Sostuvo que la naturaleza nos ha dado un criterio claro para distinguir la acción buena de la mala: si nos produce una sensación placentera (placer corporal e inmediato), es que obramos bien; si nos la produce dolorosa, es que obramos mal. Las sensaciones consisten en movimientos que se dan en nosotros, tanto externos como internos, y pueden ser agradables (placer) o dolorosos (dolor).

Hedonismo Epicúreo

Nombre que proviene de su fundador, Epicuro de Samos. Para él, el placer consiste más en la tranquilidad, es decir, la ausencia de dolor físico (aponía) y la ausencia de perturbación del alma (ataraxia).

Distingue:

  • Placer estático: El estado de tranquilidad, ausencia de dolor y perturbación. Es el placer superior.
  • Placeres cinéticos: Consisten en un movimiento o variación de estado (comer cuando se tiene hambre).

Para alcanzar el máximo placer (la felicidad entendida como ataraxia y aponía), Epicuro distinguía tres tipos de deseos:

  1. Naturales y necesarios: Su satisfacción elimina el dolor (comer, beber, dormir). Deben satisfacerse.
  2. Naturales pero no necesarios: Derivan de los anteriores pero son superfluos (disfrutar de manjares, placeres sexuales variados). Deben moderarse.
  3. No naturales y no necesarios: Son fuente de perturbación (riqueza, poder, fama). Deben evitarse.

Definición de Ética

Proviene del griego ethos, cuyo significado es 'carácter' o 'costumbre'. Tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana. Es decir, es la teoría o la ciencia del comportamiento humano moral.

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