Fundamentos de la Sociología: Paradigmas Clave y la Estructura de la Desigualdad Social

Los Tres Paradigmas Fundamentales de la Sociología

1. Paradigma Funcionalista (Herederos de Durkheim)

Este enfoque concibe la sociedad como un **sistema complejo** cuyas distintas partes (instituciones como la familia, la escuela o la religión) trabajan de manera coordinada para mantener la estabilidad y el orden. Se utiliza la analogía del cuerpo humano: cada órgano cumple una función vital, al igual que cada institución social. Por ejemplo, la universidad no solo forma profesionales, sino que también actúa como un filtro social (selección de parejas, retraso en el acceso al mercado laboral, reproducción de jerarquías).

El funcionalismo valora el consenso como base de una sociedad armoniosa. Sin embargo, su visión es criticada por ignorar conflictos y desigualdades sociales, como las basadas en clase, raza o género.

2. Paradigma del Conflicto (Herederos de Marx)

Contrario al funcionalismo, este paradigma pone el foco en las **desigualdades sociales** y los conflictos derivados de intereses opuestos entre grupos. Considera que la sociedad está estructurada para beneficiar a ciertos grupos (por ejemplo, las élites económicas o los hombres en una sociedad patriarcal) a costa de otros.

Los conflictos entre clases, géneros, etnias u otros grupos reflejan cómo el poder y los recursos están desigualmente distribuidos. El feminismo es un ejemplo destacado de esta perspectiva, al denunciar la dominación masculina y la desigualdad de género tanto en el ámbito privado como en las instituciones.

Como crítica, se le señala por restar importancia a los valores compartidos que también contribuyen a la cohesión social.

3. Paradigma de la Acción (Herederos de Weber)

A diferencia de los dos anteriores, este paradigma se enfoca en el **comportamiento individual** y cómo, a través de la interacción cotidiana, las personas crean y transforman la sociedad. Se basa en la microsociología: lo importante no es tanto la estructura, sino cómo los individuos le dan sentido.

La sociedad es una construcción simbólica: el mundo social existe tal como lo interpretamos. Aquí surge el concepto de **acción social**, que solo tiene sentido en relación con otros. Autores como Mead (interaccionismo simbólico) y Goffman (enfoque dramatúrgico) analizaron cómo el lenguaje, los símbolos y las interacciones diarias modelan la realidad social.

Este enfoque muestra cómo la sociedad no solo nos determina, sino que también la construimos activamente.

Estratificación y Desigualdad Social

¿Qué es la Estratificación Social?

• Sistema por el que una sociedad clasifica a los grupos de personas de una manera jerárquica.
• En la práctica totalidad de sociedades (probablemente en todas) existen sistemas de estratificación social, que sitúan a unas categorías de personas por encima de otras y que determinan un acceso desigual a las recompensas (recursos).
• En las sociedades industrializadas, la posición o categoría social que tiene más trascendencia desigualitaria es la **ocupación laboral**: desigualdad de renta y prestigio.
• No obstante, actualmente, también se presta especial atención a las desigualdades emanadas del género, la etnia, la nacionalidad o la discapacidad.

Características de los Sistemas de Estratificación

1. La clasificación se aplica a categorías sociales de personas que comparten una característica común sin que necesariamente interactúen o se identifiquen unas con otras.
2. Las experiencias y oportunidades que se presentan en la vida dependen en gran medida de la categoría social (estrato) a la que pertenece.
3. Los estratos que determinan las diferentes categorías sociales cambian, habitualmente, de forma muy lenta.

Estos sistemas han ido cambiando a lo largo de la historia dando lugar a cuatro tipos básicos: el sistema de **esclavitud**, el de **castas**, el de **estamentos** y el de **clases sociales**. Cada uno de los cuales se caracteriza por ciertos rasgos.