Fundamentos de la Sociedad Justa: Utilitarismo y Liberalismo Igualitario de Rawls
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Bloque II: La Sociedad Justa
¿Desde un conjunto de creencias que todos compartamos?
A pesar de las diferencias, se comparte el mismo objetivo básico: determinar las condiciones sociales, económicas y políticas donde todos los miembros de una sociedad son tratados como iguales. Uno de los consensos de las democracias actuales es que el presidente de Estado tiene la obligación de tratar a todos los ciudadanos como iguales.
El Estado tiene la obligación de tratar a todos con igual consideración. Ahora, ¿cómo debe actuar el Estado para cumplir con dichas obligaciones? Existen distintas teorías de la justicia con respecto a este tema. A continuación, se presentan dos perspectivas:
Perspectiva Utilitarista
Se distinguen dos partes: la definición del concepto de utilidad y la especificación del criterio moral utilitarista.
El concepto de utilidad
John Stuart Mill define la utilidad como felicidad, y esta como placer y ausencia de dolor.
Con esta concepción, el mayor bien para el ser humano es el placer. La moral utilitarista defiende que la felicidad consiste en la ejecución de lo útil y lo conveniente para el individuo y la sociedad. Es una moral cuantitativa: la mayor felicidad para el mayor número de seres humanos.
Perspectiva del Liberalismo: John Rawls
En 1971, John Rawls publicó su obra Teoría de la Justicia, cuyos principios fundamentales son la libertad y la igualdad.
Esta perspectiva se enfoca en la libertad, los bienes sociales y su distribución, así como en la igualdad de oportunidades.
La justificación de estos principios la realiza Rawls a través de una regla moral válida y universal.
El mecanismo de representación que propone parte de una posición original a través de un velo de ignorancia.
Los principios de justicia se aplican cuando se piensa en bienes sociales fundamentales: libertad, trabajo, estudio, ingreso, salud; todo lo que hace sentir a un individuo con igual dignidad que los demás. Para Rawls, tratar a todas las personas por igual no implica eliminar todas las desigualdades, sino solo aquellas que perjudiquen a alguien. Si hay desigualdades que benefician a todos los miembros de una sociedad, estas son aceptables (por ejemplo, el cobro de impuestos desiguales).
El Primer Principio de Justicia: Libertad
Toda persona tiene derecho a ser libre. Todos deben gozar de la misma libertad.
Igualdad de Oportunidades y Principio de Diferencia
Primera parte del segundo principio (Igualdad de Oportunidades): Toda persona, más allá de su origen, dinero, raza, sexo o religión, tiene la misma igualdad de condiciones que cualquier otra para alcanzar las posiciones que se haya fijado en la vida.
Segunda parte del segundo principio (Principio de Diferencia): Este principio no justifica cualquier desigualdad a costa de una mejora económica de los que tienen menos. Las desigualdades económicas se justifican cuando tienen como consecuencia la mayor mejora posible de los peor situados. Hay muchas discusiones sobre cómo es la forma más adecuada para aplicar el principio de diferencia; sin embargo, en cualquiera de ellas, el Estado debería asumir una función distributiva de los recursos económicos.
Orden de Prioridad de los Principios de Justicia según Rawls
Rawls establece un orden de prioridad de los principios de justicia:
- Primer Principio: Libertad
- Segundo Principio: Igualdad (que engloba la Igualdad de Oportunidades)
- Tercer Principio (o componente del segundo): Principio de Diferencia
Justificación de los Principios de Justicia según Rawls
Rawls parte de la ética kantiana: una regla moral, para ser válida, debe ser universal.
Una sociedad es justa cuando se encuentra regulada por principios que todos sus miembros puedan aceptar. Para que los principios sean justos, deben surgir de una deliberación en donde todas las partes se encuentren en pie de igualdad.
Esto plantea las siguientes preguntas:
- ¿Bajo qué condiciones todas las personas podrían hacer valer sus intereses legítimos?
- ¿Qué principios de justicia serían escogidos?
Para responder a estas preguntas, Rawls apela al argumento de la posición original.
La Posición Original
Rawls sostiene una situación imaginaria en la que todas las personas se encuentran de forma igualitaria: la posición original. Estas personas ficticias, que actuarán como delegados, son privadas de ciertos conocimientos por un velo de ignorancia (por ejemplo, no conocerían las características de las personas a las que representan, como si son ricas o pobres, cultas o incultas). Al privarlos de esta información, no se dará ventaja ni desventaja a nadie. Las reglas son claras: debemos escoger principios de justicia que garanticen a nuestros representados la mayor cantidad de bienes primarios.