Fundamentos de la Relación Pedagógica: El Acto Educativo, Artístico y Técnico

La Relación Pedagógica: Fundamentos del Acto Educativo

El Proceso Educativo como Acción Bipolar

Por definición, el Proceso Educativo se resuelve en una acción que requiere la presencia de dos protagonistas o de dos partes en contacto. La educación es siempre un proceso bipolar.

Este rasgo, que se da claramente en la heteroeducación, puede no serlo tanto con respecto a la autoeducación, donde el mismo individuo se desdobla en educando y en educador de sí mismo.

Los Protagonistas de la Educación

Uno de ellos es el que no parece suficientemente maduro, formado y despierto frente a determinadas exigencias de la vida e incluso frente a la totalidad de dichas exigencias.

El otro es el que comprende que tales exigencias son importantes para el primero, por quien se hace, desde luego, responsable. La conciencia de una mayor experiencia en el educador —experiencia ya adquirida que se proyecta sobre los demás— y el deseo y la necesidad de alcanzarla que experimentan quienes no la poseen, es el principio esencial e indiscutible de toda educación.

Educador y educando son tales, precisamente, en su vinculación mutua. El educando lo es en relación a un educador, y este lo es con respecto a aquel. Esta circunstancia es la que impide separarlos, a no ser teóricamente. En la realidad, la suya es una Relación Vital, una de las tantas relaciones que los hombres pueden entablar entre sí y que los distinguen de los demás seres de la escala zoológica.

Naturaleza y Límites del Acto Educativo

La relación pedagógica no es estática; por el contrario, es dinámica y activa. Se cumple a través de actos concretos que, en este caso, son Actos Educativos. El acto educativo aparece así como la forma en que concretamente se cumple la relación pedagógica y por eso no puede dejarse de establecer su naturaleza y sus límites.

Comparación de Actos Humanos

Al efecto de limitar el acto educativo, conviene hacer la comparación de su estructura con la de otros actos igualmente humanos, como lo son el acto estético o artístico y el acto técnico.

El Acto Estético o Artístico

En el acto estético o artístico intervienen cuatro elementos:

1. El artista que crea la obra de arte.
2. La obra misma, o sea, la objetivación de los valores estéticos.
3. El material de que esa obra está hecha.
4. El contemplador que disfruta con ella.

El Acto Pedagógico

Por su parte, el Acto Pedagógico consta de tres elementos esenciales:

1. El Educador.
2. El Educando.
3. Los materiales de formación.

El material que el artista trabaja es un material inerte, mientras que la «materia» del acto educativo es el hombre viviente.

El Acto Técnico

El acto Técnico, como el artístico, consta de cuatro términos:

1. El técnico.
2. La materia de trabajo.
3. El producto.
4. El beneficiario.

En la técnica, el técnico se pone en relación inmediata con un objeto para producir un medio, nada más que un medio. El educando, por el contrario, no es un medio para fines extraños a él como hombre, sino un ser que contiene, como individuo o como ente social, los fines que la educación aspira a alcanzar.

Distinción Conceptual

Acto Pedagógico y Acto Seudopedagógico

En el acto pedagógico se trabaja sobre el hombre entero, aun cuando se haga con determinados valores o bienes individuales. Esta tendencia a lo total es lo que hace que no toda relación humana sea educativa, aunque lo parezca. En la mayoría de los casos suele ser «Seudopedagógica», es decir, educativa a medias.