Fundamentos del Pensamiento Marxista: Materialismo Histórico, Lucha de Clases y Economía Política
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1. El Materialismo Histórico: La Base de la Realidad Social
Marx sostiene que lo más importante son las relaciones materiales entre los seres humanos. El ser humano es concebido como un ser activo que se relaciona dialécticamente con la naturaleza, transformándola y transformándose a sí mismo. Por tanto, el hombre es un ser concreto y real, no una abstracción.
Para interpretar el mundo, es fundamental comprender la distinción entre infraestructura y superestructura.
1.1. La Infraestructura: La Base Económica
La infraestructura se refiere a la base económica de la sociedad, es decir, el conjunto de las relaciones de producción. Los seres humanos se asocian para sobrevivir, obteniendo bienes de la naturaleza. Este proceso de subsistencia y transformación de la naturaleza es lo que Marx denomina producción social de la vida, y es la fuerza determinante que subyace a toda la organización social. Por tanto, si se busca transformar el mundo, es imperativo comprender la infraestructura para poder modificar los modos de producción.
1.2. La Superestructura: El Reflejo Ideológico
La superestructura es el conjunto de ideas, ciencias, creencias, ideologías, instituciones políticas y leyes. Según Marx, la superestructura es, en gran medida, un reflejo y una justificación de la infraestructura, funcionando a menudo como una pantalla que oculta la verdadera realidad de las relaciones económicas.
Dentro de la superestructura se encuentra la ideología, que Marx concibe como una forma de conciencia deformada. A través de ella, se introduce una falsa realidad en la mente de los individuos, con el fin de adaptar su conciencia al sistema económico dominante. La ideología es efectiva porque logra que las clases oprimidas asuman su condición como natural. Según Marx, su origen se remonta a un estadio preideológico.
En un principio, los seres humanos estaban sometidos a las fuerzas naturales, manteniendo una relación casi animal con ellas. Esta dependencia llevó a la sacralización de la naturaleza y al surgimiento de los mitos. Es a partir de este estadio cuando se transita al estado ideológico, caracterizado por la división del trabajo entre manual e intelectual. El trabajo manual se dedica a la extracción y transformación de recursos, mientras que el trabajo intelectual se encarga de crear y producir teorías e ideologías. Esta división permite a la clase intelectual dominante beneficiarse de la labor de otros.
Los intelectuales, al servicio de la clase dominante, generan ilusiones (como la religión o ciertas filosofías) para encubrir la realidad subyacente: que las relaciones económicas están basadas en la injusticia y la explotación. Por tanto, las ideologías son construcciones de la clase dominante que se imponen sobre la clase oprimida.
La única vía para que la clase oprimida se rebele es que adquiera conciencia de clase, es decir, que comprenda su situación de explotación y la necesidad de la revolución. Esta revolución es el camino hacia el sistema propuesto por Marx: el comunismo.
2. La Lucha de Clases como Motor de la Historia
La historia solo puede entenderse si descendemos a la infraestructura económica y contemplamos el conflicto de clases entre propietarios (o poseedores de los medios de producción) y fuerzas productivas (los trabajadores). Marx afirmó: «La violencia es la comadrona de la historia». Con esto, se refería a que cualquier cambio significativo en la estructura social implica, en última instancia, un componente de violencia, y por tanto, la revolución debe ser violenta.
La lucha de clases es el motor de la historia. Según Marx, cuando se alcance la sociedad comunista, la historia, tal como la conocemos (marcada por la lucha de clases), llegará a su fin, siendo el comunismo su culminación.
3. Economía Política del Marxismo: Valor, Plusvalía y Explotación
La sociedad capitalista se basa en la propiedad privada de los medios de producción, de la cual surgen dos elementos clave: los obreros (fuerza de trabajo) y los medios de producción (maquinaria, herramientas, etc.). Ambos elementos, en conjunto, producen mercancías, productos destinados al mercado, regulado por la ley de oferta y demanda.
Cada mercancía posee un valor de uso y un valor de cambio. El valor de uso se refiere a la utilidad o capacidad de satisfacer una necesidad, mientras que el valor de cambio es su capacidad de ser intercambiada por otras mercancías. El ser humano ha inventado una mercancía particular que sirve como referencia universal de valor: el dinero. Todas las mercancías requieren de un proceso de producción y, por tanto, de la mano de obra humana. El valor de cambio de una mercancía se establece en función del tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla.
Otra mercancía fundamental es la fuerza de trabajo humana. El valor de la fuerza de trabajo de un obrero equivale, por tanto, al costo de los bienes necesarios para su subsistencia y la reproducción de su capacidad de trabajar. El trabajador, al aplicar su fuerza de trabajo, genera un valor adicional en las mercancías. La diferencia entre el valor que el trabajador crea y el valor de su propia fuerza de trabajo (lo que se le paga) es lo que se apropia el capitalista, y a esto Marx lo denomina plusvalía.
Según Marx, el capitalismo contiene una contradicción inherente: el sistema explota a los proletarios al apropiarse del valor excedente que estos producen. Por ello, se considera necesaria la destrucción del sistema capitalista mediante una revolución violenta, que permita a los trabajadores tomar el control de los medios de producción.
Cuando los obreros expropian los medios de producción, se instaura la dictadura del proletariado, una fase transitoria en la que se busca la abolición de la propiedad privada de los medios de producción.
3.1. El Camino Hacia el Comunismo
El camino hacia el comunismo se concibe como una secuencia de etapas:
- Revolución violenta: Derrocamiento del sistema capitalista.
- Dictadura del proletariado: Fase transitoria para consolidar el poder obrero y abolir la propiedad privada de los medios de producción.
- Eliminación del Estado: Una vez alcanzado el comunismo pleno, el Estado, como instrumento de dominación de clase, se disolverá.