Fundamentos del Saber: Pensamiento, Conocimiento y Lenguaje en la Filosofía
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Relación entre Pensamiento, Conocimiento y Lenguaje: Problematizaciones y reflexiones sobre las posturas que abordan estos conceptos fundamentales.
Introducción
Este documento aborda la intrincada relación entre el pensamiento, el conocimiento y el lenguaje, explorando los problemas gnoseológicos inherentes a la adquisición del saber. Se examinará la cuestión fundamental de quién condiciona a quién: ¿el lenguaje al pensamiento o el pensamiento al lenguaje?
La relevancia de este tema radica no solo en su presencia en los programas de filosofía, sino también en su capacidad para ayudar al ser humano a conocerse a sí mismo a través de preguntas gnoseológicas esenciales. El ser humano se interroga constantemente sobre su capacidad de conocer, si preconoce o hasta dónde podría llegar a conocer.
Desarrollo: La Naturaleza del Conocimiento
El Proceso de Conocer y el Conocimiento
Conocer es un acto que requiere tiempo, es decir, un proceso. Para conocer, es necesario llegar a la idea, la cual debe permanecer en el pensamiento. El conocimiento, por su parte, es el resultado de este proceso. En todo conocimiento subyace un saber y un pensamiento humano que reside en la mente. Para que exista conocimiento, debe haber un objeto y un sujeto.
Entonces, podemos definir el conocimiento como la capacidad de captar o asimilar las propiedades del objeto.
Propiedades Fundamentales del Conocimiento
- Dualidad: Implica la relación entre dos elementos (sujeto y objeto).
- Correlación: Sujeto y objeto son mutuamente interdependientes.
- Irreversibilidad: El conocimiento, una vez establecido, no puede alterarse en su esencia.
La Relación Sujeto-Objeto en el Conocimiento
Cuando captamos algo, el sujeto (nosotros) comprende la esencia del objeto. El sujeto (cognoscente) establece una relación con el objeto (conocido), lo que da origen al conocimiento. Este proceso implica que algo está siendo conocido, resultando en la adquisición de saber.
El conocimiento puede ser inmanente o trascendente. Es inmanente cuando el sujeto se autoanaliza, es decir, el sujeto y el objeto son el mismo. Por el contrario, es trascendente cuando el objeto y el sujeto son distintos.
¿Quién Determina a Quién en el Acto de Conocer?
El Conocimiento como Determinación del Sujeto por el Objeto (Postura Realista)
Esta postura se alinea con la propiedad de correlación del conocimiento, donde el objeto define al sujeto. Por ejemplo, un escultor determina la forma de su escultura. En este enfoque, el sujeto recibe las propiedades del objeto, y aunque el objeto se deja conocer, es el sujeto quien elabora la idea. Esta es una postura realista, ya que el objeto predomina en la determinación del conocimiento.
El Sujeto Determina al Objeto (Postura Idealista)
En esta perspectiva, la idea del conocimiento es determinada por el sujeto. La esfera del sujeto abarca elementos como sentimientos, emociones, creencias, religiones, entre otros, que constituyen conocimientos adquiridos a lo largo de la vida.
El conocimiento que tengamos del objeto dependerá de lo que el sujeto adquiera a lo largo de su vida. Esta es una postura idealista, ya que el sujeto determina al objeto. Cada sujeto interpreta el objeto según sus propias cualidades, como su cultura, educación, sensaciones, experiencia y lenguaje.