Fundamentos del Pensamiento Cartesiano: Sustancia, Ideas y la Duda Metódica

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La Filosofía de René Descartes: Pensamiento, Sustancia y Realidad

El Punto de Partida: El Cogito y la Duda Metódica

Para Descartes, el pensamiento se define como todo acto consciente del espíritu. Es el acto de pensar lo que es evidente, no su contenido; es decir, la conclusión a la que llega es el propio acto de pensar, no el objeto pensado. Por lo tanto, lo único que considera una verdad indubitable es el hecho de pensar, pero eso no le garantiza la existencia del mundo como objeto del pensamiento, ni siquiera su propio cuerpo como materia. Partiendo del cogito, Descartes intuye que él es una res cogitans, una cosa que piensa, identificando 'res' con 'sustancia'. La sustancia es para él aquello que no necesita de otra cosa para existir, excepto de Dios.

La Doctrina de las Sustancias

Descartes admite dos tipos de sustancia:

La Sustancia Infinita: Dios

La sustancia infinita es Dios, que no necesita de otra cosa para existir; es decir, es una sustancia en sí y para sí. Descartes demuestra la existencia de la idea de Dios a partir de la idea de perfección: el hecho de que yo dude supone mi imperfección, pero al mismo tiempo me hace suponer que existe en mí la idea de perfección. Pero, siguiendo con su propio método, Descartes se pregunta de dónde ha salido en él esa idea, de dónde proviene. Entonces, piensa que las ideas pueden ser actos mentales o pueden ser imágenes que representan cosas. En este sentido, distingue tres tipos de ideas:

  • Ideas adventicias: Son las que proceden de la experiencia externa, como, por ejemplo, un coche.
  • Ideas facticias: Son las que se construyen con la imaginación.
  • Ideas innatas: No proceden de la experiencia externa y tampoco las elabora la imaginación. Son aquellas que el entendimiento posee por naturaleza, las que encuentro en mí mismo. Dios es una de esas ideas innatas.

Pero el problema surgió de la idea de perfección. ¿Qué tipo de idea es? No puede ser adventicia, puesto que nada exterior a mí es perfecto. Tampoco puede ser facticia, puesto que no poseo elementos para crearla. Entonces, solo puede ser innata y ha sido puesta en mí por un ser que posee esa idea: Dios. Lo mismo que ocurre con la idea de perfección, ocurre también con la idea de finitud, que debe proceder de un ser que posea la infinitud, y ese ser es Dios.

Con todo esto, quedan demostradas dos ideas: la existencia del sujeto que piensa y la existencia de Dios. Además, considera que Dios, perfecto y sumamente bueno, no puede permitir que nos engañemos con respecto a la existencia del mundo exterior o con respecto a los conocimientos matemáticos. Recupera, pues, todo lo que había puesto en duda.

Las Sustancias Finitas: Res Cogitans y Res Extensa

La sustancia finita no necesita de nada para existir excepto de Dios. Son en sí pero no por sí; además, son contingentes. Dentro de esta sustancia, Descartes distingue: el pensamiento, al que denomina res cogitans, y la materia, a la que denomina res extensa. Hay dos tipos de sustancias finitas: la res cogitans y la res extensa. A cada una de ellas le corresponde un atributo.

La Res Cogitans (Sustancia Pensante)

La res cogitans es una cosa que duda, siente e imagina. Nuestro conocimiento está compuesto por un yo que piensa ideas. El atributo fundamental del alma es el pensamiento: puedo imaginar que no tengo cuerpo, que no dependo del espacio... Pero no puedo imaginar que no pienso, porque la sola suposición de la no existencia del pensamiento me hace prescindir de mi propia existencia.

La Res Extensa (Sustancia Material)

La res extensa (el cuerpo) tiene como atributo fundamental la extensión, es decir, que ocupa un espacio. Del mismo modo que no se puede imaginar un sujeto que no piense, no se puede imaginar un cuerpo sin extensión, sin anchura, sin profundidad... Las cualidades pueden ser primarias, es decir, objetivas, como la extensión y el movimiento (hacen referencia a los modos), y secundarias, es decir, subjetivas, como el color, el sabor, el olor, etc.

El Problema de la Interacción de las Sustancias

Al establecer la distinción entre sustancia pensante y sustancia extensa, se le plantea el problema de cómo se relacionan entre sí ambas sustancias. Intentó solucionar este problema recurriendo a la glándula pineal (una pequeña glándula situada hacia la mitad del cerebro) que, a través de la sangre y los nervios, relacionan la res extensa con la res cogitans. En realidad, esta es una solución poco convincente y en la que no profundiza mucho más.

Descartes y el Mecanicismo

Descartes representa la corriente mecanicista, presente en los siglos XVII y XVIII, y que considera que el mundo puede explicarse a través de fórmulas matemáticas o físicas; todo se reduce a materia y movimiento. El movimiento se refiere al cambio de posición y considera que su origen último es Dios.

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