Los Fundamentos del Monismo Presocrático: Tales, Anaximandro, Anaxímenes y Pitágoras
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Monismo Presocrático: La Búsqueda del Arjé
Tales de Mileto (640-550 a. C.)
Se le considera como uno de los Siete Sabios de Grecia, célebre por haber predicho un eclipse de sol que puso fin a la guerra entre los Lidios y los Medos (28 de mayo de 585 a. C.). Tales fue un hombre de negocios y de acción, matemático, astrónomo y filósofo, representando una mezcla de pensador y científico.
El Agua como Primer Principio (Arjé)
Para Tales, el primer principio (arjé) es el agua. Sus argumentos principales son:
- Creía que la Tierra está apoyada en el agua, como flotando sobre ella.
- El agua es el alimento de todas las cosas.
- Todo animal y todo ser vivo no puede subsistir sin agua.
- Las semillas de todas las cosas poseen una naturaleza húmeda.
- En agua se transforman los distintos estados (sólido, gaseoso), o se convierten en otras cosas como la niebla, la lluvia o las fuentes subterráneas.
En su visión, en la Tierra todo se reduce al agua.
Anaximandro (610-545 a. C.)
En su intento de buscar el elemento primordial, Anaximandro pensó que no podía ser el agua, ya que esta es uno de los elementos que entran en conflicto. Llegó a la conclusión de que el principio de todo es el Ápeiron.
El Concepto de Ápeiron
El Ápeiron es definido como:
- Lo indeterminado y lo inexperimentable.
- Lo espacialmente indefinido (cuantitativa y cualitativamente).
Anaximandro tenía una idea amplia de la divinidad (un elemento mítico) que se concibe como algo que supera o escapa a los límites humanos. Argumentaba que, en la lucha de los cuatro elementos (caliente, frío, seco y húmedo), ninguno puede ser infinito, pues los demás dejarían de existir. Por lo tanto, el principio no es ninguno de los cuatro elementos materiales conocidos (aire, tierra, agua y fuego), sino una naturaleza indeterminable, el Ápeiron, de donde provienen todas las cosas, que las engloba a todas y de donde todo retorna.
Anaxímenes (585-528 a. C.)
Anaxímenes supone un retroceso respecto a Anaximandro, pues vuelve a fijarse en un elemento material, no abstracto, siguiendo la línea de Tales de Mileto.
El Aire como Principio Universal
El primer principio de todo es el aire. Lo concibe como el alma del Mundo: el hombre vive mientras respira y muere cuando deja de respirar. El aire es un dios engendrado (elemento mítico), infinito e inmenso. Para Anaxímenes, la Tierra es como una gran hoja flotando en el aire.
La Escuela Pitagórica
Toman su nombre de Pitágoras, filósofo de la segunda mitad del siglo VI a. C. A Pitágoras se le atribuye la tabla de multiplicar y el famoso teorema que lleva su nombre: «El cuadrado construido sobre la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados construidos sobre los otros dos lados».
El Número como Arjé
El principio filosófico central de esta escuela es que el arjé de la naturaleza es el número. Eran ante todo matemáticos, y su dedicación a las matemáticas influyó profundamente en la explicación de la naturaleza de las cosas.
Si todas las cosas son explicables por medio de los números, entonces las cosas, en esencia, son números. Esta relación se explica geométricamente:
- Unos puntos forman una línea.
- Varias líneas forman una superficie.
- Varias superficies combinadas forman un cuerpo.
Es decir, puntos, líneas y superficies (números) son las unidades reales que componen todos los cuerpos. Por lo tanto, todos los cuerpos deben ser considerados como números; a cada cosa, a cada ser, se le puede aplicar un número, y así toda la naturaleza se compone de números. De esta manera, el principio (arjé) no es algo físicamente material, como sostenían los filósofos anteriores, sino que es algo formal y abstracto: el número.