Fundamentos de la Mente: Tópicas Freudianas, Represión y Compulsión de Repetición
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Los Modelos de la Mente Según Sigmund Freud
Sigmund Freud conceptualizó el desarrollo de la mente a través de distintas etapas o modelos:
Las Tópicas Freudianas y la Metapsicología
- La Primera Tópica: Compuesta por el inconsciente, el preconsciente y el consciente.
- La Segunda Tópica: Constituida por el Ello, el Yo y el Superyó.
- La Metapsicología: Una tercera fase que postula que a la función tópica le acompañan una función dinámica y una función económica.
Funciones Dinámica y Económica
- Función Dinámica: Consiste en entender que en los procesos anímicos se produce una serie de conflictos en los que está en juego la energía o la libido.
- Función Económica: Es la que trata de liberar esa energía para aliviar la tensión en el individuo.
Tensión, Placer y el Principio de Estabilidad
La tensión (o tensión displacentera) se refiere a todos los contenidos que son reprimidos en el inconsciente y el preconsciente.
Para evitar la tensión, es necesario que el placer se mantenga bajo mínimos o constante. Esta constancia se traduce en estabilidad anímica.
El dolor o displacer tienen su origen en el instinto, que puede entenderse como la proyección de un deseo. En la medida en que nuestro deseo no se ve realizado, queda reprimido, y por eso, actuar conforme a los instintos es, en gran parte, una fuente de displacer.
Conciencia, Recuerdo y Represión
El recuerdo es la base de la conciencia. Dado que los recuerdos aparecen fragmentados o incompletos, la conciencia es, por lo tanto, un trabajo de composición. El placer o la excitación no tienen lugar cuando se trata de averiguar el origen de la conciencia.
En el sistema preconsciente, la excitación o la energía choca continuamente contra la resistencia, tanto de la conciencia como del mundo exterior. Este fenómeno está directamente relacionado con el concepto de represión.
La Compulsión de Repetición y el Eterno Retorno
La compulsión de repetición consiste, en parte, en revivir continuamente un deseo que ha sido reprimido. Este deseo pertenece a lo inconsciente, pero se manifiesta como consciente al mostrar un cúmulo de energía excesiva.
Una sobrecarga de excitación en una persona puede llevar a dos resultados (según las hipótesis de Freud):
- Al reposo (primera hipótesis de Freud).
- A la repetición de esa misma excitación (mantener o conservar).
Sin embargo, conservar la excitación no significa que nos hayamos liberado de ella.
Vínculo con Nietzsche
La compulsión de repetición es una interpretación de la idea del eterno retorno de Nietzsche (en realidad, “El eterno retorno de lo idéntico”).
Nietzsche postulaba que si la vida de cada uno se repitiera, todo transcurriría exactamente igual. Cuando el principio y el final no se distinguen o son idénticos, lo que sucede es que, aunque seamos capaces de distinguir entre el bien y el mal, no hay trascendencia, es decir, no existe un concepto de percepción o desarrollo.